Michelle Pfeiffer vende su impresionante mansión de Los Ángeles, ¿entramos?

Un año, ese es el corto periodo de tiempo que han pasado Michelle Pfeiffer y su marido, el productor David E. Kelley, en su espectacular mansión de Los Ángeles. Sin embargo, en tan solo 12 meses (15 para ser más concretos), su inversión ha subido más de un millón de euros, ya que la casa sale a la venta por casi 21,2 millones de euros. Todo un (lucrativo) movimiento inmobiliario.

Situada en una de las zonas más exclusivas de Los Ángeles, donde viven famosos como Ben Affleck, y diseñada por Steve Giannetti, uno de los arquitectos más reconocidos entre los residentes del lugar, la casa evoca el estilo mediterráneo, fresco, con colores neutros y conectado con la naturaleza, combinando, al mismo tiempo, elementos modernos con el encanto de las villas junto al mar. En definitiva, un refugio perfecto para una pareja que va a cumplir 28 años de casados.

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Conectada con el exterior

La mansión de la actriz de ‘La edad de la inocencia’ o ‘Mentes peligrosas’ elimina las barreras con el jardín, mediante grandes ventanales correderos, que al abrirse desaparecen, fusionando el interior con el exterior, lo que permite no solo disfrutar de las vistas desde el estar sino también sentirse fuera, aunque estés cómodamente instalada en el rincón de la chimenea. Los tonos neutros se apoderan de paredes y mobiliario, creando un espacio confortable y cálido, potenciado por las vigas del techo y el suelo de madera. Dadas las dimensiones del salón, se han establecido dos zonas, según su uso, delimitadas por grandes alfombras. Así, hay un rincón de estar y uno junto a la chimenea, donde se ha colocado un imponente piano.

Salón abierto

Convertido en el alma de la casa, el salón XL expresa a la perfección esa relación abierta de la casa con el exterior y las estancias interiores, ya que, aunque el comedor y la cocina son independientes, como no existen puertas forman también parte de este gran espacio social. El estilo mediterráneo se apodera de muebles y complementos, inundando todo de luz (una de las señas de identidad de este ‘look’) y apostando por los tonos neutros y los materiales naturales con los sofás blancos, la madera de los muebles, el suelo y las vigas del techo, el tabique de piedra del estar y las telas naturales. La iluminación, con apliques y lámparas de sobremesa, y accesorios como las alfombras, los cojines o el cuadro refuerzan la calidez y el confort.

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Comedor formal

Comunicado con el salón mediante un gran arco, el comedor formal aporta a la decoración mediterránea del resto de la casa su toque de ‘glamour’, debido en parte a detalles como la lámpara de araña, las sillas tapizadas, la mesa de madera gris o el cuadro con el marco dorado. Una alfombra vuelve a actuar como ‘tabique’ visual, mientras que el almacenaje se ha solucionado con un mueble de obra con trasera y baldas de madera y zona inferior de armarios. Para mantener la comunicación con el exterior, las ventanas se han vestido con un estor que se recoge sobre el marco, evitando interferencias visuales con el jardín.

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Cocina con dos islas

La cocina cumple todas las expectativas de aquellos a los que no solo les gusta cocinar y comer, la actriz es vegetariana y cuida mucho su alimentación, sino que creen que, además, es el corazón de la casa. Un concepto también muy mediterráneo. Con una cocina Lacanche, una auténtica joya importada de Francia, con antepecho de azulejos blancos brillantes, las grandes estrellas son, sin embargo, las dos islas. Situadas en paralelo y con lámparas de suspensión gemelas, actúan una como barra de desayunos con zona de almacenaje y la otra alberga un fregadero (hay otro) y cajones. Nos encanta el rincón, tipo tocador, con taburete muy práctico para ver recetas en la tableta o charlar por teléfono. El espacio se completa con un ‘office’, separado por un mueble con fregadero.

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Despacho bohemio

Si el resto de la vivienda de Michelle Pfeiffer y su marido apuestan por el estilo mediterráneo tranquilo y cálido, el despacho supone todo un viaje decorativo a un rincón de África. Con una chimenea de mármol coronada por un cuadro en blanco y negro de un elefante y dos apliques, la mesa de madera y la butaca Egg de Arne Jacobsen en cuero envejecido se complementan con una alfombra y accesorios étnicos como la alfombra, el puf y varios adornos. Las plantas y la abundante luz natural crean un rincón ideal para trabajar en casa.

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Dormitorio principal

Con salida al jardín y con chimenea, el dormitorio de matrimonio (en total hay seis) mantiene la decoración de interiores tranquila y relajada del resto de la vivienda. A diferencia de las otras estancias, aquí las ventanas se han vestido con cortinas, lo que permite crear la atmósfera idónea para cada momento del día y de la noche. Decorado en tonos neutros, los cremas y beis se sustituyen por diferentes tonalidades de grises, un color neutro con un plus de sofisticación. Buscando mayor confort, la cama tapizada se complementa con varios cojines y sábanas y fundas mullidas y agradables y el suelo se ha vestido con una alfombra de gran tamaño. La banqueta descalzadora completa el conjunto.

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Bañera exenta

Las bañeras exentas con vistas son esos lujos que pocos pueden permitirse y que ayudan a crear el baño de tus sueños, ese lugar donde desconectar y recargar las pilas. Este cuarto de baño con alma de ‘spa’, la vivienda cuenta con 11, apuesta por el lujo sofisticado sin excesos. Por eso, el suelo original de mármol se ha sustituido por un cerámico, más moderno y acorde con la filosofía de vida de sus habitantes, y los sanitarios se ocultan tras grandes puertas de espejo.

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Espacios al aire libre

El exterior de la mansión es un reflejo del estilo decorativo del interior, con una paleta cromática relajada que se integra a la perfección con el verde del jardín. Distribuido en tres zonas (salón, comedor y relax), las dos primeras se protegen bajo una pérgola, que se pliega en su totalidad cuando el sol se esconde, proporcionando más frescura. Como dentro de casa, el estar cuenta con sofás blancos, lo que mantiene el vínculo ‘in&out’, mientras que el comedor apuesta por un aire campestre, más colonial.

Junto a la piscina

Con abundante y exuberante vegetación, el jardín de unos 1.400 metros cuadrados permite disfrutar del buen tiempo como si estuvieras en un rincón del Mediterráneo. Alrededor de la piscina infinita, que se funde con el paisaje, se han colocado un pequeño rincón de estar, perfecto para el aperitivo, y varias tumbonas de madera con colchoneta blanca, a juego con el resto de textiles, y con cojines de rayas en azul y blanco, haciendo un guiño al estilo marinero.

Sala de cine

No es de extrañar que la mansión de Michelle Pfeiffer y su marido cuente con una sala multimedia donde disfrutar de películas actuales o de algunas de las interpretaciones más memorables de la actriz. Equipada con una gran pantalla, un sofá XL lleno de cojines y una segunda fila de asientos, el suelo de madera se ha sustituido por moqueta, lo que contribuye aún más a una atmósfera cinéfila. La iluminación también se ha cuidado al máximo para evitar molestos reflejos.