Si estás pensando en comprar un lavavajillas y no sabes por dónde empezar, estos trucos y consejos pondrán algo de luz no solo en la elección del modelo perfecto para tu casa sino también en aquellas cuestiones prácticas sobre su uso para que saques el máximo potencial a su capacidad, sin gastar de más.
A tu medida
Está claro, debe adaptarse a tus necesidades, miembros de la familia, estilo de vida (si eres amante del vino y lavas muchas copas, por ejemplo) y al espacio disponible, no es lo mismo una cocina pequeña que una sin problemas de metros. Pero también hay otros aspectos que solemos pasar por alto y que influyen igualmente en la compra. Así, desde Siemens recomiendan optar por “un modelo que incluya programas cortos de lavado de 1 hora y/o de 30 minutos. Que sea cómodo, con cestas cuyas varillas puedan abatirse, para proporcionar la máxima flexibilidad posible sea cual sea el tipo de vajilla que haya que lavar. Podríamos hablar aquí de la nueva ‘3ª cesta’ para menaje, que es, en equipamiento, lo más diferencial que hemos lanzado este año”. Sin olvidar, la conectividad. La vida moderna requiere de soluciones modernas que permitan que tu lavavajillas pueda manejarse a distancia desde el móvil.
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Eficiente y silencioso
El consumo, especialmente ahora con los precios al alza de la luz día tras día es otro de los aspectos clave a la hora de elegir el lavavajillas perfecto. Por este motivo, es requisito imprescindible elegir un modelo eficiente que mantenga a raya el gasto de la luz. Si esperabas encontrarte con la típica A+ o A+++, prepárate para las nuevas etiquetas energéticas que han entrado en vigor a mediados de este año y que van desde la A (los aparatos más eficientes) hasta la G (los menos). El ruido es otro factor a tener en cuenta en tu decisión de compra, sobre todo en cocinas abiertas al salón. El nivel de ruido del lavavajillas varía de 45 a 60 dB, aunque hay modelos muy silenciosos que rondan los 35- 40 dB.
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La calidad importa
Teniendo en cuenta que la vida de un lavavajillas está alrededor de 11 años, 15 en el caso de los más longevos, no se trata de escatimar a la hora de la compra. “La durabilidad de los electrodomésticos es la forma más pura de sostenibilidad”, indica Ditmar Vierbuchen, Director General de Miele Iberia. Y es que, como bien dice el refrán, ‘muchas veces lo barato sale caro’. Comprar electrodomésticos de baja calidad puede salir caro a tu bolsillo y al planeta, ya que se deterioran más rápido o no ofrecen buenas garantías y coberturas.
Los últimos modelos incorporan prestaciones que hacen la vida más fácil. Así, los nuevos lavavajillas de Miele incorporan AutoDos, un sistema de dosificación automática en función del programa y del momento óptimo o cuentan con programas cortos, que ofrecen resultados perfectos en solo 58 minutos para vajilla con un grado de suciedad normal.
¿Integrables o independientes?
Los lavavajillas independientes, los de toda la vida, se pueden instalar en cualquier lugar de la estancia, normalmente bajo la encimera y al lado del fregadero, y, aunque se pueden panelar, siempre se verán las botoneras. Mientras que los integrables se fusionan como si fueran un mueble más, como en esta propuesta de Garde Hvalsoe, por lo que son perfectos en cocinas abiertas, donde se cuida al máximo la estética, ya que forman parte del salón o el comedor.
¿De cuántos cubiertos?
Es importante elegir el lavavajillas según las necesidades diarias y el número de personas. Así, hay modelos desde 4 a 25 cubiertos, en función de se trata de una persona sola, una pareja o una familia numerosa. En líneas generales, si sois entre cuatro y seis personas necesitaréis uno con capacidad para 12 cubiertos. Ante la duda, mejor un poco más grande que quedarse corto.
También depende del espacio disponible, ya que existen modelos que no necesitan toma de agua, se pueden colocar fácilmente sobre la encimera y son perfectos para cocinas pequeñas y parejas. Como este de Lidl, un modelo portátil que ha revolucionado el mercado por su precio (199 €) y su manejabilidad.
En orden
Aunque todos tenemos claro el sitio en el que deben ir platos, cubiertos y vasos, la duda surge con otros accesorios de cocina que también pueden meterse en el lavaplatos. Así, desde Bosch recomienda que “a la hora de colocar sartenes y cacerolas es importante que las pongas siempre boca abajo (para que no se llenen de agua) y de tal forma que no impidan la circulación de agua y el movimiento de los brazos aspersores. La cesta inferior es la más adecuada para ellas, ya que suelen presentar mayores niveles de suciedad y aquí encuentran agua con mucha más presión”.
Lleno, pero no abarrotado
Nuestro afán por aprovechar mejor cada lavado, puede dar el resultado contrario y hacer que tengamos que volver a lavar algunas piezas. La clave está en el equilibrio y la lógica, como en este ejemplo de Balay. Evidentemente para ahorrar debes poner el lavavajillas cuando esté suficientemente cargado, pero tampoco debes pasarte, ya que si colocas piezas unas encima de otras, no se lavarán bien y pueden quedar restos de comida o jabón. Recuerda que existe la media carga.
Cuida los cubiertos
Existe el mito de que los cuchillos (buenos) se estropean en el lavavajillas y, aunque no es cierto, en ocasiones la humedad puede llegar a deteriorarlos. Para no correr riesgos no llenes en exceso el cestillo de los cubiertos, si tienes tercera bandeja, coloca cada cubierto en su espacio, sin amontonar y abre la puerta al finalizar o, incluso, sécalos a mano. Los modelos que incorporan secado con zeolitas (transforman la humedad en aire seco y caliente) solucionan esto al instante. Cocina de Paula Rosales en Casa Decor 2021.
Di adiós al prelavado a mano
Porque el lavavajillas hace el suyo propio. Lo único que deberías hacer es retirar los restos de comida con un cepillo o una servilleta de papel. Eso sí, recuerda que no es un triturador de alimentos y que un resto de comida de un tamaño considerable puede obstruir el filtro. Sin olvidar que estás gastando agua y energía de manera innecesaria. Además, los nuevos modelos, como este de Beko, son capaces de acabar con la suciedad más incrustada. ¿Para qué perder tiempo y dinero?
El programa y el detergente adecuado
No hay duda, lo mejor para tu vajilla, el planeta y tu bolsillo es apostar por programas ECO, que son perfectos para el día a día y ofrecen buenos resultados ante una suciedad normal. Además, “a pesar de ser muy largos, consumen mucho menos porque lavan a una temperatura constante de 50ºC”, señalan desde Bosch. Respecto al detergente, aunque en polvo o líquido son dos buenas opciones, las pastillas todo en uno resultan la opción más cómoda, ya que no tienes que ajustar la dosis ni añadir otros productos.