Hace ya tiempo, cuando descubrimos la pintura de tiza o chalk paint, todo un mundo de posibilidades decorativas se abrió ante nosotros. Gracias a este producto tan especial fuimos capaces de darle alas a nuestra creatividad ya que tiene muchas ventajas. Es fácil de utilizar, se adhiere a cualquier superficie (incluso las que no son porosas, como el cristal o el metal), y deja un acabado ultramate muy especial. De hecho, esa textura empolvada que se consigue con la pintura de tiza es perfecta para decorar muebles y darles una nueva vida.
Ahora entra en juego una modalidad avanzada de la chalk paint: la versión en aerosol o spray, que no hace sino sumar ventajas al producto inicial. Para comprobarlo, puedes fijarte en esta mesilla de noche que hemos visto en el blog Sra. Cricket y que muestra claramente el resultado.
Las ventajas de la pintura en aerosol
Pintar un mueble con pintura en spray tiene sus particularidades, que debes conocer si quieres tener éxito en la resolución del proyecto. Se trata de una forma diferente de trabajar que, una vez hayas aprendido, no tendrá secretos para ti.
Para empezar, debes conocer todas las ventajas de pintar con spray:
- Fácil aplicación: más sencilla y menos laboriosa que si la pintura en formato tradicional.
- No se necesitan brochas ni rodillos. El proceso es más limpio y sencillo, y también más barato.
- Ahorras tiempo. Con el aerosol tardas menos en pintar cualquier pieza.
- Un acabado más liso, uniforme y sedoso, sin marcas de brocha ni rodillo.
- Llegas fácilmente a las zonas de difícil acceso.
Un sinfín de aplicaciones
Si la pintura a la tiza era el producto ideal para restaurar muebles viejos y renovarlos por completo, la versión en aerosol conseguirá que puedas recuperar todo tipo de piezas en menos tiempo y con menos esfuerzo. Solo tienes que explorar las muchas posibilidades del producto.
Otro tipo de proyectos que puedes acometer con las pintura de tiza en spray son los degradados de color sobre una superficie. Pulverizas la pintura haciendo más pasadas para que quede más intensa en una de las zonas, y vas disminuyendo la intensidad.
Un espacio adecuado para trabajar
Una de las particularidades que tiene la pintura en aerosol es que es necesario preparar adecuadamente el lugar en el que vas a trabajar. Lo mejor es hacerlo en el exterior, si es posible, ya que la pintura deja un residuo en el ambiente, como un polvo fino que puede manchar.
Si no tienes posibilidades de pintar al aire libre, protege muy bien el espacio de trabajo con plásticos que cubran el suelo. También tendrás que protegerte tú con ropa de trabajo y mascarilla. Es una pintura al agua y no contiene disolventes, por lo que no es tóxica. Sin embargo, si se pueden liberar partículas que es mejor no inhalar.
El trabajo, paso a paso
- Comienza por preparar el mueble que vayas a pintar, limpiándolo a conciencia. Debe estar libre de polvo. Después tapa con cinta de carrocero aquellas partes a las que no quieres que llegue la pintura.
- Agita el envase con energía durante un minuto aproximadamente. Este paso es importante para preparar la pintura y conseguir un buen resultado.
- Pulveriza la pintura colocando el spray en vertical a una distancia de unos 20 o 25 cm. Haz varias pasadas en sentido horizontal y después otras en vertical. Es muy importante que sean cortas cortas y ligeras, moviendo el bote sin dejarlo fijo en ningún punto para conseguir una capa de pintura fina y uniforme.
- Deja secar y aplica una segunda capa.
- Cuando la pieza esté completamente seca, pasa un trapo limpio para eliminar las partículas de pintura que no se hayan adherido a la superficie.
- Si el mueble en cuestión va a tener un uso intenso lo mejor es terminar el trabajo con un barniz mate, también en spray. Así evitarás que el acabado se deteriore con los roces.