Un precioso piso en Menorca con una decoración 'slow' al más puro estilo mediterráneo

Un aparador bajo como vitrina de exposición

El aparador es totalmente transparente, para mostrar los más objetos de decoración. Se trata de un mueble de Taller de las indias, que contiene libros de decoración y de viajes, cuencos de inspiración marinera así como cestos de mimbre.

Y sobre este mueble expositor se apoya una lámpara de terracota y fibras y unos esculturales candelabros, todo de Rock the kasbah.

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Exotismo y un colorido más subido

En este dormitorio con dos camas, las tonalidades naturales vuelven a reinar como en el resto de espacios, aunque en unas gamas más fuertes para reclamar más su presencia. Por ejemplo, en la colcha de Zara Home y en la bandeja africana en arena y negro que decora la pared de los cabeceros, aportando un inconfundible sello étnico, que es de Couleur locale. Se trata de la habitación juvenil y se ha querido ofrecer así un aire más desenfadado.

Todas las estancias sin excepción han sido decoradas con gran mimo, combinando texturas naturales, madera, colores suaves y tejidos livianos de lino que ofrecen simplicidad, elegancia y crean una sensación única de bienestar. Este es un piso menorquín muy auténtico al que el interiorista Anthony Chevallier le ha sacado todo su potencial. Un lugar para soñar, descansar, relajarse y, muy especialmente, disfrutar.

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Ideas brillantes

Un práctico equipamiento a base de mesa, sillas y lámpara puede usarse como tocador para maquillarse o a modo de escritorio. La mesa y el estante en castaño se encargan a medida y la silla tapizada en un fresco lino es de Westwing. Aunque lo que más destaca de este rincón es la iluminación, con una lámpara de bombilla vista y, un modelo colgante sobre la mesita de noche. El interiorista cuenta al respecto que “quería aportar ligereza y sencillez en la decoración a través de la luminaria. Las lámparas suspendidas de la firma tunecina Cinq étoiles ayudan a vestir visualmente la pared y resultan más ligeras que unas que se apoyaran en la mesita”.

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Un dormitorio muy bien equipado

Otra habitación doble hace las delicias de los invitados. Aquí los blancos, beiges y arena reinan para crear una imagen sosegada. Y un gran armario ropero de suelo a techo se ‘camufla’ en el ambiente, al presentar el mismo color blanco que las paredes, unos muros texturados al estilo rústico realizados por artesanos menorquines.

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Un baño bien compartimentado y único

Abierto al dormitorio, el baño en suite es un precioso baño para dos que cuenta con el área de tocador, que estamos viendo, una cabina para el inodoro y otra cabina de ducha.

Del área de lavabo destaca precisamente el diseño suspendido de los lavamanos de doble seno, realizados con el material sintético Kretta, teñido en un excepcional y bello color piedra. “Para que todo se ajustara como un guante encargué varias piezas a medida, por ejemplo el cabecero capitoné del dormitorio, y en el baño principal, el espejo de olmo y estante de castaño”, detalla el interiorista.

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Elementos frescos y bohemios

En la habitación se añaden notas frescas como los cojines de yute, adquiridos en Calma house, o la original decoración de pared: un alang alang de formato XXL de Bazar Bizar, realizado en algas. Anthony opina que “esta pieza refuerza el concepto mediterráneo y, también, aporta un toque étnico que inspira un viaje a tierras exóticas. Su textura orgánica brinda la combinación perfecta entre el estilo costero y la atmósfera bohemia que respira todo el piso”.

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Textiles que regalan armonía

En el dormitorio principal se privilegian las telas lisas para vestir la cama, el cabecero y las cortinas, para propiciar sosiego. Y un secreto que no se ve, pero que se siente: “la bases de las camas y colchones son de primera calidad, de Sonpura, para propiciar el mejor de los descansos”, nos revela Anthony.

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Un recibidor sencillo y natural

El recibidor se integra sin complejos a toda la zona de día que ya hemos recorrido, el salón-comedor y la cocina. Se equipa con una ligera consola de roble de Wabi Home y un espejo que, de paso, multiplica la luz natural del rincón.

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Una cocina de obra, naturalmente

Siendo una cocina tan respetuosa con el lugar, Menorca, en ella todo destila estilo Mediterráneo, desde sus armarios de obra hasta las puertas en roble natural con unos tiradores de hierro forjado. Para las encimeras Anthony se decanta por un porcelánico en una tonalidad beige que, como llevamos viendo en el resto de ambientes, transmite una gran sensación de calma.

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Comedor desenfadado

Nos hemos proyectado al exterior, aunque los interiores no tienen nada que envidiarles. El comedor, visto desde este otro ángulo es también un espacio fantástico con algunos toques de descaro, como la lámpara de suspensión de hojas de palmera situadas libremente creando hasta unos divertidos flecos, de Rock the kasbah. Para las sillas, se selecciona un modelo de ratán, ideal para los meses estivales y el resto del año. Son de Zocohome, como la mesa de teca maciza.

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Un escenario que parece un cuadro

Comer deleitándose con las vistas está hecho en este espacio tan cálido y abierto. Uno parece encontrarse realmente rozando el mar, que se encuentra a tan solo dos minutos a pie. La terraza también se ha remodelado y cuenta con materiales locales, demostrando así la preocupación por la sostenibilidad del diseñador de interiores francés. Por un lado, el precioso suelo de toba menorquín, artesanal, y por el otro la barandilla de acebuche (un olivo silvestre menorquín) y de teca, realizada por un artesano de la isla balear.

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Menorca, muy presente

No tardaremos en ver las espectaculares vistas al mar que goza este piso de decoración sosegada, pero Menorca no está solo presente por el paisaje exterior, también en múltiples elementos de obra, como muebles y esta coqueta chimenea de formas orgánicas. Una auténtica maravilla.

Por su parte, las dos ventanas practicadas a la pared comunican este rincón de salón-comedor con la cocina, ofreciendo así una conexión visual y multiplicando la luz de ambas estancias.

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La sencillez, sinónimo de elegancia

“He realizado una selección de mobiliario en maderas macizas de tonos miel tostado, como la teca, el roble y el castaño, los detalles de decoración son de países lejanos con personalidad y con un toque étnico, todo conservando el alma de las casas de vacaciones típicas menorquinas”, declara Anthony.

En el salón destacan varias las piezas de fibras naturales que ofrecen un aire sumamente veraniego al ambiente: la bandeja decorativa africana, de Couleur locale, la alfombra de fibra de coco, el puf y la espectacular lámpara de sobremesa de la firma Rock the kasbah.

Y para despreocuparse realmente de todo y relajarse, el sillón (de Maisons du monde) y la butaca (de La Redoute Interiors) presentan tapicerías de lino desenfundables, que facilitan su limpieza.

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Esta casa en la playa en la costera población de Fornells, en Menorca, respira calma por sus cuatro costados, de hecho la premisa decorativa era seguir el concepto slow. Es un piso reformado por Anthony Chevallier Interiors manteniendo la personalidad y el alma de las viviendas mediterráneas. Colores neutros, un suelo continúo de microcemento en tonalidad arena, paredes blancas rústicas y estancias cálidas dotan de una enorme personalidad los interiores, que también tienen unos hechizantes toques étnicos.

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