En decoración de interiores, una manera rápida y económica de dar un cambio radical al interiorismo es a través del uso del color y, concretamente, con la pintura de las paredes. Pintar la casa es una reforma sencilla que puede ayudarte a sentir tu hogar más confortable, dinámico, elegante, clásico… Así que, como sus matices son importantes, nos centramos en el lado más práctico de la pintura y te detallamos los tipos que hay y los colores por los que debes optar según la estancia de la casa. Siempre partiendo de la base de que hay un universo de tonalidades y matices y que ningún tono está prohibido como tal sino que depende de las características del espacio y gustos personales.
Tipo de pintura para pintar el salón
La estancia reina de la casa. El cuarto de estar, ese lugar en el que recibimos a las visitas y queremos que se sientan como en casa pero también que nos acoge a nosotros cada día al terminar la jornada o durante más horas el fin de semana. Vemos una película, leemos, escuchamos música… El tipo de pintura más adecuada para pintar el salón es la pintura plástica en acabado mate. Es cierto que según los colores el acabado mate es más delicado al roce (generalmente los oscuros). Otra opción es el acabado satinado. Pero evita el brillo. La tendencia en ambientes calmados es mate (como en este salón retratado por Lisa Cohen Photography, como el que abre el artículo). La pintura plástica es resistente. Hay marcas que ofrecen pinturas con un plus de resistencia al roce y que se limpian fácilmente. Las pinturas ecológicas son una buena opción para toda la casa por la ausencia de olores y otras sustancias químicas que desprenden. Son beneficiosas para la salud.
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Colores claros para pintar el salón
Son una baza segura. Si buscas un salón de neutros, calmado y sosegado, que se sienta luminoso, juega con una paleta de blancos y otras tonalidades suaves como los grises o arenas. Los primeros son más contemporáneos y los segundos más tradicionales y siempre cálidos. Lejos de lo que puedas pensar hay una gran variedad de tonos en esta gama cromática. Evita los colores vainillas, más demodé. El color greige, mezcla de gris y beige, más cálido que un gris convencional; se mueve entre ambientes más actuales y tradicionales según el estilo de los muebles.
¿Cuándo usar colores oscuros para pintar el salón?
Como ya hemos comentado, ningún tono está prohibido a la hora de imaginar la paleta cromática de una casa. Es cierto que deberías guardar unidad entre las estancias, aunque en cada una puedes dar personalidad a través del color usado en una pared. Este salón se pinta en tono oscuro porque es extremadamente luminoso. Está bañado por la luz natural y cuenta con varias ventanas que dejan "poca superficie" de pared para pintar. Se ha buscado el contraste con la carpintería en blanco; un detalle que también da luminosidad al gris. Juega con una pared de acento. El gris oscuro es marcado y neutro, moderno. Un color verde siempre es elegante. El azul es más profundo. Evita los colores caldera en el salón.
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Tipo de pintura y tonos para decorar el comedor
En estancias pequeñas, cuando salón y comedor comparten espacio, es preferible dar unidad a las paredes con los mismos colores. Como idea para delimitar, es posible cambiar de intensidad en la misma paleta cromática en la zona del comedor. En las más grandes se pueden diferenciar los ambientes a través de ese color en las paredes. Así que guíate del tono que te apetezca para el salón y llévalo al comedor. En general, los colores arena, tierra, verde… conectarán con la tierra. Los grises resultarán modernos y actuales, aunque algo más fríos. Los anaranjados darán mucha vitalidad. El tipo de pintura, mejor que sea plástica, incluso, lavable para que si hay alguna mancha por accidente se pueda eliminar -fundamental si hay niños pequeños o la mesa queda muy cerca de una pared-. Como tipo de pintura para pintar el comedor también puedes contemplar las pinturas con efecto, para que sin saturar, añadas matices. Incluso, si no quieres papel pintado, piensa en pinturas que puedas aplicar con rodillos decorados y plasmar un patrón repetitivo en una de las paredes.
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La pintura de la cocina
Nos referimos de nuevo a la pintura con la que decorar las paredes (porque en el caso de los muebles las pinturas son específicas para tal fin). Las paredes de la cocina, si son lisas sin azulejos, puedes pintarlas con pintura plástica o esmaltada o de esmalte. Esta última, aunque algo más elevada de precio, tiene un acabado tipo esmalte que favorece su limpieza ya que no absorbe manchas y se puede hasta frotar. Lo que hace es crear una capa de material impermeable que puede estar acabada en mate, brillo o satinado. En el techo, en general, al no estar expuesto a roces, en toda la casa opta por pintura plástica.
En cuanto a los colores, dale una tonalidad (uno o dos tonos por encima de los muebles) para que contraste ligeramente con el mobiliario de cocina busca tonos opuestos. Evita los colores muy oscuros porque no dan sensación de limpieza y en ellos se notan más las salpicaduras. Si usas un tono intenso en la parte alta de la pared y creas un zócalo de azulejos en la inferior, acercarás el techo.
