Trucos para cultivar el lirio y llenar de color tu jardín

Fácil de cultivar y con una floración espectacular

Una de las cualidades del lirio común es su facilidad para desarrollarse en el exterior, lo que implica que no te demandará complejos cuidados ni te dará quebraderos de cabeza. Bastará con que la plantes en tu jardín y le prestes un poco de atención para que ella te regale una floración de impresionante colorido y belleza. 

El lirio, una planta procedente de Europa, puede alcanzar los 50 cm de altura. Pertenece a la familia de las Iridáceas, que incluye más de 200 especies botánicas, que pueden ser bulbosas o rizomatosas. El lirio común (Iris germánica) pertenece al segundo grupo.

Las flores son el mayor aliciente para cultivar lirios en el jardín. Sus bellos colores, su forma original y su perfume agradable son un tesoro del que podrás disfrutar desde la primavera y hasta finales del verano.

Aunque el color predominante de las flores de lirio común es el azul, en un amplio repertorio de matices que van desde el lavanda al azul intenso, también pueden ser blancas, amarillas, moradas e incluso rojas.

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¿Qué significado tiene la flor de lirio?

El Iris germánica, comúnmente conocida como lirio alemán o simplemente iris, es una flor con un rico simbolismo y significado cultural e histórico.

Generalmente, esta flor se asocia a los siguientes conceptos:

• Sabiduría y conocimiento: El iris es un símbolo de sabiduría, particularmente en la cultura occidental, donde se asocia con el discernimiento y la claridad mental.
• Esperanza y fe: Por su relación con el arcoíris, simboliza la esperanza y la conexión entre el cielo y la tierra.
• Valor y heroísmo: En la cultura francesa, el iris es el símbolo de la realeza y el coraje, asociado con el emblema de la flor de lis.
• Renacimiento y renovación: Similar a otras flores de primavera, el iris germánica representa nuevos comienzos y vitalidad.

Ahora bien, es una flor que también tiene un simbolismo dependiendo de su color:

• Iris azul: Fe, esperanza y calma espiritual.
• Iris morado: Sabiduría, nobleza y respeto.
• Iris amarillo: Pasión, creatividad y alegría.
• Iris blanco: Pureza, inocencia y espiritualidad.

Desde un punto de vista cultural se ha utilizado muchas veces en la heráldica; así, por ejemplo, la flor de lis, inspirada en el iris, es un símbolo histórico de la realeza francesa, asociado con liderazgo, protección y poder. 

También en el arte y la literatura ha sido empleada con cierto sentido simbólico; es el caso de algunas pinturas de Van Gogh, en las que se representa el iris simbolizando belleza efímera y melancolía.

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Plantación: claves para tener éxito

Para sembrar los rizomas de los lirios debes escoger el mejor momento, a finales del verano. Comienza por elegir el emplazamiento y riega previamente para que el suelo esté húmedo.

Después haz un pequeño montículo de tierra y planta el rizoma a ras de suelo. Más que una raíz, el rizoma es un tallo del que después saldrán las raíces, por lo que no debe estar muy profundo. Termina regando abundantemente.

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La pauta de riego para el cuidado del lirio

El riego es un capítulo importante en el cuidado del lirio. Las primeras tres semanas desde la plantación los riegos deben ser cortos y frecuentes, para no encharcar el terreno.

Después puedes establecer una pauta de riego moderado, de unos 3 o 4 aportes por semana. Ten en cuenta que el suelo debe estar húmedo, pero no en exceso, para evitar que las raíces se pudran.

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La temperatura ideal

Los lirios están de maravilla cuando no hace ni mucho frío ni mucho calor. La temperatura ideal para ellos oscila entre 12 y 18ºC, y no debe superar los 25 ºC. En cualquier caso, lo que verdaderamente les perjudica son los cambios bruscos de temperatura, que provocan que los tallos de las plantas sean más cortos y las flores aparezcan más tarde.

En invierno los lirios son muy sensibles a las heladas, por lo que es aconsejable acolchar el terreno con corteza de pino, paja o cualquier otro material adecuado.

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¿Sabes cómo propagar tus lirios?

No tendrás problemas para multiplicar el lirio. Lo conseguirás de forma sencilla dividiendo el rizoma a finales de verano, una tarea que debes hacer cada tres o cuatro años, ya que ayuda a renovar la planta.

El proceso es sencillo:

- Saca el rizoma del terreno y retira la tierra.

- Separa con un cuchillo limpio los rizomas nuevos, cortándolos en el punto en el que nacen.

- Plántalos a ras de suelo y riega de manera abundante.

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Un aporte de energía

Como siempre es preferible elegir la alternativa natural, puedes fertilizar tus lirios con una buena dosis de materia orgánica (compost, por ejemplo) en otoño.

Sin embargo, puede que las plantas necesiten energía extra durante la época de floración. En ese caso les irá bien que les proporciones un abono mineral granulado de liberación lenta. Este tipo de productos van nutriendo poco a poco a la planta, por lo que son seguros y eficaces.

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Plagas y enfermedades que acechan al lirio

No es que sea una planta demasiado delicada, pero sí puede verse afectada por diferentes plagas y enfermedades que amenazarán su desarrollo.

- En el caso de las plagas, algunas pueden ser habituales como el pulgón, que provoca deformaciones en los tallos. Además, puede transmitir a la planta numerosos virus que la deterioren. Los trips son otra plaga que afecta habitualmente al lirio común. Lo detectarás porque aparecen manchas pardas en las hojas y la planta se debilita. Para combatir las plagas deberás utilizar un insecticida adecuado.

- En cuanto a las enfermedades, la mayoría están provocadas por hongos. La más común es la heterosporosis, que se manifiesta con la aparición de unos puntos redondos y ovalados en las hojas. Es necesario eliminar las que estén afectadas.

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¿Dónde colocar los lirios en tu jardín?

No es complicado encontrar un buen sitio en el jardín para los lirios, ya que sus magníficas flores son perfectas para crear macizos de color, para bordear senderos o en rocallas.

Sin embargo, hay ciertas condiciones que debes tener en cuenta. Búscale un lugar con buena exposición solar, a pleno sol o ligeramente en semisombra.

También debes asegurarte de que el terreno presente un buen drenaje. El lirio no tolera los encharcamientos. Un sustrato con suficiente materia orgánica, turba y arena puede ser perfecto para este planta.

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