El mes de julio da el pistoletazo de salida a las vacaciones, incluso para aquellos que no las tienen hasta agosto. Es el momento de coger los bártulos y marcharse a la casa de la playa o de la montaña (según Houzz, el 24% de los españoles cuenta con una) y teletrabajar o cargar las pilas, mirando el mar o la montaña. Eso sí, para que la experiencia resulte perfecta, quizás necesitas hacer alguna pequeña reforma o algún cambio en la 'deco'. Estas 10 ideas de decoración te dan las claves para no solo mejorar el ‘look’ de tu segunda vivienda, sino también sacar partido al espacio, con un presupuesto mínimo.
1. A juego con el entorno
Aunque en la decoración de interiores de un piso urbano, eliges el estilo según tus gustos y la zona geográfica donde está situada, una vivienda en Galicia ‘pide’ una decoración distinta a una en Cádiz, por ejemplo, las segundas residencias suelen mimetizarse con el entorno que las rodea. Así, una residencia de playa tendrá un aire marinero, fresco y relajante, tanto en el mobiliario como en los complementos; mientras que una de campo o de montaña no podrá pasar sin una chimenea ni un toque rústico. Tampoco es que caigas en los clichés sino que te dejes llevar por lo que te rodea, como ha hecho Pia Capdevila en este proyecto, con un aire campestre actualizado y muy ‘chic’.
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2. Ábrela al exterior
Hacer que el exterior se cuele dentro de casa, difuminando los límites entre uno y otro es una de las tendencias de decoración actuales, que el confinamiento ha potenciado. Esta necesidad de no vivir encerrado entre cuatro paredes se hace más patente en las casas de playa o de montaña, mucho más conectadas con el paisaje que las rodea. Los grandes ventanales correderos, como los de este proyecto de Tinda’s Project, son una buena manera de comunicación ‘in&out’. Sobre todo, si colocas el mismo pavimento, para que favorezca la sensación de continuidad visual, apuestas por visillos y cortinas ligeros, que permitan el paso de la luz y dejen ver las vistas y mantienes un estilo decorativo similar. Las plantas son también buenas aliadas.
3. Actualiza la distribución
Las segundas residencias, especialmente las de playa, no suelen ser grandes, incluso muchas veces son un apartamento. Por eso, es preciso diseñar una distribución que saque partido a los metros y permita que haya espacio extra para huéspedes inesperados. Para conseguirlo, es recomendable “incorporar mobiliario y sistemas móviles o plegables que proporcionen camas adicionales en cuestión de segundos, sin comprometer permanentemente la amplitud de la estancia. Las últimas tendencias en reformas muestran que ya no buscan crear espacios aislados, sino interiores versátiles y multifuncionales. En definitiva, estancias híbridas que encajen en el día a día del hogar”, señalan desde Houzz. Esta propuesta de Tu Lecho al Techo proporciona en el mismo espacio una ingeniosa solución. Así, la cama elevable permite montar una pequeña zona de comedor con baldas incluidas durante el día y un dormitorio para la noche.
4. Más madera en el campo
Las necesidades (mayor aislamiento, frescura…) y la ubicación geográfica determinan la elección de los materiales. La madera es, sin duda, la estrella de las casas en el campo o la montaña, ya que aísla, proporciona calidez, es duradera y según ASOMA (Asociación Española de Fabricantes de Ventanas de Madera) “varios estudios han confirmado que es una aliada silenciosa contra el coronavirus, ya que es una de las superficies en las que menos perdura el virus”. Es una buena opción, además de en el mobiliario, en las ventanas, como revestimiento y en el pavimento, como en este alojamiento de Airbnb.
