Ahora que el verano termina y el otoño está ya muy cerca es el momento de ir preparando la casa para el cambio de estación. Puede que todavía no necesites encender la calefacción, pero sí conviene adelantar los cambios que vas a hacer en el hogar de cara a la bajada de temperaturas. Si estás pensando en comprar e instalar una chimenea en el salón, ahora es el momento.
Calor de hogar
Existen muchos sistemas de calefacción, desde los tradicionales radiadores por agua caliente hasta el discreto y efectivo suelo radiante. Sin embargo, pocos tienen el encanto de las chimeneas, en las que la visión del fuego se convierte en todo un espectáculo.
Una chimenea aporta, además de calor, sensación de hogar, de recogimiento. No hay nada como sentarse delante del fuego mientras en la calle llueve y hace frío. Es un sentimiento de paz y protección difícil de igualar.
Si ya estás decidida a instalar una chimenea, llega el momento de determinar qué tipo vas a elegir: cuál es mejor para tu casa, qué combustible prefieres, etc. Te contamos todo lo que necesitas saber para elegir y acertar.
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La protagonista del salón
Aunque no debe ser el único sistema que tengas para calentar tu casa, una chimenea en el salón será el apoyo perfecto para tus radiadores o para el suelo radiante. Además de caldear el ambiente, se convertirá en la protagonista absoluta del espacio y un elemento decorativo de primera magnitud.
En cualquier caso, a la hora de elegir el sistema y la potencia adecuada para la chimenea debes tener en cuenta las características del salón: los metros cúbicos que tiene el espacio a calentar, si el aislamiento es el adecuado, etc.
Chimeneas de leña
Este tipo de chimeneas son las que nos vienen a la cabeza cuando nos imaginamos sentados en el sofá delante del fuego, disfrutando de su crepitar. Son modelos de hogar abierto, con muchísimo encanto y muy decorativas.
Más adecuadas para casas que para pisos, necesitan una salida de humos al exterior. Aunque muy decorativas, no son las más eficientes en términos caloríferos, ya que se pierde hasta un 70% del calor que generan y, además, consumen mucho combustible. A esto hay que sumarle que su instalación es compleja (por la salida de humos) y que su mantenimiento es alto.
Leer: 10 ideas decorativas para conseguir el bienestar en casa
¿Y si elijo un modelo cerrado?
Es la alternativa perfecta si no quieres renunciar a tener una chimenea de leña en casa: elegir un modelo cerrado con una puerta de vidrio. De esta forma continúas disfrutando de la visión adictiva del fuego pero sin perder calor. El interior alcanza una temperatura mucho mayor, por lo que la eficiencia de estos modelos es más alta que la de los hogares abiertos. Si eliges una chimenea de doble cámara, lo será más aún.
Leer: Cómo ahorrar en calefacción este invierno, sin pasar nada de frío
Chimeneas de gas, un sistema fácil y rápido
Son muy adecuadas si vives en un piso, ya que no requieren salida de humos al exterior, puesto que se instalan en una cámara estanca. Como estas chimeneas funcionan con gas, al estilo de los fuegos de la cocina, no hay que almacenar combustible y puedes regular la intensidad de las llamas a tu gusto.
¿Qué pierden algo de encanto? Puede ser, pero caldean el ambiente, son muy limpias y tienen un mantenimiento mucho más sencillo. Todo es cuestión de prioridades.
Leer: Cambio de temporada: Claves para una casa cálida y confortable
Las de pellets, las más sostenibles
Para todos aquellos preocupados por el medioambiente y el futuro del planeta, las chimeneas de pellets son una buena opción, ya que funcionan con combustible ecológico y, además, calientan cualquier ambiente de manera rápida y efectiva.
Se alimentan de pellets, unos pequeños cilindros que se fabrican con restos de fibras de madera, serrín y virutas, todo ello bien prensado, por lo que no se producen emisiones de CO2 y, además, se reutilizan estos restos. Otro de sus alicientes es que se trata de un calor limpio que genera pocas cenizas y que son fáciles de limpiar y mantener.
Leer: ¿Por qué elegir una estufa de pellets para calentar tu casa?
De bioetanol, limpias y no contaminantes
Tienen la ventaja de que no requieren instalación previa, por lo que puedes ponerlas en cualquier espacio. Su combustible, el bioetanol, se consigue a partir del tratamiento y fermentación de cereales y otros vegetales que acaban transformándose en un bioalcohol.
No produce humos ni olores por lo que tampoco necesitan un conducto de salida al exterior. Son muy limpias y no generan cenizas ni hollín, y emiten entre un 40 y un 80 % menos de gases contaminantes. Además, como tienen fuego, conservan el encanto de las chimeneas tradicionales.
Chimeneas eléctricas, muy decorativas
¿Te gustaría tener una chimenea en tu salón pero no quieres saber nada de instalaciones, combustibles, limpieza y mantenimiento? Las chimeneas eléctricas son una opción genial en este caso, ya que solo necesitarás un enchufe para poder contar con su calor.
Son un buen complemento a cualquier otro sistema de calefacción y te ofrecen una visión del fuego, gracias a sus luces led que consiguen un efecto óptico muy realista. Algunas cuentan, además, con efecto humo generado por la emisión de vapor de agua. Tienes un sinfín de diseños entre los que elegir.
Los modelos más limpios y fáciles de mantener
De todos los sistemas de chimeneas que hemos repasado, las más exigentes a la hora de limpiarlas son las de leña, ya que generan mayor cantidad de residuos y hollín, y necesitan una limpieza exhaustiva y periódica si queremos que funcionen correctamente y que sean seguras. El deshollinado de estas chimeneas puede ser físico o químico y puedes hacerlo tú mismo, aunque conlleva tiempo y dedicación.
Por otro lado, las chimeneas más fáciles de mantener y limpiar son las eléctricas, las de bioetanol y las de gas. Las que funcionan con pellets, aunque generan cenizas y las tienes que limpiar, son mucho más fáciles y cómodas de mantener que las de leña. Con toda esta información a tu alcance, ahora ya puedes elegir la mejor chimenea para tu salón y acertar con la decisión.
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