Inaugurada la temporada de baño y con días cada vez más calurosos, ahora es el momento de sacar el máximo partido a la piscina y disfrutarla a tope. Pero para ello es fundamental mantener limpios y en buen estado el agua y el propio vaso.
¿Por qué necesitas un limpiafondos?
Tener una piscina en casa es un auténtico placer ahora que llega el verano y el calor. Sin embargo, es fundamental realizar ciertas tareas de mantenimiento que no podemos obviar.
Una de las más importantes es la de la limpieza del agua y de la propia piscina. Es ahora cuando entra en juego un elemento más que necesario: el limpiafondos, un aparato que te ayudará a eliminar la suciedad que se acumula en el suelo y en las paredes de tu piscina.
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Un modelo para cada piscina
No hay un único tipo de limpiafondos, sino que existen diversas opciones entre las que elegir en función del tipo de piscina que tengas y de otros factores que también resultan determinantes.
Los limpiafondos pueden ser: manuales, automáticos (hidráulicos o eléctricos) o de batería. Descubre en qué debes fijarte para acertar con la elección.
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Todo lo que debes tener en cuenta
Son varios los factores que hay que analizar para determinar qué tipo de limpiafondos es el que más nos conviene:
- El tamaño de la piscina: hay modelos para todo tipo de piscinas y el tamaño es una cuestión fundamental. Las más pequeñas pueden limpiarse a mano, pero si la tuya es muy grande necesitarás un limpiafondos automático, ya sea hidráulico o eléctrico.
- La forma del vaso: es importante tener en cuenta si la piscina es rectangular y sin recovecos, o si tiene formas angulosas que puedan dificultar el trabajo del limpiafondos.
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¿Influye el revestimiento de la piscina?
Es otro de los aspectos a tener en cuenta: el material de revestimiento del vaso. No es lo mismo limpiar una piscina de cerámica o gresite, que una de poliéster o liner (una lámina o lona de PVC). En las primeras la suciedad se acumula en las paredes y en las juntas, mientras que en el caso de las segundas los restos se fijan, sobre todo, al suelo.
Además, para elegir con acierto el limpiafondos más adecuado es fundamental valorar el tipo de depuradora con la que cuentas, ya que en función de esto podrás elegir unos modelos u otros.
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Los manuales, la opción más sencilla
Son la alternativa más fácil y económica, aunque también la que más trabajo y tiempo requieren por tu parte. Sin embargo, se convierten en una buena opción para piscinas pequeñas.
En la primera limpieza la piscina perderá una parte del agua, ya que el agua y la suciedad que aspira el limpiafondos se envía directamente al desagüe para evitar que pase tanta suciedad por el filtro y este pueda deteriorarse.
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Conectados a la depuradora
El funcionamiento de los limpiafondos, al menos de la mayoría, consiste en aspirar la suciedad tanto del fondo como de las paredes.
- Para empezar, hay que conectar el aparato a la depuradora, y seleccionar en esta el modo aspiración.
- Después se acopla el cepillo con el mango y la manguera que se conecta al skimmer o boquilla de aspiración. De esta forma, el limpiafondos va aspirando el agua con suciedad de la piscina, y después la depuradora devuelve el agua limpia.
- Una vez la piscina esté bien limpia, tendrás que medir y equilibrar los niveles de pH y cloro, ya que pueden haberse descompensado.
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Modelos automáticos, una apuesta por la comodidad
Este tipo de aparatos te hacen la vida más fácil. Gracias a ellos podrás disfrutar de una piscina limpia sin tener que invertir demasiado tiempo y esfuerzo. Pueden ser de dos tipos: hidráulicos o eléctricos.
- Los limpiafondos hidráulicos utilizan la energía de la depuradora para moverse de forma autónoma por el fondo y aspirar la suciedad. Son perfectos para vasos planos que no tengan pendiente, y tendrán mayor o menor rendimiento en función de la potencia de la bomba. Ten en cuenta que la depuradora deberá tener, como mínimo, una potencia de ¾ CV (caballos de potencia) para poder acoplarle un limpiafondos hidráulico.
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Robots limpiafondos
Son los limpiafondos eléctricos, las auténticas estrellas de la limpieza de piscinas. Resultan precisos, rápidos y muy eficaces. Trabajan por su cuenta, por lo que tú solo tendrás que preocuparte de meterlo en la piscina y conectarlo, y de desconectarlo cuando termine de limpiarla.
Este tipo de robots no necesitan acoplarse a la depuradora. Se mueven sobre ruedas y van andando por el fondo y por las paredes para dejar el vaso impecable.
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Limpiafondos de batería
Funcionan con una batería recargable que les aporta gran autonomía. Son muy adecuados para piscinas elevadas y aquellas que no tienen depuradora, como pueden ser las hinchables o las desmontables. Este tipo de limpiafondos devuelve a la piscina el agua que aspiran, una vez limpio.
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