¿Estás buscando una planta alegre para animar un poco el jardín, la terraza o el balcón? Por su belleza y el colorido de sus flores, el crisantemo puede ser justo lo que estás buscando. Descubre cómo es esta planta especial.
Muchas ventajas, pocos cuidados
El crisantemo (Chrysanthemum morifolium) es una planta que da mucho por poco, ya que es muy fácil de cultivar y aporta gran belleza allí donde la pongas. Pertenece a la familia de las Compositae (Compuestas) y es una especie perenne de carácter ornamental, que se suele cultivar para adornar cualquier espacio, ya sea de exterior o de interior. En ambos emplazamientos estará feliz.
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Flores grandes y llenas de color
Es el mayor encanto del crisantemo: su abundante y espectacular floración. Hacia el final del verano, y hasta que acaba el otoño, comienzan a surgir en la planta numerosos capullos que se convertirán en grandes flores de diferentes colores. Pueden ser blancas, amarillas, anaranjadas, rosas, moradas o rojas, y presentar diversas formas, en función de la variedad.
Las flores de los crisantemos, una vez cortadas, son muy duraderas, siempre que las tengas en un recipiente con agua que cambies con frecuencia, y elimines las hojas que puedan quedar sumergidas para evitar que se pudran y estropeen el agua. Con estos cuidados te pueden durar hasta tres semanas.
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¿Dónde cultivar los crisantemos?
El mejor sitio para colocar crisantemos en el jardín es un rincón a pleno sol, ya que se trata de una planta que necesita mucha luz para florecer.
Ya sea en el suelo o en un contenedor, es importante procurarle un terreno enriquecido con materia orgánica, para que a la planta no le falten nutrientes y pueda crecer saludable. Procura que esté en un lugar protegido de las corrientes y vientos fuertes.
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Plántalos en maceta
El crisantemo, sea cual sea su variedad, es la planta perfecta pata cultivar en maceta, siempre que le busques el contenedor adecuado. Debe ser un tiesto de entre 20 y 25 cm de diámetro, relleno con una mezcla de sustrato vegetal y turba.
La ventaja de cultivar los crisantemos en maceta es que podrás trasladarlos a otro lugar más adecuado siempre que sea necesario.
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¡Cuidado con las heladas!
En lo que a la temperatura se refiere, el crisantemo puede ser algo exigente, ya que no presenta mucha tolerancia al frío. Se trata de una planta que sufre bastante con las bajas temperaturas y que no soporta las heladas.
El rango de temperatura en el que se encuentra bien es de entre 12 y 17 grados, por lo que deberás protegerla en cuanto comience el otoño trasladándola a un lugar más cálido.
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La mejor pauta de riego
Regar los crisantemos de forma correcta es el principal requisito que has de cumplir para conseguir que estén esplendorosos. La clave está en aportarles agua de forma frecuente pero teniendo cuidado de no encharcar el sustrato, ya que eso les perjudicará bastante.
Lo mejor es mantener la tierra siempre húmeda y regar cuando se seque, procurando no mojar las hojas y los capullos de las flores.
Riega los crisantemos por la mañana. Si lo haces por la noche la tierra no se secará y se corre el riesgo de que aparezcan hongos.
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¿Hay que abonarla?
El crisantemo es una planta de flor y, como tal, necesita disponer de una cantidad abundante de nutrientes que pueda absorber del sustrato.
Por eso conviene abonarla cada quince días, o al menos una vez al mes, con un fertilizante líquido para plantas de flor diluido en el agua de riego.
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¿Conviene podar los crisantemos?
Si realizas una poda a las plantas de crisantemos conseguirás que florezcan más y mejor el año próximo.
El mejor momento para hacerlo es después de la floración. En cuanto la planta pierda las flores ya puedes cortar las ramas dejando los tallos a unos 5 cm.
Incluso cuando tus crisantemos estén en floración puedes eliminar los capullos secundarios para dejar una sola flor por cada tallo.
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¿Qué le pasa a mis crisantemos?
Si permaneces atenta a las señales que te mandan tus plantas sabrás están creciendo de la manera adecuada o si tienen algún problema.
- Las flores no se abren: es un claro signo de que les falta luz. Búscales un emplazamiento más soleado y verás cómo mejora la floración.
- Han aparecido unas manchas rojizas en el envés de las hojas: el exceso de humedad ha provocado la aparición de roya, un hongo que tendrás que combatir con fungicidas adecuados.
- Manchas marrones en los pétalos de las flores: tus crisantemos están afectados por el hongo botrytis cinerea. Aplica el fungicida específico para eliminarlo.
- Si las hojas aparecen deformadas y tienen un polvillo el problema es el oídio, otro de los hongos más habituales en crisantemos.
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