Baños joya. El dorado está de moda e incorporarlo a la decoración del baño es un acierto si buscas un toque luminoso y luxury. Estos baños son pura inspiración. Te servirán de guía para ver cómo se usa el acabado dorado en su justa medida a través de detalles. Con ellos podrás actualizar la imagen del baño en un fin de semana o personalizar una reforma básica.
Oro y blanco, lo que más se lleva
Sin duda la decoración de un baño con revestimientos en color blanco es la base idónea para incorporar el dorado y acertar. El blanco es sencillo y neutro pero también luminoso. El dorado incorpora un detalle metalizado que también concede luz. Aunque el blanco no lo necesita, es un extra. Y, sobre todo, el poder del oro usado en detalles es el de elevar el nivel del espacio. Así que cualquier estancia de neutros, se vuelve sofisticada.
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Notas discretas pero acertadas en dorado
Son muchas las formas de incorporar este acabado de tendencia en el baño. Las griferías es una de las más habituales. Pero también lo puedes hacer con molduras de espejos, mamparas, apliques y los complementos de menor tamaño como toalleros o dosificadores. La fotógrafa Lisa Cohen retrata este baño en verde y madera en el suelo donde son el espejo de pie y el aplique de la pared, en acabado oro, los que rompen la unidad predominante.
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Con más o menos presencia
Los baños decorados con mucho dorado se inclinan a un estilo decorativo más de máximos, excesivamente recargados o con tendencia a la exageración. El dorado puede dar miedo. Pero usado en la dosis adecuada es un detalle que ilumina y aporta elegancia. El fotógrafo Greg Natale muestra cómo en este baño son los toalleros, las bisagras de la mampara de la ducha, la grifería y el plafón de luz los que salpican el espacio a juego con el veteado del revestimiento que cubre precisamente el techo.
Un baño de nivel con piedras naturales, toques en negro y dorado
El fotógrafo Christopher Dibble muestra este baño en el que el negro tiene un papel protagonista. Un color que usado con medida en el baño es sinónimo de elegancia y actualidad. De hecho, convergen en esta decoración negro y dorado (muy discreto) para subir el nivel del interiorismo. Destaca la zona de la ducha, perfectamente delimitada por su ubicación y una original mampara de puerta abatible con perfilería de barrotillo en negro. La grifería se escoge en dorado, combinada con la estructura que soporta la encimera de mármol del mueble del lavabo.
El tono del acabado dorado
Puede ser brillante e intenso, el más atrevido. Pero también el acabado metalizado en oro aparece en cepillado, lo que le confiere un aspecto mate, más suave y perfecto para los baños de estilo actual. En un tono más apagado, el dorado se transforma en latón y tiene un matiz más retro, que según con que se combine potencia la tendencia vintage o equilibra la línea predominante. En este baño decorado por el estudio Chango & Co. es el acabado latón de la grifería, apliques de pared y complementos de lavabo el que destaca sobre una base en mármol. El efecto es sobrio en conjunto.
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Un baño solo con lavabos en dorado
Un lavabo joya. O como en este baño, dos. El dorado no tiene que predominar. Un efecto decorativo con el que se juega en decoración es escoger una pieza en un acabado que difiera totalmente del resto, algo que destaque para que se convierta en referencia focal. En el baño, se puede hacer como aquí, llevando el acabado dorado a un elemento como es el lavabo. Más marcado, se podría hacer con un mueble pintado en este tono. O una pared empapelada en oro. Y no incorporar nada más en este acabado.
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Una decoración sencilla con pinceladas "brillantes"
Savvy Interiors escoge la tendencia de decorar el baño solo con líneas y notas en oro. Una base neutra sobre la que aparece el dorado en la moldura del espejo, la grifería y, en este caso, en la perfilería de la mampara de la ducha. El juego es que todos los elementos metálicos del baño encajen en el mismo acabado. No es obligatorio que sea así, pero sí recomendable. Lo que no debes hacer es mezclar acabado inoxidable o cromo con oro. ¿Quieres rebajar el efecto lujo del acabado dorado? Introduce madera. Las oscuras son más elegantes y clásicas. Las claras y naturales más nórdicas y actuales.
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Unidad en los materiales
Los materiales de Dekton, usados en este baño para revestir paredes y suelo, tienen un aliado de lujo para romper con discreción el monocromatismo que se ha buscado: el dorado. Grifería empotrada en la pared en la zona de la ducha, rociador del techo, estructura de soporte del mueble del lavabo y el detalle del perfil que remata la hornacina de la pared. Esta queda enmarcada por una línea dorada.
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Oro sobre negro
Aunque no es el acabado más habitual en el baño, el negro tiene su hueco en los interiorismos más impactantes. Nos referimos a un acabado negro predominante en los revestimientos. Baldosas en la pared o en el suelo que lo tiñen todo de sobriedad. Aunque suele ser un uso más destinado a espacios comerciales o baños de hoteles y restaurantes, hay interioristas -aquí lo propone el estudio Sube Interiorismo- que usan el mix negro y dorado para no dejar indiferente a nadie. El resultado es elegante y el dorado logra iluminar.
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Blanco, gris y oro
Otra familia de tonalidades que funciona en el baño es la que usa aquí el estudio de interiorismo Abbey Collective con estilismo de Alana Langan. Un par de grises, blanco y dorado. Si blanco y gris son colores básicos y neutros que necesitan personalización; también son una base infalible. Aquí el suelo tiene más intensidad y son las paredes las que juegan con el blanco y un revestimiento gris suave que aporta textura y líneas geométricas. Los saneamientos en blanco y el mueble principal del lavabo quedan definidos por las líneas doradas que acompañan las zonas a través de la grifería, tiradores y toalleros.
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