Estufas de exterior para seguir disfrutando de la terraza o el porche

Uno de los grandes placeres del verano es disfrutar de las zonas de exterior. No hay nada como celebrar una cena con tu familia o amigos en la terraza y alargar la velada al aire libre. Sin embargo, con el otoño y el descenso de temperaturas que le acompaña, este plan se hace más difícil.

Una solución genial es instalar una estufa de exterior que caldee el ambiente. Solo tienes que descubrir qué sistema y modelo es el mejor para tu casa.

Cuestión de espacio

Elegir una estufa de exterior que se adapte a nuestras necesidades es importante si queremos conseguir un ambiente confortable y bien acondicionado. Para lograrlo hay dos aspectos importantes a tener en cuenta: el primero es la dimensión del espacio que quieres calentar. No es lo mismo caldear una terraza pequeña que un amplio porche abierto o una zona de estar en un jardín. Existen soluciones específicas para cada necesidad.

Por otro lado, también debes pensar en la ubicación de la estufa: si vas a ponerla en un espacio que cuenta con toma de corriente eléctrica o no. Esto es decisivo para decidir si tu futura estufa será de gas, eléctrica o de leña.

¿Tienes un espacio para almacenar combustible? ¿El espacio a calentar es abierto o está parcialmente cerrado? Todas estas preguntas son importantes para decidir el tipo de estufa más adecuado.

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Tipos de estufas de exterior

A la hora de elegir estufas para calentar espacios al aire libre encontramos tres tipos bien diferenciados, en función de la tecnología de funcionamiento. Pueden ser:

- Estufas de exterior de gas: no requieren instalación, ya que funcionan con una bombona de gas butano o propano. Difunden el calor mediante un quemador y un reflector.

- Estufas eléctricas: funcionan con tecnología de infrarrojos. Existen modelos de diversas potencias y formas.

- Estufas de leña: pueden llevar chimenea o no, y ofrecen el encanto de la visión de las llamas.

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Poder calorífero

A la hora de elegir una estufa para caldear nuestra terraza es importante acertar con la potencia adecuada, pero sin excedernos ya que aumentaríamos el consumo sin necesidad. Aunque encontrar este equilibrio no es fácil, hemos de pensar que la potencia de la estufa ha de estar en sintonía con las dimensiones del espacio a calentar.

También entran en juego otros factores como, por ejemplo, la forma en la que la estufa irradia el calor: las que lo hacen de forma vertical son más eficaces cuando hay viento que las que lo emiten de forma horizontal. Además, si la estufa tiene un reflector grande proporcionará más confort, y también si es orientable.

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Los mejores materiales

Las estufas de exterior se tratan de la manera adecuada para que puedan soportar los efectos de la intemperie sin deteriorarse. Suelen ser de acero o de hierro fundido y pintado.

Si vives en una zona de costa merecerá la pena que elijas un modelo fabricado en acero inoxidable, para que no se estropee con la humedad ambiental.

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Para zonas cubiertas: estufas de exterior eléctricas

Lo primero que debes pensar a la hora de elegir una estufa eléctrica para exterior es si cuentas con una toma de corriente cercana donde puedas enchufarla. Debes tener en cuenta que el cable de alimentación puede convertirse en un estorbo, por lo que es importante que lo sujetemos adecuadamente para evitar tropezones y accidentes.

Existe una gran variedad de modelos para elegir, desde pequeños radiadores hasta estufas de gran tamaño. Son más ligeras que las de gas y ocupan menos espacio, por lo que se convierten en una buena opción para terrazas pequeñas.

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Con tecnología de infrarrojos

Las estufas eléctricas funcionan por radiación con tecnología de infrarrojos. Se trata de unas lámparas, normalmente de cuarzo o de carbono, que producen radiación térmica.

En lugar de calentar el aire, calientan la superficies que están cerca. Por eso, para calentarnos, debemos ponernos cerca de la estufa. Esto las hace especialmente adecuadas para terrazas que estén parcialmente cerradas: además de ser más eficientes, conllevan menos riesgo que las de gas en estos espacios.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es el consumo: las estufas eléctricas gastan más energía que las de gas, aunque inicialmente son más económicas.

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Estufas de gas, perfectas al aire libre

Una alternativa muy adecuada para calentar espacios totalmente abiertos, ya que no se requiere instalación alguna ni una toma de corriente cercana. Son estufas que funcionan, por regla general, con propano, aunque hay modelos que utilizan gas butano.

Una ventaja de este tipo de estufas es que tienen mayor poder calorífero que las eléctricas y, además, consumen menos energía por lo que son más eficientes.

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Las de leña: al calor de las llamas

Disfrutar de la atractiva visión del fuego mientras escuchas el crepitar de las llamas es un gran aliciente para las noches al aire libre. Puedes conseguirlo si te decides por una estufa de leña para la terraza, el porche o el jardín.

Sirven para espacios totalmente abiertos y también para porches o terrazas cubiertas. Elige entre los distintos modelos: con o sin chimenea, tipo brasero, etc.

Una ventaja de las estufas de exterior de leña es que puedes añadir una rejilla y organizar un rica barbacoa gracias a sus brasas. ¿Se puede pedir más?

Por otro lado, debes tener en cuenta que necesitas un espacio para almacenar la leña y que este tipo de estufas requieren de cierta limpieza y mantenimiento.

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La seguridad ante todo

Uno de los aspectos que debes cuidar a la hora de elegir tu estufa de exterior es la de la seguridad. Es fundamental que te informes de qué sistema es más seguro en cada caso y cómo puedes conseguir minimizar los riesgos que pueden tener las estufas de exterior.

- Para empezar, debes dejar un espacio alrededor de la estufa de al menos 60 cm.

- Si quieres calentar un espacio semicerrado, es mejor elegir una estufa eléctrica. Los modelos de gas son seguros, pero pueden tener unas mínimas emisiones de propano al ambiente, por lo que se recomiendan para espacios totalmente abiertos.

- Si tu estufa eléctrica está en una zona expuesta a fuertes corrientes conviene anclarla al suelo para evitar que el viento la tire. En cualquier caso, la mayoría de los modelos incorporan un mecanismo de seguridad de desconexión en caso de vuelco.

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