De oficina a vivienda con un resultado brillante: una casa moderna de estilo ecléctico

El antes: el reto de trasformar una oficina en vivienda

Estamos ante una reforma integral de un espacio cuyo uso había estado destinado durante muchos años a ser una oficina. Todo un reto para Iker López Estudio, artífice del proyecto arquitectónico, cuya pricipal dificultad ha radicado en adaptar un espacio totalmente irregular y que había sufrido diferentes modificaciones a lo largo del tiempo: “Lo más complejo ha sido dar con la distribución ideal, dado que fueron necesarias muchas pruebas diferentes del espacio al no haber una sola pared igual y al haberse restructurado el edificio años atrás”, nos comenta el propio Iker López Consuegra.

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Pensar y distribuir un espacio irregular

Un vistazo a los planos del antes y el después del proyecto nos permite comprobar cómo se ha solucionado la distribución de un espacio que había que adaptarlo a un uso totalmente diferente.

Ubicado en el Paseo de Recoletos, en pleno corazón de Madrid, Iker López se encontró con más 110 metros cuadrados útiles que debía transformar para convertirlos en una vivienda que se distribuiría en cocina, comedor, salón, dormitorio, despacho-habitación de invitados, cuarto de baño principal y aseo de cortesía.

Y el objetivo a perseguir era muy claro: que tanto los elementos estructurales, como el diseño y el arte que iban a conformar su decoración de interiores estuvieran en perfecta armonía para preservar el alma señorial del edificio protegido en el que se encuentra.

Líneas curvas bien aprovechadas

Ya en la zona de acceso a la vivienda se tuvo que acometer la dificultad de integrar una pared semicircular, tal y como aparece en la imagen, con el resto de la tabiquería que hubo que planificar. Un inconveniente perfectamente resuelto gracias a la sensación de continuidad lograda con el color blanco, como tono unificador de todas las paredes y frentes de armario, y por la elección del suelo radiante (de Roth) acabado en madera de roble y con diseño de espiga, de la firma Parador.

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De cocina a dormitorio principal

Con la nueva distribucción planteada, se optó por el antiguo espacio de la oficina dedicado a la cocina para disponer el dormitorio principal de la vivienda. Con un perfecto aprovechamiento de la luz natural por el gran ventanal de la estancia, la habitación respira una atmósfera tranquila y relajada, muy en la línea de lo que hoy se conoce como 'decoración slow'. 

Una sensación que se ha conseguido por la elección de los textiles: lino en las cortinas y cojines; algodón en la ropa de cama o terciopelo para el cabecero de la cama realizado a medida. Dos sencillas mesitas de noche exentas, que aportan ligereza visual, y un grabado antiguo adquirido en la galería Mercedes Urquijo completan un interiorismo que busca ante todo y sobre todo dar un toque cálido y confortable a la estancia.

Pilares estructurales vistos integrados en la decoración

A la hora de planificar la tabiquería de los diferentes espacios, uno de los problemas con los que se tenía que lidiar eran los tres pilares estructurales con los que contaba la antigua oficina. La decisión final fue embutir dos de ellos en los tabiques y el tercero dejarlo visto. Está situado frente al baño principal, al que puede accederse directamente a través del dormitorio. Esta solución, en palabras de Iker López, tenía un propósito muy definido: "se dejo visto a modo de columna de fundición para aportar sabor y personalidad al espacio".

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Un cuarto de baño elegante y funcional

El baño principal, accesible desde el dormitorio, pero también desde el salón de la vivienda, destaca por los paramentos y el lavabo en mármol Marquina, de la firma Tabolo Design. De color negro y y con vetas blancas, se complementa con grifería de latón cepillado (de Maier), y dota de funcionalidad, pero también de elegancia a esta estancia, que está organizada con la ducha y sanitarios separados.

