Cuarto de lavado o de la lavadora, tendedero, planchador, lavadero, habitación de la colada… hay muchas maneras de referirse a él pero lo cierto es que es un espacio imprescindible en una casa. Un espacio destinado a la tarea de lavado de la ropa y, cuando se puede, a su almacenamiento, secado y planchado. Y es fundamental su organización. Queremos que tengas las claves para montar un cuarto de lavado aun cuando el espacio es el menor posible. Es frecuente no instalar la lavadora en la cocina, sino ubicarla en un espacio más acorde a su uso. ¡Toma nota!
¿Dónde montar un cuarto de lavado?
En realidad la lavadora sale de la cocina siempre que es posible instalarla en el baño, por ejemplo; en una galería cerrada, pequeña terraza ganada a la cocina, zona de tendedero, incluso; es posible instalarla en un armario en una zona de paso. Por montarlo, un cuarto de lavado se puede montar en cualquier lugar de la casa. Lo más adecuado es pensar en crear un rincón de limpieza en el que se pueda instalar además la secadora y que cuente con espacio para guardar los botes de detergente y suavizante, un pequeño barreño, la plancha y la tabla y la ropa pendiente de colada o plancha, en función de la organización. Tanto esta propuesta de Salice como la que abre el artículo de Cocinas Rekker permite ocultar el espacio con unas puertas que lo delimitan y lo hacen pasar por un armario. Las puertas pueden ser abatibles, escamoteables -se recogen a los lados y se integran en el costado-, correderas, plegables… pero siempre que no estorben y permitan abrir por completo la puerta de la lavadora y secadora (de ahí que las puertas abatibles tengan bisagras de apertura mayor de 90 grados).
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El cuarto de lavado más pequeño
Bastan 60 cm de ancho y 60 cm de fondo más un espacio de almacenaje de 30-40 cm de ancho para tener un frente bien organizado en el que lavadora y secadora se ubiquen en columna y haya espacio con baldas para almacenar. Delante de la lavadora y secadora, deben quedar al menos 60 cm para que una persona pueda moverse cómodamente y cargar los electrodomésticos, pensando en las prendas más grandes como toallas y sábanas. Ese es el espacio mínimo que necesitas para crear un cuarto de lavado: 1,20 metros cuadrados aproximadamente. Si los vas a delimitar, mejor con puerta corredera como en este proyecto de Natalia Zubizarreta Interiorismo.
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La colocación de la lavadora y de la secadora
Son los dos electrodomésticos más voluminosos de un cuarto de lavado. Como clave para montarlo bien lo primero que deberás decidir es si instalarlos en línea (uno junto a otro) o en columna. En el primer caso ocupan más pero puedes colocar una encimera sobre ellos y tener espacio de apoyo. En el segundo, se coloca la secadora sobre la lavadora con un estante entre ellos para dar estabilidad y evitar movimientos. Siempre con esta disposición, hay que cargar la secadora levantando los brazos y, por tanto, la carga. Se suele colocar también un estante extraíble entre los electrodomésticos para apoyar ahí la ropa en un cubo o bandeja. Aquí, el estudio Sube Interiorismo ha optado por la instalación en columna, seguida de un módulo bajo con encimera que cuenta con un módulo extraíble para la ropa pendiente de colada. Más ideas a copiar: el radiador toallero que caldea y sirve para secar más rápidamente alguna prenda pequeña.
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Las instalaciones a planificar
Allí donde pienses crear el cuarto de lavado o la zona, ya que puede quedar en un armario como en este baño de la interiorista Natalia Zubizarreta; deberás llevar una toma de agua para la lavadora así como un enchufe. Y en el caso de que coloques secadora también lleva una toma de corriente y un desagüe (hay secadoras con y sin él. Las que llevan desagüe son más cómodas porque no tienes que preocuparte de vaciar el depósito en el que se acumula el agua). Si hay una zona de encimera, instala algún otro enchufe en el frente y, si el espacio lo permite, colocar un pequeño fregadero es práctico para aclarar o pre lavar alguna prenda.