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5. Estilo marinero en la playa
Si hay un estilo que evoque vacaciones y buen tiempo, ese es el marinero. Por eso, no puede faltar en las casas de playa, aunque también es una buena opción en viviendas urbanas de zonas cálidas. Lo primero, es el color: el dúo blanco-azul es imprescindible. Después, vienen la luz natural, las rayas bicolores en vertical, como las de este papel pintado de Borästapeter, y la madera preferiblemente pintada de blanco. Y para terminar las fibras naturales (cáñamo, mimbre, yute…) son buenos aliados de los apartamentos playeros, porque aportan la dosis de frescura y ligereza que se necesitan en lugares donde el calor y la humedad son habituales. Puedes introducirlos en el mobiliario o en los complemento: las alfombras y las lámparas son dos ‘must’ de temporada.
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6. Cuida los complementos
Cojines, jarrones, ropa de cama, cortinas, alfombras… Son la base de cualquier decoración de interiores y los 'culpables' de crear ambiente y dotar de alma a los espacios. Es importante adecuarlos a la vivienda. De manera que, si se trata de una casa de playa se apueste por accesorios 'deco' en blanco y azul, las fibras vegetales y los elementos marinos como conchas, caracolas o corales, como en este ambiente diseñado por Knowhaus, mientras que las de campo o montaña se alían con tonos neutros o tierra, textiles naturales, plantas, mantas de cuadros…
7. Pinta de otro color
Pintar es uno de los recursos más fáciles y efectivos para poner a punto la segunda residencia, especialmente durante el verano aprovechando las vacaciones y el buen tiempo. Según Houzz, el 65% de los usuarios de la plataforma adquirió pintura para pintar ellos mismos, mientras que el 39% contrató un profesional. “Apuesta por el blanco como tono predominante y compleméntalo con colores fuertes para crear ambientes luminosos, alegres y frescos. En las zonas de costa, puedes crear contraste con tonos turquesa, aguamarina, azulados, amarillos y colores tierra. Mientras que, en una casa de campo, en cambio, verdes o gamas más cálidas de rojos, anaranjados, amarillos y rosas”. Una buena idea es elegir pinturas ecológicas con base de agua, como la Luxens de Leroy Merlin, más sana, segura y respetuosa con el medio ambiente.
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8. Compra muebles (y complementos) nuevos
El confinamiento ha puesto de manifiesto la importancia del interiorismo y su capacidad para hacernos el día a día mejor. Por eso, se acabó, o al menos en menor medida, el decorar la casa de la playa o de la montaña con muebles de herencia o reciclados, que nunca fueron nada especial. No decimos que cambies de arriba abajo el mobiliario, pero sí que combines las piezas de trastero con alguna de diseño, que aporten personalidad y estilo. Para completar el conjunto una alfombra, como esta de Lorena Canals, y una pincelada artística con un cuadro o una pieza que aporte un plus de estilo.
9. Conserva una pared original
Una buena manera de mantener el encanto y el aire rústico de una casa de campo es conservando alguna pared original, ya sea de madera, ladrillo o piedra, como en esta propuesta de Catellani & Smith. Un detalle que realzará, al mismo tiempo, el lado más natural y auténtico de la decoración. Otra buena idea es dejar a la vista las vigas de madera, un detalle que, además de calidez y personalidad, logrará recrear la atmósfera de una cabaña en el monte. Si está cerca del mar y quieres rebajar su intensidad visual, píntalas de blanco.
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10. Equípala bien
Durante 2020, nos dimos cuenta de que nuestra segunda residencia no estaba preparada para la vida moderna o la habitabilidad a la que estamos acostumbrados, por lo que es preciso acondicionarla con todo lo que nos hace el día a día más cómodo. Para ello, debes revisar los útiles de cocina, como las tablas, los trapos y los accesorios, como los de esta propuesta de Muy mucho; los electrodomésticos principales como el frigorífico o los pequeños como la cafetera. También debes prestar atención al televisor, antes un secundario en la casa de la playa y ahora un básico, dado que se prevé que pases más tiempo que en el pasado. Y no olvides comprobar el estado de la caldera y el aire acondicionado, para no llevarte sorpresas de última hora.