10 trucos infalibles para la distribución de tu casa

Muchas veces subestimada en beneficio de otros aspectos, una buena distribución es capaz de multiplicar los metros, dejar que la luz circule y se cuele en todos los rincones, sacar partido a estancias irregulares, fomentar la comunicación visual y proporcionar recorridos cómodos, como los de esta propuesta de Kave Home. ¿No nos crees? Sigue leyendo. Estas 10 ideas de decoración te ayudarán a lograr una distribución '10'.

1. Conocimiento del terreno

Hay cosas que nunca cambian y no pueden cambiar. Por eso, lo primero que debes hacer es analizar con criterio la situación. Si tu casa tiene un pasillo estrecho y largo, a través del cual se distribuyen las habitaciones, será difícil, que no imposible, cambiar esta situación, a no ser que tires todo abajo. Ante esto, lo mejor es sacar partido a lo que tienes y potenciar sus virtudes en lugar de realzar sus fallos. Además, así evitarás molestas y largas obras.

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2. Estancia por estancia

Aunque es necesario contemplar la casa como un 'todo' y tener siempre una visión de conjunto, lo cierto es que necesitas ir estancia por estancia, para adaptar lo que buscas, las condiciones del lugar y tus necesidades al espacio disponible. En esta tarea, siempre debes tener en cuenta las distancias mínimas entre muebles, para que puedas moverte con comodidad y abrir cajones sin problema. Recuerda que los muebles del salón, por ejemplo, deben guardar una distancia de al menos 40-50 cm y que la mesa de comedor, como esta de Dfs, debe contar con espacio libre alrededor para que, al levantarte, puedas echar la silla para atrás. 

3. Dividir sin separar

Los tabiques tienden a desaparecer de las casas actuales, donde la apertura es una realidad en la distribución moderna. Por eso, déjate tentar por el ‘open concept’, y crea espacios multifuncionales, donde se desarrolle la vida social, pero también la privada, piensa en un despacho en el salón, por ejemplo.

Para separar estancias sin tabiques puedes jugar con una doble altura, distinto tipo de pavimento, elementos estructurales como una columna o el techo o decorativos, como una alfombra o una estantería, como la de esta propuesta de Dunelm. Tras la apertura de la cocina y el salón, viene pisando fuerte la del dormitorio y el baño. Eso sí, tampoco te obsesiones con la idea. Debes estar segura de que encaja con tu forma de vida.

4. Sin fecha de caducidad

Piensa en el mañana. Los cambios que realizas hoy, deben ser buenos en el presente, pero también dentro de unos años. Es decir, la casa debe evolucionar contigo y prestarse a tus cambios familiares con el mejor aspecto posible. Sé previsora y establece un organigrama de futuro, que incluya, por ejemplo un despacho en casa, como en este ambiente de House Doctor, o una habitación infantil que pase de manera natural a dormitorio juvenil. La clave está en una distribución cómoda, donde se mezclen piezas antiguas con otras contemporáneas que creen estancias atemporales y equilibradas, llenas de estilo.

5. Una segunda vida para las zonas de paso

Un pasillo, el hueco bajo la escalera, un recibidor que parece una sala de baile… Las zonas de paso, entendidas como lugares de tránsito están en extinción y son enemigas de las distribuciones modernas. Ahora juegan un papel mucho más relevante, como demuestra este ambiente de Wewood. Así, son oficina en casa; rincón de lectura con librería que desahoga la del salón (piensa en un pasillo largo con una estantería en uno de sus lados y una butaca en uno de sus extremos); zona de juegos para los más pequeños; cuarto de lavado o de plancha…

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6. Jugar con la luz

Debe ser la protagonista absoluta de los espacios, como en este salón de Collins, alrededor de la cual gira la distribución y el uso de la estancia. La luz natural y artificial no solo modifican las dimensiones del espacio, sino que, además, nos dan indicaciones sobre dónde ubicar ciertas zonas en el ambiente, contribuyen a crear volúmenes y a emplear un tipo de mobiliario concreto que le permita circular libremente. De esta manera, lo idóneo es que en la zona más luminosa de la habitación se desarrollen las actividades propias del día, desde cocinar hasta hacer los deberes o leer un libro. Junto a la iluminación, las texturas de los materiales adquieren un papel protagonista, ya que la reflejan y la absorben, aumentando el tamaño de la estancia y organizando la distribución.

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7. Elegir el mobiliario adecuado

Ni muy grande ni muy pequeño. Aunque siempre soñaste con ese sofá XL con ‘chaise longue’, debes pensar siempre si tu salón está preparado para una pieza tan voluminosa. Se trata de elegir los muebles según el tamaño del espacio, como en este ambiente de Boca Do Lobo, intentando que ni quede abarrotado ni quede desangelado. Recuerda que en la tienda siempre se ven más pequeños y que la sorpresa te la encuentras al llegar a casa. Por eso, si tienes dudas, un buen truco es reproducir las medidas con papel de periódico y comprobar el efecto final.

8. Buscar alternativas

A la hora de escoger la ubicación del mobiliario en el salón, también es importante que tengas en cuenta otros aspectos como la luz natural, las vistas o la planta, ya que, en ocasiones, distribuciones habituales como colocar el sofá en la pared principal pueden no funcionar, y la mejor opción es ponerlo exento, como en esta propuesta de Fredericia, a modo de ‘mueble barrera’ que separe ambientes al mismo tiempo. Se trata de adaptar las piezas al espacio, no al revés, utilizando si es posible los que tienes.

Por ello, muchas veces la chimenea no actúa como eje vertebrador, solo como acompañante; la mesa de centro se ha sustituido por una auxiliar que presta el mismo servicio, pero no acapara la atención ni se ‘come’ los escasos metros disponibles; o el salón no se concibe como un espacio único sino como una combinación de pequeños rincones para leer, ver la televisión, descansar o reunirse.

9. No dar centímetro por perdido

En las casas actuales, cada metro o centímetro suma. Por eso, es preciso aprovechar cada rincón, 'hueco muerto' o pared con soluciones que multipliquen la capacidad de almacenaje de los mismos. El almacenamiento en vertical es una de las premisas que debes seguir, especialmente en viviendas pequeñas. Mientras que baldas y estanterías, como en esta propuesta de Gubi, rentabilizarán la pared hasta el techo, siempre que se trate de una estancia luminosa. Procura que sean de diseño ligero y en colores claros, para no recargar en exceso.

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10. ¿Y el televisor?

Nuestra pieza favorita del salón, con permiso del sofá, suele pasarse por alto en el interiorismo de las viviendas modernas y, sin embargo, le pese a quien le pese, la televisión (esta de Sony) juega un papel esencial en el día a día. Evidentemente debe tener un sitio de honor en la distribución de la estancia con los asientos orientados hacia el aparato, para que pueda verse cómodamente. Procura, además, que las ventanas queden perpendiculares al aparato, nunca de frente, para evitar reflejos, cuenta con cortinas que tamicen la luminosidad y favorezcan la visión y de noche enciende una lámpara detrás, para que no se te canse la vista. Recuerda que hay modelos que son auténticas obras de arte, que pueden lucir en tus paredes, siempre a la altura de los ojos, eso sí.

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