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Inodoro y ducha contiguos, pero separados

A continuación de la zona de lavabo-tocador, se encuentran el inodoro y la ducha (a ras de suelo), ambos elementos están organizados en espacios diferenciados, una solución (lo que se conoce como baño compartimentado) a la que suelen recurrir los arquitectos e interioristas cuando acometen reformas modernas, eso sí, siempre y cuando se disponga de metros suficientes. Es una táctica perfecta cuando lo que se quiere es dar privacidad a ciertos elementos, en este caso el inodoro y la ducha.

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Una cocina en un color de tendencia: el negro

Contigua al dormitorio, se ha dispuesto la cocina. Una cocina moderna y funcional, de líneas muy simples y que está compuesta por un frente de armarios, electrodomésticos encastrados y una isla con fregadero incorporado. Y todo ello en color negro, una tendencia cromática en cocinas que viene pisando fuerte desde hace ya unos años. Y en este caso, dada la luminosidad del espacio, no hace más que resaltar la belleza y simplicidad del ambiente.

La cocina es abierta, no al salón, sino al comedor, que está presidido por una potente mesa de mármol de Marquina con estructura de hierro y rodeada por sillas de diseño antiguo, lo que contrasta con el resto del ambiente y proporciona ese toque ecléctico por el que se caracteriza toda la decoración de la vivienda.

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Comedor y salón separados por una puerta de forja

Es quizás uno de los elementos visuales más llamativos de la decoración de interiores de esta vivienda: una puerta de herrero creada en exclusiva para este espacio de la casa y que cumple doble función.

Por un lado, la separación de ambientes y, por otro, servir de cercha (una especie de armazón que se utiliza en la construcción de edificios) para salvar el desnivel existente entre los techos de la cocina-comedor y el salón. Lo más atractivo, además de procurar una extraordinaria luminosidad a los espacios, son sus formas curvas y onduladas que recuerdan a las piezas que se creaban en el Art Nuveau.

Salón confortable y acogedor

El salón se encuentra ubicado entre la cocina y el despacho y su distribución y decoración responde a un solo objetivo: lograr una estancia confortable y relajada, en la que se da un protagonismo especial a la luz natural. Compuesto por dos sofás enfrentados, mesa de centro y mesas y accesorios auxiliares, su decoración es sencilla, pero muy escogida. 

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Decoración con piezas de origen y estilo diverso

Es una de las características de la decoración de interiores de esta vivienda, que ha logrado engarzar a la perfección diferentes estilos, procedencias y orígenes. Tal y como nos cuenta Iker López, parte del mobiliario pertenece al propietario y procede de herencias o de sus viajes a otros países, pero otra ha sido realizado exprofeso para la casa por Tabolo Design, como el aparador que preside el salón. Un espacio donde se mezclan el arte, la artesanía y también los detalles vegetales que aportan esa conexión con la naturaleza que tanto demandan los espacios más urbanitas.

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Espacios perfectamente comunicados

La nueva vivienda cuenta con un pasillo distribuidor desde el que se puede observar cómo los difrentes espacios de la casa están perfectamente comunicados y accesibles desde diferentes puntos. En la imagen, vemos cómo el despacho tiene un doble punto de acceso, ya sea a través del pasillo, con una gran puerta corredera, como desde el salón. 

También es una imagen que nos permite ver cómo la continuidad visual y espacial se consigue, tal y como hemos comentado anteriormente, por el color blanco de paredes y puertas y el pavimento de madera.

A través de la puerta del despacho también puede vislumbrarse una colección de arte precolombino que vuelve a hablarnos del espíritu ecléctico de su propietario a la hora de plantearse la decoración de interiores de la vivienda.

Un despacho que puede transformarse en habitación para invitados

El despacho, que también puede actuar como habitación de invitados, está presidido por una gran librería, lacada en blanco (como el resto de puertas y armarios de la casa), una mesa de cristal y hierro y silla de metacrilato, que aportna ligereza visual al espacio, y una extraordinaria alfombra con motivos étnicos. Volvemos a ver el gusto del propietario de la vivienda por un eclecticismo que le hace mezclar, con sumo gusto, elementos de arte antiguo y contemporáneo.

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