Los recursos son limitados y el planeta no puede soportar la fórmula del 'usar y tirar' electrodomésticos por más tiempo. Cambiemos la filosofía por un 'usar y, si se estropea, reparar'. El movimiento fixer aboga precisamente por sumar una cuarta ‘r’ al reducir, reutilizar y reciclar, la que comentamos de reparar. ¿El objetivo? Conseguir un mundo más sostenible. ¡Se acabó llenar el vertedero! Para combatir la obsolescencia programada de los aparatos hay que conseguir arreglarlos, solucionando así un verdadero problema medioambiental.
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¿Cómo surgió el movimiento 'fixer'?
La preocupación social existe desde hace décadas, pero siempre hay un gurú o impulsor que cambia las cosas y en este caso se trata de Kyle Wiens (lo vemos a la derecha de la imagen), un informático que cuando su ordenador había dejado de funcionar el departamento técnico le sugirió que sería más rentable comprar uno nuevo, porque costaría lo mismo que la reparación. Pero se estaban refiriendo a un mero coste económico porque, ¿y el precio para el planeta de todos esos desechos electrónicos innecesarios?
Fue un hecho anecdótico lo que impulsó a Kyle Wiens a crear la comunidad iFixit (es.ifixit.com) en 2003: un espacio que incluye miles de manuales completos de electrodomésticos, ordenadores, tabletas, teléfonos móviles y muchas cosas más, así como infinidad de consejos prácticos y con un foro donde realizar consultas. De este modo nació el movimiento imparable de una comunidad que cada día tiene más adeptos.
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La cultura colaborativa de Repair Café
El lema de la fundación sin ánimo de lucro Repair Café que la holandesa Martine Postma creó en 2007 reza: “¿Tirarlo? ¡Ni pensarlo!”. En este caso se va un paso más allá en el movimiento fixer y se organizan encuentros donde todo gira en torno a reparar cosas. Además invitan a acudir a las citas incluso a quienes no tengan nada que arreglar, simplemente, a tomar una taza de té o café o, si se prefiere, a ayudar a otros a lograr su objetivo. Además, cuando un usuario arregla un objeto que estaba estropeado suena una campana y se crea un ambiente de júbilo, mientras el resto de asistentes le felicitan.
El primer Repair Café que Postma organizó fue en 2009 en Ámsterdam. ¡El éxito fue rotundo! Y actualmente estas reuniones también han llegado a España con idéntica buena acogida.
Las iniciativas se multiplican
Probablemente en tu ayuntamiento organicen igualmente este tipo de iniciativas que promueven reparar tanto electrodomésticos como otro tipo de objetos, como por ejemplo muebles o bicicletas. El objetivo, más allá que ecológico, también es compartir conocimientos entre las distintas generaciones, algo sumamente enriquecedor.
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Experiencia reconfortante
Además de todos los argumentos que ya te hemos ofrecido, ser un consumidor consciente aporta mucho bienestar. No siempre lo nuevo es mejor. Pero es que además, el proceso de reparar y alargar la vida de un aparato resulta extremadamente gratificante. Anímate a intentarlo al menos, no siempre es tan difícil como en un principio podría parecer.
Muy buenas señales
¿Sabías que Suecia es el primer país que ofrece incentivos fiscales a los fixers? Desde el 2017 el gobierno devuelve impuestos para reparaciones de electrodomésticos como fogones, hornos, frigoríficos o lavadoras. No tienen que ser los ciudadanos quienes se pongan a arreglarlos, pueden acudir a profesionales.
Esto demuestra que el movimiento no solo es global sino también imparable y ojalá fomente que los electrodomésticos tengan una vida útil mayor.
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Manuales de instrucciones
¿Cuántas veces has perdido los manuales de instrucciones de tus electrodomésticos? Es algo habitual porque acumulan bastante espacio (al estar escritos generalmente en varios idiomas) y en muchas ocasiones acabamos tirándolos antes de tiempo. Si es tu caso y el aparato tiene una avería, comprueba si este no lo puedes descargar o consultar directamente por internet. Los manuales son muy prácticos cuando existe alguna incidencia habitual al aconsejar sobre cómo proceder.
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¿Sin piezas de repuesto?
No hay que obviar una dificultad cuando tratamos de reparar un electrodoméstico antiguo, la posibilidad de que la pieza de recambio que precisamos ya no se venda.
En este caso, si no existen suministros en ocasiones la solución la ofrece la impresión 3D, aunque no siempre será el remedio, por ejemplo, si lo dañado es el circuito eléctrico o la pieza que tenemos que cambiar esté deformada no nos servirá intentar reproducirla en 3D.
¿Un movimiento solo para nostálgicos?
Por supuesto que no, no hablamos de electrodomésticos que hace décadas que han dejado de ser cotidianos, como los tocadiscos, sino de todo tipo de aparatos de nuestro día a día que se estropean.
Por cierto, iFixit califica del 1 al 10 ordenadores portátiles, tabletas y teléfonos móviles por su 'reparabilidad'. Sería estupendo tener este tipo de referencias para todo tipo de electrodomésticos, ¿no te parece?
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