Cómo dar con la mejor distribución del espacio en la cocina

En la decoración de la cocina una parte importante del éxito reside en la distribución del espacio. Si con frecuencia nos centramos en los acabados, combinación de materiales y su resistencia; hoy miramos a la parte más técnica: la organización de la cocina. Estas ideas te ayudarán a dar con la mejor distribución posible según sea tu espacio en dimensiones y forma de la planta. Tendrás las claves que podrás aplicar en el diseño.

La importancia del triángulo de trabajo: primera idea

Por algo existe. Y es que el triángulo de trabajo es una de las claves que hay que considerar a la hora de distribuir la cocina. Siempre hay que tenerlo en cuenta porque garantiza un uso racional y cómodo. Se trata de cómo quedará la circulación entre las zonas de cocción, lavado y almacenaje. Lo ideal es que se cree un triángulo, a pesar de que en ocasiones, con una cocina estrecha, la distribución del mobiliario será en línea y no podremos jugar con un triángulo como tal. Desde Marina Cocinas -a quien pertenece este proyecto y el que abre el artículo-, en este sentido, lo explican así: "para diseñar una cocina, lo primero que tenemos en cuenta es el triángulo de trabajo. Está formado por el fregadero, la zona de preparación de alimentos, y la nevera. Los tres deben estar lo más cerca posible, o ubicados de forma que su accesibilidad sea lo más cómoda posible. Así, reduciremos los desplazamientos innecesarios y garantizaremos una funcionalidad óptima de la cocina al completo". En cifras, se podría decir que no conviene que ninguno de los lados de ese triángulo sea mayor de 2,50 m ni menor de 1,20 m.

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¿Necesitas ganar espacio? ¿Luminosidad? ¿Amplitud?

Antes de distribuir la cocina, para dar con la mejor organización del espacio hay que dar respuesta a estas preguntas. Sus respuestas harán que tengas que pensar en derribar algún tabique o en sustituirlo por cerramientos acristalados. Estas soluciones son muy interesantes y atractivas decorativamente hablando, pero has de contemplar que su uso influirá en la distribución en sí del espacio y en la colocación de los muebles (así como en el tipo de mobiliario). Por eso hay que pensar que todo esté acorde de manera que, abriendo un tabique, no pierdas capacidad de almacenaje ni superficie de trabajo.

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¿Qué necesidades reales existen?

Otra de las claves para dar con la mejor distribución posible es pararte a hacer este análisis. Antes de dejarse llevar por las cocinas que vemos, hay que analizar qué necesita cada uno realmente. La cocina ha de dar respuesta de manera funcional. No es lo mismo diseñar y distribuir una cocina para una pareja que para una familia. Para alguien que cocina o para quien no suele hacerlo más que para preparar lo básico. Para alguien que tiene alma repostera o para quien solo calienta platos preparados. ¿Hay que crear un módulo de lavado con lavadora y secadora o se pueden llevar a otro lugar estos electrodomésticos? Esas necesidades responden a estas cuestiones.

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Otra clave de distribución: ¿es preciso un comedor de diario en la cocina?

Porque si lo es, habrá que tenerlo en cuenta para reservar un espacio en la organización de la planta. Y en función de esta determinación, habrá que analizar metros y pensar en un office como tal con mesa o en una solución más ligera con barra. Cuando las cocinas tienen isla o península -como en este espacio diseñado por Natalia Zubizarreta Interiorismo- es posible prolonga la encimera en una ligera barra de desayunos y comidas rápidas.

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Ideas de distribución para cocinas abiertas

Las cocinas abiertas pueden ser grandes o pequeñas. En las pequeñas la opción de prescindir de tabiques concede amplitud. Para no perder espacio de trabajo y almacenaje es frecuente delimitar el ambiente con una península o isla. Solo en las muy pequeñas, se mantiene la distribución del mobiliario de cocina en un frente o en L sin nada que corte el paso hacia la estancia contigua. En las cocinas grandes, al abrir la estancia se logra continuidad. Es una buena idea cuando hay un comedor confortable "al otro lado". Cuando se abre la cocina, pero se instala un frente de muebles a modo de isla o península se pueden "sacar" los muebles de cara al comedor -como en este proyecto de The Room Studio- con un módulo de fondo extra. Lo ideal, cuando se busca continuidad visual, es que no haya muebles altos encima. En caso de instalar la placa, piensa en campanas encastradas en el techo.

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Cocinas de distribución en línea

Cocinas estrechas y alargadas son las que mejor uso de esta distribución hacen. En este caso el mobiliario debe ir adosado a una pared para dejar espacio de circulación desde los muebles a la pared contraria (deben quedar 80 cm al menos, de manera que la puerta del lavavajillas abra sin problema). Cualquier apertura que pueda tener la cocina en la pared más larga que no lleva muebles concederá amplitud. Incluso, un revestimiento espejado es una buena idea para darle un toque de sofisticación al ambiente.

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Con frentes en paralelo

Las distribuciones con dos frentes en paralelo encajan en cocinas alargadas pero no tan estrechas como para no poder aprovechar las dos paredes. De nuevo, hay que pensar que queden 80 cm de espacio en el centro y se puede organizar el espacio con un frente de 60 cm de fondo que acoja las zonas de trabajo y otro más estrecho (40 cm) en el lado contrario que apoye con encimera de trabajo y espacio para guardar y preparar alimentos. En cocinas más anchas, con dos módulos de 60 cm de fondo enfrentados, es posible separar -como en esta cocina- zona de fregado y de cocción.

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Cocinas en forma de L

Perfectas para cocinas de planta cuadrada. Según dimensiones y necesidades, estas cocinas se pueden distribuir con muebles en forma de L o en U. La L permite dejar un frente despejado para ubicar un comedor o puede que en él se encuentre la puerta de acceso. También es perfecto para abrirse al salón con un cerramiento o un panel corredero. Las cocinas más cuadradas también tienen la opción de aprovechar el espacio central para ubicar el office, o según tamaño, una isla. En mini cocinas abiertas también es una opción. En cuanto a las columnas de horno y microondas, despensa o frigorífico, llévalas a un lado (en un extremo) o repartidas en cada punto más alejado de la L.

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Cocinas con isla: ¿cuándo sé que es la distribución idónea?

Pues en los siguientes casos: bien en cocinas de planta cuadrada, bien en cocinas abiertas en las que se busca un elemento delimitador. Estas pueden disponer de un frente de muebles en línea o en L. Es más raro contar con isla y frentes paralelos, ya que el espacio debe ser muy amplio, pero también es posible. Con las cocinas en L, uno de los lados se organiza con muebles columna y el otro con espacio de trabajo. La isla puede acoger placa, fregadero o solo muebles y encimera. Este elemento se presta a llevar barra o a adosar una mesa de comedor.

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O con un comedor en el espacio central libre

Con la misma idea de instalar una isla central en una cocina con distribución en L es posible colocar un carro o mueble auxiliar o una mesa de comedor. Esta sirve como espacio de apoyo para dejar platos preparados mientras no se usa para comer o cenar. La comodidad es que el comedor queda cerca de los alimentos y del acceso al frigorífico; por el contrario, este queda totalmente integrado en la cocina que cuando está en uso o desordenada no se puede ocultar. En esta cocina con mobiliario de Kvik, diseñada por Erico Navazo para Casa Decor, el frente de trabajo se organiza sin módulos altos, con un bonito zócalo de azulejos con textura; mientras que el módulo de columnas queda encastrado en la pared, con una integración total.

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