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La pintura del dormitorio
La pintura ecológica es una opción interesante, ya que se trata del lugar en el que dormimos. Si lo es para lograr el bienestar en toda la casa y cuidar de nuestra salud, en el dormitorio con más razón es un tipo de pintura a contemplar. También las pinturas con efectos para, por ejemplo, destacar la pared del cabecero. Los tonos claros y suaves favorecen la conciliación del sueño. Hay que buscar un ambiente calmado. Las tonalidades han de ser cálidas y las más vibrantes (como amarillos intensos, naranjas o rojos) están descartadas si lo que buscas es relajarte.
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En general, busca un ambiente 'slow'
Para decorar el dormitorio es fundamental. Te ayudará a conciliar el sueño y relajarte. ¿Cómo hacerlo? Con tonos neutros en las paredes. Puedes jugar con un tono más intenso (no estridente) en la pared del cabecero. Incluso jugar aquí con el efecto zócalo y crear uno con molduras que puedas pintar para dar dinamismo. Este otoño que viene de 2021 se llevan los tonos verdosos en cualquiera de sus intensidades (aquí las ves combinadas) y es una buena opción para pintar las paredes del dormitorio.
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Un rincón especial en el dormitorio
A través del color puedes delimitar visualmente un espacio de uso concreto que comparta ubicación con el dormitorio. Puede tratarse de un espacio de trabajo o de un tocador. Usa la pintura de la pared para marcar con una franja que ocupe su espacio. Es atrevido pintar también el rodapié de la zona, pero muy original.
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El recibidor y zonas de paso
Aquí conviene diferenciar entre recibidor o entrada a la casa y el pasillo. El primero es un ambiente que invita a entrar y que sirve de carta de presentación. Tanto si el espacio es especialmente pequeño como si es amplio, piensa que el color te ayudará a darle personalidad. Pintar una pared o incluso el techo, o solo las molduras, en un color atrevido acapara miradas y lo llena todo. En este sentido, contempla colores muy cálidos y confortables que den sensación de hogar (cualquiera de los vinculados a la tierra). Por otra parte, para los pasillos y espacios distribuidores es preferible ser más conservador. Se suelen tratar de zonas sin demasiada luz, incluso, algo angostas. Así que no te la juegues.
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Tipo de pintura para la terraza, el patio o el porche
Aquí es importante que el color elegido no atraiga el calor si recibe bastante sol o la temperatura es elevada en verano. Los colores neutros (el blanco) rechazan la luz, no la absorben. Es importante escoger una pintura específica para exterior para que soporte bien las condiciones climatológicas. Las hay que previenen la aparición de humedades, algo interesante si las padeces o la pared a pintar está en contacto directo con tierra que pueda hacer que "suba" la humedad por capilaridad. Además de las pinturas acrílicas y plásticas que verás en las superficies especializadas -especiales para exteriores y fachadas- existen otros tipos de pinturas como la pintura acrílica al polisiloxano, muy resistente a la humedad, la lluvia y el sol (puede llegar a durar hasta 15 años). Si la superficie de la terraza o espacio a exterior a pintar es irregular, la pintura elástica tiene una composición hace que se diluya y se extienda fácilmente. La pintura hidriopolite está fabricada a base de resinas acrílicas de gran resistencia. Contémplala para pintar fachadas en climas secos. Si por el contrario hay humedad en la terraza o patio, pintura al silicato. El mobiliario y accesorios de esta imagen se venden en The Room Living.
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Colores y tipo de pintura para habitaciones infantiles
El mundo de los más pequeños admite muchas licencias. Es posible crear espacios neutros o vibrantes. Los tonos intensos siempre alteran más por eso es importante tener en cuenta cómo afectan los colores a tu hijo. En la zona de descanso es preferible que sean calmados (el azul aquí tiene un poder único). En rincones de juegos, todo está permitido. Hay colores como el amarillo que animan y pueden ser útiles para pintar las paredes de una zona de estudio, para que se llenen de fuerza y que además favorezcan su concentración. Las pinturas de las habitaciones infantiles han de ser resistentes a las manchas y específicamente a, por ejemplo, las pintadas de rotulador. Hay pinturas que permiten su lavado.
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La pintura del baño
Como en el caso de la cocina, las pinturas plásticas y las de esmalte son apropiadas. Pero además, hay un tipo de pintura interesante para el baño: la pintura antihumedad y/o antimoho. Es útil para ambientes en los que se acumula humedad, como puede ser el baño durante una ducha. Previene la aparición de manchas. Juega con colores que transmitan limpieza. En aseos, como en los recibidores, puedes permitirte una decoración más impactante a través de la pintura. Pintar el techo, por ejemplo, funciona.
Zonas de estudio: pintura que favorezca la concentración
Si tenemos en cuenta la cromoterapia, hay tonalidades que ayudan a concentrarnos en la tarea que llevamos a cabo. Estas son una opción para pintar las paredes de los despachos o zonas de trabajo. El ambiente debe ser calmado, pero también ha de invitar y animar a trabajar. No tiene que relajarnos para ir a dormir, sino calmarnos, pero ayudarnos a mantener una actitud enérgica frente al trabajo. Azules y grises son colores más fríos pero que favorecen la concentración. No cansan la vista. Naranjas y amarillos son más luminosos, revitalizan y estimulan la creatividad.
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