Ideas para poner la casa a punto después de las vacaciones

Aunque todavía quedan días de calor, con la llegada de septiembre el fin del verano está ya muy cerca. Es el momento de preparar la casa para una nueva etapa, porque la vuelta al trabajo y a la vida real y cotidiana es ya una realidad.

Si te cuesta decir adiós a las vacaciones y hola a la rutina, tener preparado un plan de actuación es justo lo que necesitas. De esta forma el impacto del cambio será menor.

La importancia de la organización

Una vez más se demuestra que hacer las cosas de manera pensada y con un objetivo claro en la mente tiene grandes ventajas, sobre todo en lo que a los temas relativos a la casa se refiere.

Las vacaciones son un tiempo para disfrutar, para pasarlo bien sin rutinas ni horarios, pero todos sabemos que eso no puede durar para siempre… Hay que volver a la vida real, con todo lo que ello implica, y para que te resulte más fácil lo mejor es trazar un plan de organización. Planificar es la clave.

Hay varias formas de hacerlo, según tus preferencias: puedes hacer listas de tareas y repartirlas a lo largo de los próximos días, en función del tiempo disponible. Ten clara la hoja de ruta en tu mente, ponlo todo por escrito y pronto tu casa estará preparada para acometer la nueva etapa que comienza ahora.

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Un repaso a la limpieza y el orden

Si tuviste la buena idea de dejar tu casa limpia y recogida antes de irte de vacaciones, seguro que ahora lo estás agradeciendo profundamente, porque la habrás encontrado en muy buen estado.

Puede que hayas notado algo de polvo pero no necesitarás hacer limpieza a fondo. Como mucho tendrás que limpiar los cristales de las ventanas, que sí pueden haberse ensuciado, y limpiar la terraza y otras zonas de exterior.

Otra cosa es el orden, que puede verse seriamente afectado con la vuelta a casa. Es el momento de deshacer maletas, lavar y planchar la ropa y hacer que cada cosa vuelva a su sitio. Estas tareas son ahora absolutamente prioritarias: hacerlas y terminarlas te dará una gran tranquilidad. Si eres una persona ordenada, te encantará ver que tu ropa y las del resto de miembros de la familia está limpia y colocada en los armarios.

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Retoma las tareas pendientes

Ahora que has vuelto a casa y a la rutina es el momento de retomar aquellas tareas domésticas que dejaste aparcadas. ¿Recuerdas la ducha que se estropeó justo antes de irte de vacaciones? Pues ahora es el momento de arreglarla.

Rescata también los proyectos decorativos que tengas en mente: buscar un espejo para el vestidor, redecorar el cuarto de tu hijo o cambiar el sofá del salón. Es el momento de retomar aquellas ilusiones deco con ganas e ilusión. ¡Y no solo eso! También las tareas pendientes y las gestiones menos gratificantes como revisar el sistema de calefacción antes de que llegue el frío o renovar la pintura de las paredes.

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Cambia las telas de la casa

El fin inminente del verano trae diversos cambios a la casa y uno de ellos está muy relacionado con los textiles de hogar. Los colores vivos y refrescantes, más propios del periodo estival, se pueden ir sustituyendo por otras tonalidades más cálidas y tonos neutros.

También cambian las texturas de las telas. Si en verano triunfan algodones, linos y lonetas, en otoño llegan tejidos más gruesos como el terciopelo, la chenilla o la lana. No se trata de retapizar los muebles ni de cambiar las cortinas, sino de sustituir fundas de cojín, la ropa de cama o los plaids del sofá.

A la hora de guardar los textiles de verano, primero lávalos o llévalos a la tintorería. Una vez bien secos, guárdalos en cajas o fundas a resguardo del polvo. Si tienes problemas de espacio puedes utilizar bolsas de vacío que ocupan mucho menos.

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La revisión de la despensa

Esta es una de las tareas que debes hacer durante los primeros días a la vuelta de las vacaciones. Más allá de abastecer la nevera con alimentos para el día a día, tendrás que revisar la despensa para saber qué productos tienes que reponer. Mira la fecha de caducidad de los que tienes y haz una limpieza a fondo de armarios, repisas, estanterías, etc.

Aprovecha para dedicar un momento a planificar los menús de las próximas semanas; así podrás hacer la compra de una forma más certera y rápida.

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Recoge la terraza

Puede que estés pensando que aún te quedan semanas para disfrutar de la terraza y seguramente el tiempo te lo permita, pero hay ciertas tareas que ya puedes ir haciendo. Como limpiar y guardar algunos muebles de exterior como las hamacas o las tumbonas de la piscina, o las sombrillas y parasoles. Límpialos según el material dándoles el tratamiento adecuado, y colócales fundas protectoras antes de guardarlos hasta el próximo verano. Tampoco está de más que hagas una buena limpieza de la terraza, del porche o de las zonas de estar del jardín.

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Haz el invernaje de la piscina

Aunque te ha deparado grandes momentos de diversión y un sinfín de chapuzones refrescantes, el uso de la piscina toca a su fin. Limpiarla y prepararla para la temporada próxima requiere un esfuerzo y una inversión de tiempo que debes programar. Si tratas el agua de la forma adecuada y le colocas a la piscina el cobertor que necesita estará perfecta cuando llegue el verano. Ahorrarás tiempo y dinero.

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Los cuidados que necesitan tus plantas

Ya sabes que el verano no es el mejor momento para las plantas y, aunque te haya esforzado por tratar de combatir el calor para que no les afectara demasiado, seguramente se hayan producido bajas y algunos problemas.

Puede que algunas se hayan secado, a pesar de haber instalado el riego automático y de haberlo programado para que no pasaran sed durante tus vacaciones. Haz un inventario de los daños y trata de poner solución a los que la tengan. Puedes hacer un viaje al vivero para reponer los ejemplares que se hayan perdido, y revisar cuáles son los cuidados tanto del jardín en otoño, como de las plantas de interior.

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Ve pensando en hacer el cambio de armario

Ese temido momento está a la vuelta de la esquina… Este año haz el propósito de llevarlo a cabo de una forma ordenada y sin estrés. Comienza por revisar la ropa de verano y separar la que no te has puesto ni una vez en todas estas semanas. ¡Seguro que tienes más de una prenda! Es el momento de decirlas adiós, siguiendo los consejos de Marie Kondo.

Por otro lado, puedes ir lavando y preparando todas aquellas prendas que ya no te vas a poner y buscando cajas para guardarlo todo. Dentro de un par de semanas habrá llegado el momento de hacer el cambio de armario, sacando las prendas de entretiempo, las de otoño e, incluso, los abrigos y ropa de invierno. ¡Prepárate para la tarea!

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