Ha llegado el verano y con él nuestras ganas de sol, calor y naturaleza. Eso sí, desde el frescor de casa. Por eso, preparamos la casa para la nueva estación con aquellos muebles, accesorios y materiales que ayudan a crear una decoración veraniega y luminosa, que querremos conservar todo el año, pero también fresca y agradable.
1. Estilo ‘decofresh’
Debes permitir que el aire corra por la estancia. Para ello, aligera el espacio, guardando las piezas más pesadas, como esa butaca de terciopelo negro que adoras en invierno por su calidez, y vistiéndolas con tejidos ligeros. Sustituye las cortinas por visillos o cambia, por ejemplo, los cojines por otros con motivos tropicales o con colores más llamativos y vitaminados.
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2. Pasa revista
¿El calor te ha pillado por sorpresa? Incluso cuando has hecho la limpieza de primavera puede que hayas dejado ‘cosas’ por guardar típicas del invierno. Por eso, nada como una revisión general. Empieza por el recibidor y recoge ese abrigo que sigue colgado en el perchero aunque no es época, las botas de agua que dejaste por si quedaban días de lluvia o la chaqueta calentita que tienes para estar por casa. Haz lo mismo con cada habitación: adiós edredón nórdico, zapatillas de borreguito, alfombra de lana del salón o mantita del sofá.
3. Plantas para respirar bien
Aunque puedes apostar por telas con motivos vegetales de acuerdo con la ‘tendencia jungla’ y estampados de palmeras o piñas muy de Palm Springs, también puedes llenar tus estancias de plantas y flores. Flores silvestres, cactus u otras suculentas, todo vale con tal de jugar en verde. Ahora son tendencia los ramos mini en tarros o damajuanas o las macetas colgantes de macramé, tanto en el dormitorio como en el salón o el baño. ¡Con estos toques de clorofila, te sentirás verde todo el verano!
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4. Aire fresco
Para poder disfrutar de tu casa durante el verano sin morirte en el intento ni echar de menos la playa, nada mejor que encender el aire acondicionado o el ventilador. Elige en función de si quieres hacer obra o no, tus preferencias personales y el tiempo de uso. Piensa que los últimos modelos de aire acondicionado consumen menos y enfrían igual y que los ventiladores de techo, además de ser muy decorativos y recrear una atmósfera paradisiaca, son una opción económica, capaz de enfriar una habitación con rapidez.
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5. Fibras vegetales
Que aporten esa sensación de vacaciones en toda la casa. Las fibras vegetales han ‘tomado’ este invierno nuestros hogares iy no están dispuestas a marcharse en verano, su estación preferida del año. Se pueden introducir fácilmente en una habitación mediante pequeños toques como un espejo, una lámpara o una alfombra, las redondas son tendencia de decoración, o con piezas principales como una silla o un cabecero. Ten presente que los muebles de rejilla siguen triunfando en la decoración veraniega, ya que proporcionan frescura y un aire ‘chic’.
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6. Pinceladas en amarillo
Los tonos claros, en general, rebajan los grados y proporcionan sensación de frescura, pero hay pocos colores como el amarillo que solo con una pequeña pincelada sea capaz de poner la casa en ‘modo verano’. Elegido por Pantone como uno de los colores del año, frente al mostaza más invernal, en verano preferimos los tonos más atrevidos y vitaminados (desde el limón al lima-limón o el pastel), que aportan brillo y vitalidad. Combina a la perfección con las tonalidades más neutras como el gris o el blanco, y con el verde del estilo salvaje, también de moda desde hace unos años. Evita siempre el ‘total look’, ya que puede llegar a saturar y a estresar, y úsalo en pequeñas dosis, en cualquier estancia de la casa, desde el salón hasta el dormitorio.
7. Un toque marinero
La decoración marinera siempre es una buena aliada del buen tiempo, ya que la combinación de azul y blanco, con madera y fibras vegetales es infalible para rebajar la temperatura de la estancia y crear la sensación de casa de vacaciones, aunque estés trabajando en pleno agosto. No se trata de transformar tu vivienda urbana en una casa en la playa sino de introducir algún toque que evoque sin recargar.
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8. Un balcón listo para el buen tiempo
Cuando llega el buen tiempo, la terraza o el balcón se convierten en el lugar preferido de la casa, donde disfrutar al aire libre. Eso sí, para ello debe estar preparado y adaptado a las necesidades y al espacio disponible. Lo importante es que esté conectado con el interior y que no haya demasiados muebles o accesorios, que impidan una circulación fluida. Recuerda que el mobiliario debe ser funcional, a ser posible plegable o apilable, y que las plantas siempre deben jugar un papel predominante.
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9. Un sillón colgante dentro de casa
Se han convertido en una pieza básica tanto fuera como dentro de casa. Y, aunque inicialmente eran 100% veraniegos, ahora no temen al frío y se quedan con nosotros todo el invierno. Símbolos del relax y de un estilo de vida ‘slow’, no restan metros visuales y son tan cómodos como parecen. A la hora de elegirlo, debes tener en cuenta el peso que soporta y si incluye pie o no.
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10. Ropa de cama fresca
A prueba de noches calurosas. La ropa de cama del verano dice sí a los tejidos naturales, especialmente al lino y al algodón orgánico que no dan calor y transpiran y a los colores claros, que proporcionan mayor sensación de frescura. Se llevan las telas lisas y con textura, capaces de vestir la cama con elegancia, o los estampados veraniegos con flores, animales y motivos vegetales en tonalidades alegres y algo primaverales como verdes, rosas o amarillos.
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11. Un espejo que multiplique la luz
Aunque para mantener el frescor dentro de casa durante las horas más calurosas haya que cerrar las ventanas y bajar las persianas, el resto del día debes explotar la vitalidad de la luz natural, ya que es capaz de alegrarte el día, incluso si ha empezado mal. Para lograrlo, basta con un sencillo gesto como colocar un espejo frente a una ventana, sobre un mueble o la chimenea. Si quieres redondear el efecto elige uno tipo sol o de fibras vegetales.
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11. Papel pintado en una pared
Eso sí, de flores o con motivos botánicos, capaces de atrapar el espíritu del exterior en las paredes de casa. Las variedades son (casi) infinitas, ya que además de con el color, los últimos modelos juegan con flores de diferentes tamaños, cactus, ramas en cascada, vegetación frondosa o, incluso, con alguna pincelada animal, como un pájaro. Elígelo en función del estilo que quieras lograr: campiña inglesa, tropical, romántico o moderno y atrevido.
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