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Los materiales de un cuarto de lavado
En realidad un cuarto de lavado puede diseñarse y organizarse con los mismos materiales que la cocina, si se ubica a continuación de esta; en otros diferentes, en acabados neutros o en otros más vistosos. Lo idea es que el suelo soporte el contacto con el agua por si hay fugas. Cuando hay un fregadero en el cuarto de lavado, el frente y la encimera también deben ser resistentes. Pero en las paredes se puede usar pintura o papel pintado, como ha hecho aquí Pía Capdevila Interiorismo.
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Separación entre cocina y cuarto de lavado
Cuanto la zona de lavadora se ubica a continuación de la cocina, un caso bastante frecuente, es posible delimitar cada ambiente a través de una puerta abatible o corredera según el caso o con un cerramiento. Esto evita ruidos por ejemplo cuando la lavadora está en funcionamiento y hay un office en la cocina. Que haya una puerta es importante también si el cuarto de lavado cuenta con tendedero para evitar que la ropa limpia coja olores cuando se cocina. Este proyecto pertenece a Decoryver y cuenta con un fregadero lavadero (específico para hacer la colada, ya que dispone de una zona destinada especialmente a lavado a mano) y a continuación lavadora con encimera encima.
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Zona de lavado integrada en la cocina
Como en este proyecto de Sube Interiorismo en el que la lavadora queda integrada en un frente de armarios. Lo mismo puedes hacer con la secadora. En un módulo columna puede quedar oculta la tabla de la plancha y la plancha. También el tendedero plegable. Que los electrodomésticos sean integrables implica que son modelos concretos para este acabado. Tienen los frentes lisos y planos para que cierre la puerta y llevan la instalación en el frente para colocar las bisagras de las puertas. Están predefinidos los espacios en los que encajarán las bisagras a ambos lados del electrodoméstico para que decidas con qué orientación abrirá la puerta. Por lo general, esta queda totalmente cerrada con un imán. De esta manera, el fondo de los módulos es de 60 cm.
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Cuarto de lavado con cestos para la ropa
Según dónde se ubique el cuarto de lavado, colocar en él unos cestos para la ropa pendiente de colada es una buena idea. Por un lardo, tendrás las prendas junto a la lavadora. Eso sí, debe resultar cómodo el acceso desde dormitorios o baños, que son las zonas donde habitualmente nos desprendemos de la ropa. Si tienes espacio, disponer de al menos dos contenedores ayuda a dejar la ropa ya organizada por color, lo que facilita su posterior lavado.
¿También con tendedero? Mejor con ventilación
Que el cuarto de lavado tenga una ventana es un plus, ya que no solo contará con luz natural, sino que será posible ventilar el espacio. Esto es importante sobre todo si vas a reservar un espacio para tender la ropa. Así favorecerás su secado. El tendedero puede ser extraíble de pared, de manera que solo lo abras cuando necesites tender. Puede tratarse de un diseño de techo o colocar barras para colgar en perchas las prendas que más se arrugan como camisas y blusas. También si hay zona de planchado en el cuarto de lavado, una barra -como la que aparece en este ambiente- sirve para colgar las prendas ya planchadas mientras pierden temperatura antes de guardarlas en el armario.
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Otra organización del cuarto de lavado: en L
Dröm Living ha diseñado este cuarto de lavado en L con un frente bajo con la lavadora y la secadora instaladas en línea y un módulo con gavetas y fregadero. La encimera se prolonga en el frente con un pequeño zócalo del mismo material que protege la pared, pintada en tono neutro en el resto del espacio. Un frente de armarios completa el espacio. Es perfecto para guardar botes, productos, la plancha, la tabla, el tendedero, etc. sin que nada quede a la vista. El espacio que queda hasta la pared desde los armarios se aprovecha con un módulo con persiana.
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Claves para montar un lavadero 'low cost'
Y si cuentas con una galería ganada a la terraza, una zona de tendedero o un cuarto sin uso en el que quieres crear un espacio de lavado y plancha pero sin hacer una gran inversión, debes recurrir a los sistemas de organización por módulos y elementos. Funcionan con guías metálicas que se instalan en la pared y en las que se sujetan las baldas (y otros accesorios) a la altura deseada. Este cuarto de lavado es de Ikea con un sistema que permite sacar partido a la pared y deja la parte inferior para instalar lavadora y secadora así como cajoneras con cestas a cada lado. Este sistema es más económico que los módulos con puertas, aunque estos últimos también puedes dejarlos sin frentes y ahorrar.