La decoración de interiores siempre está ligada a la forma de vida de sus moradores. Por eso, no es lo mismo decorar un salón familiar que uno solo para dos, como este de BoConcept, donde no os importe compartir sofá y las cenas rápidas de diario se hagan frente al televisor. Si te acabas de mudar de casa con tu pareja o queréis realizar algún cambio o pequeña reforma en la decoración del salón, estas 10 ideas prácticas os ayudarán en la tarea y evitarán discusiones. Y sí, mantener el orden es una prioridad para disfrutar del salón, tengas la edad que tengas y seáis una pareja o una familia numerosa.
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1. Di sí a los neutros
Además, aunque adoras el ‘pink’ (el color estandarte de los ‘millennials’), lo cierto es que tras cierto tiempo viendo la casa en rosa, ha llegado a cansarte. Necesitas una paleta cromática neutral, como la de este ambiente de Borästapeter, donde blanco, beis, gris y las variantes como ‘greige’ te ayuden a crear la base perfecta para cualquier decoración, sin caer en el aburrimiento. Además, son la mejor opción para no causar discusiones entre vosotros, especialmente si cada uno se siente identificado con tonalidades diferentes.
No se trata de sentar la cabeza, los complementos en tonos atrevidos y alegres te ayudarán a compensar tanta calma y a crear puntos de acento, sino de adaptar tu casa a nuevas necesidades y sensaciones. Determina una base equilibrada entre las paredes y las piezas principales, como el sofá, y a partir de ahí busca la armonía con los accesorios. A lo mejor es un buen momento de deshacerse de algo.
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2. Crea rincones con personalidad
Aunque el salón es un espacio social, necesitas tener tu propio rincón donde desconectar. Para ayudarte en la tarea, lo ideal es que dividas el espacio en zonas independientes que forman un todo, pero que pueden funcionar por separado. Puede ser un rincón de lectura con un sillón extracómodo y una mesita auxiliar o una ‘chaise longue’, o dos como en esta propuesta de Ikea, que convierta las siestas en un auténtico placer y que, incluso, pueden hacer de sofá principal. Otra buena idea es usarlo para vuestras aficiones, desde manualidades hasta pintura o ganchillo. Si solo podéis tener uno, lo ideal es crear un espacio polivalente que os dé juego ambos, mientras que, si tenéis mascota, el perro es el rey de la casa de los ‘millennials’, es un buen lugar para colocar su cama y sus cosas.
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3. Pon un sofá para dos
Las primeras casas y, a veces, las segundas suelen ser pisos pequeños, donde no sobran los metros. Por eso, necesitas que las piezas se adapten al espacio y den respuesta, al mismo tiempo, a tus necesidades. Olvídate de los sofás XL para que entre toda la familia, no es el momento ni tu mini salón está preparado para una pieza tan grande. Lo mejor es un modelo dos plazas, como este de Sancal, con o sin módulo de ‘chaise longue’ en el que os podáis sentar los dos cómodamente o tumbaros juntos. Además, si el día de mañana os mudáis a una vivienda más grande, será perfecto para combinar con un tres plazas. Si quieres tener un asiento extra, pon una butaca o una silla con brazos, ya que ocupa menos que el clásico sillón orejero.
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4. Elige un sofá cama
Porque necesitas una cama extra para amigos o para la visita ‘inesperada’ de tu madre. Si no dispones de cuarto de invitados, pero en ocasiones sois tres en lugar de dos, una idea muy práctica es optar por un sofá cama, como este de Sklum que con un simple movimiento se convierte en una supletoria de 111 x 199 cm.
Aunque antes tenían fama de incómodos, lo cierto es que los nuevos diseños combinan estética con comodidad, siendo igual de prácticos para el día o para la noche. Además, son esos ‘muebles inversión’, ya que, por el precio de una pieza, te llevas dos, por lo que rentabilizas su precio enseguida. Sin olvidar, que en las tardes de invierno de mantita y tele serán tu aliado ideal.
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5. Saca partido al espacio
No hay salón pequeño que no pueda crecer si se emplean las herramientas idóneas. Por eso, además de una buena distribución, muebles con más de una función, textiles en colores claros y ligeros y espejos, hay soluciones, como esta de Tu Lecho al Techo, que van más allá y te permiten adaptar el espacio al momento, las necesidades y, por supuesto, la edad (la casa de tus padres no es el mejor escenario para esta propuesta). Así, puedes disponer de un comedor, un dormitorio o una zona de trabajo (una de las demandas más usuales) sin recargar tu salón de muebles ni auxiliares.
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6. Busca un lugar principal al televisor
La pandemia nos ha hecho darnos cuenta de la importancia que tiene la televisión en las casas y en la decoración de interiores actuales, la subida espectacular que han tenido el uso de las plataformas de ‘streming’, y como consecuencia de ello el papel protagonista que ha recuperado la tele como pieza del salón, que tras un tiempo ‘oculta’, sale del armario demostrando que quien tuvo, retuvo. Colocada en un mueble, como en esta propuesta de Nest Space Design, o colgada en la pared, déjala que brille en solitario, como un auténtico objeto ‘deco’. Lo cierto es que hay modelos que parecen cuadros o esculturas, así que no te costará mucho.
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7. Ten una buena biblioteca
Recientes estudios han demostrado que los ‘millennials’ son la generación que más libros lee, especialmente impresos. Por eso, ¿cómo no colocar en tu salón una librería digna de una biblioteca pública? Sin olvidar su valor decorativo, que realza todo el interiorismo del salón, como ocurre con en esta propuesta de Dustandsoul. A la hora de organizar los libros, elige el método que mejor se adapte a los dos. Puede ser por autores favoritos, por género o alfabéticamente, pero también por colores o tamaños, en función de la composición que quieras crear. Una buena idea si hay libros de ambos, es diferenciarlos mediante una marca en la página de inicio, así no habrá discusiones en un futuro por lo que es tuyo o suyo.
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8. No te olvides de las plantas
Son una de las mejores aliadas de la decoración de la casa, en general, y del salón, en particular, ya que atrapan la naturaleza en casa, purifican el aire, transmiten calma, pueden desprender fragancias y equilibran el acelerado ritmo de vida actual creando atmósferas más tranquilas. Además, establecen la obligación de cuidarlas, lo que a la larga puede convertirse en un auténtico placer que te permita no pensar en tus problemas y centrarte únicamente en mantenerlas bonitas y vivas. Puedes colocarlas en los muebles, bajarlas al suelo o a lo más alto de la estantería o colgarlas en preciosos maceteros.
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9. Incluye una obra de arte
El arte ya no es propiedad de las casas de nuestros padres, sino que irrumpe en la decoración de interiores de las nuestras, dispuesto a aportar su toque de estilo. Desde una lámina, hasta un cartel de la última exposición que visitaste o una obra de un artista emergente. Seas o no un entendido, puedes descubrir, aprender y adquirir fácilmente una pieza especial con proyección de futuro, que permita sacar el coleccionista que llevas dentro, en Dustandsoul, una galería de arte online. Después, solo te queda colgar el cuadro adecuadamente.
10. Potencia el papel de la mesa de centro
Esta pieza de reducidas dimensiones, hay versiones de todos los tamaños y estilos, tiene un gran protagonismo en el salón, especialmente en los de parejas jóvenes que hacen vida en el sofá y en todo lo que gira alrededor de él. Así, además de usarse como contenedor para gafas, mandos de tele o revistas, puede usarse como mesa informal para las cenas de diario o como superficie para teletrabajar. En función del tamaño del espacio, elige una o varias.
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