¿Verdad que no es lo mismo comer cualquier cosa que alimentarse bien? Pues las plantas también necesitan fertilizantes que les aporten nutrientes y las mantengan fuertes y sanas, que fomenten así su crecimiento frondoso y que produzcan flores y frutos. La suerte es que la necesidad de fertilizantes de las plantas por lo general es anual, es decir, se aplica solo a principio de la primavera, y que puedes recurrir a preparados caseros. Aunque no todos valen. ¿Leche o granos de arroz? No, descártalos porque no hacen aportes beneficiosos a las plantas del jardín, la terraza o de interior.
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¿Qué aportes debe dar tu fertilizante casero?
Los tres nutrientes principales que necesitan las plantas para desarrollarse son:
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Nitrógeno: sirve para el crecimiento de la planta. Es el nutriente que más necesita, pero también el que más rápidamente se agota, porque o bien se evapora o bien se lava con el riego.
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Fósforo: combate enfermedades y también sirve para que la planta produzca hojas y mantenga un buen color verde.
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Potasio: ayuda a la planta a desarrollar tallos fuertes y mantener un rápido crecimiento. Además, como el fósforo, también combate enfermedades.
En menores cantidades las plantas precisarán calcio, hierro, magnesio, zinc… Con estos datos en mente, veamos qué fertilizantes caseros son adecuados y cuáles resultarán una pérdida de tiempo.
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Compost
El compost es un abono natural muy efectivo a base de la descomposición de las materias orgánicas, como frutas, flores, hojas o virutas de madera. El compost no es difícil de hacer en casa y es un muy buen fertilizante que ayuda a mantener el sustrato de los jardines y aumenta los nutrientes y los minerales del suelo. Además, el producto resultante del compostaje da consistencia a los terrenos arenosos y esponjosidad a los más fangosos y regula la humedad y el PH. Un consejo: no emplees plantas enfermas para elaborarlo porque producirá mal olor.
También es excelente el humus de lombriz, aunque debes tener en cuenta que, en este caso, el trabajo para obtenerlo es alto.
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Ceniza de madera
La ceniza de madera es un elemento muy poderoso en jardinería y muy sencilla de obtener. La solución necesitará 1 kilo de ceniza por 12 de agua, dejando reposar un día entero. Luego podrás usarla a lo largo de un mes, no más tiempo.
Las cenizas de madera a base de leña quemada aportan buenas cantidades de potasio, el macronutriente más demandado por las plantas después del nitrógeno, y también de fósforo. Por otra parte, neutraliza la acidez del suelo (a lo que deberás prestar atención porque, en algunos casos, que eleve el PH puede resultar perjudicial) y estimula la actividad de las bacterias que fijan el nitrógeno en la tierra.
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Purín de ortiga
El purín de ortiga se viene usando desde hace siglos con excelentes resultados para las plantas y. además, no es excesivamente complicado de realizar. El proceso es el siguiente: agregar 100 gramos de ortigas frescas por cada litro de agua, mezclar bien y dejar reposar unas dos semanas. Convendrá remover la mezcla dos veces al día para una correcta maceración. Una vez pasados los 14 días se retiran las hojas de ortiga y ya tenemos el purín listo. Esta solución aporta nitrógeno al suelo y se aplica diluida en 1 parte de purín por 10 de agua.
Por cierto, otras hierbas que hacen grandes aportes a tus plantas en formato purín son el césped común, la alfalfa y la consuelda rusa.
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Posos de café
Los posos de café son otro fertilizante popular y aprovecharás un producto de deshecho. Se trata de un fertilizante de liberación lenta que aportará los tres nutrientes principales de los que hablábamos al inicio: nitrógeno, fósforo y potasio, además de otros micronutrientes. Para aplicarlo, simplemente se espolvorean los posos sobre el sustrato como si fuera un acolchado.
Extracto de suculentas
El gel de plantas suculentas y cactus, como el aloe vera o el nopal, aporta potasio y al mismo tiempo tiene funciones antibacterianas. El trabajo para obtenerlo es sencillo, se pelan las hojas y se extrae la gelatina de su interior. Es buena idea aplicar el gel por la planta cada 15 días durante el período de formación de frutos.
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Fertilizante casero con pieles de plátano
Con las pieles de plátano o banana haremos un té. Para la infusión necesitarás 5 pieles cortadas en trozos por 1,5 litro de agua y pon a hervir un cuarto de hora. Luego deja enfriar y ya puedes emplear el té que aporta mucho potasio y, en menor cantidad, también nitrógeno, fósforo y otros minerales.
¡Atención!: estos remedios caseros no funcionan
Es muy probable que hayas oído hablar de que la cáscara de huevo molida es un buen fertilizante, pues bien, aunque aporta calcio, las cantidades de nutrientes principales que da a las planas son insuficientes. También debes descartar el arroz diluido en agua, que no tiene ningún valor fertilizante ni revitalizante de la tierra. Tampoco la leche aporta beneficios a tus plantas.
De modo que, teniendo fertilizantes caseros que funcionan, deja de lado estos que solo serán una pérdida de tiempo.
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