Te aseguramos que si no sigues al pie de la letra este manual, te lamentarás. Se trata de evitar los errores decorativos más frecuentes al decorar una primera casa. Esa primera casa de verdad en la que vas a vivir solo o en pareja. Siempre hay una primera vez para todo y con ella llegan los fallos de principiante. Aunque alguno cometerás, porque es ley de vida, si pudieras evitar la mayoría relacionada con la decoración de interiores, tu casa te lo agradecerá.
Llevarte a la nueva casa todo lo que tenías de tu vida anterior
Son etapas diferentes. Aunque seguro que hay algún detalle importante para ti que te ha acompañado toda la vida en tu habitación y que te gustaría seguir conservando, piensa primero antes de empaquetar cada cosa. ¿Me pega con la decoración de mi nueva casa? ¿Es lo que quiero? ¿Tengo espacio para guardarlo? Sea del estilo que sea como imagines tu nuevo hogar (sencillo y étnico como este de Elizabeth Roberts o contemporáneo y coqueto como el que abre el reportaje, un espacio decorado por Mónica Garrido para La Redoute Interieurs en Casa Decor 2021), seguro que hay cosas que están mejor en casa de tus padres que en la tuya nueva.
Leer: Errores decorativos que se ven continuamente y que debes evitar
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Coger esto de aquí y de allá para decorar
Es cierto que cuando empiezas a amueblar una primera casa los gastos se disparan. Y muchas veces está la tentación de coger eso que te dan unos y otros, lo que les sobra, van a cambiar o guardan en un trastero. Y lo aceptas pensando que será provisional, que mejor tener algo que nada, que ahora te viene bien porque no tienes demasiado dinero… pero es un error. Muchas de esas piezas están anticuadas y no combinan entre ellas. Incluso puede que no te encajen de tamaño en tu casa. Así que ojo con lo que aceptas como provisional que se suele quedar mucho más tiempo del esperado. Y el resultado no es el de la casa que querías. O bien son piezas especiales a las que puedes lavarles la cara y que te gustan realmente, o espera a ir comprando poco a poco los muebles que te gustan y hacen sentir bien.
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Ir deprisa y corriendo con la decoración
Este es otro error de principiante a la hora de decorar la primera casa. Comprar y comprar. Es la gula decorativa. El querer tener la casa lista en un mes. Y las casas se hacen poco a poco. Hay que pensarlas y vivirlas. Seleccionar las piezas y detalles. Si bien puedes comprar los muebles principales lo antes posible para vivir con comodidad, el resto de objetos decorativos y auxiliares hay que ir encajándolos cuando ya veas el espacio que te queda y cómo sientes tu casa cuando esté la mesa, el sofá, la cama, etc.
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No medir el espacio
Es un error de principiante que se repite con frecuencia y que da lugar a fallos garrafales. El miedo al metro. Es lo más importante, medir. No sirve escoger un sofá o una mesa a ojo. Porque más o menos entrará. En decoración el equilibrio pasa por combinar bien formas y colores pero también tamaños. Los decoradores hablan mucho de las medidas mínimas a respetar pero es que son esenciales para lograr un buen resultado. Así que mide tu casa y lleva las medidas contigo allá donde vayas antes de elegir cualquier mueble.
Leer: Estas son las medidas mínimas a respetar en una casa pequeña
Pintar antes de pensar en los muebles que quieres
Este error te puede levar a elegir colores para las paredes porque te gustan y luego darte cuenta de que no se lleva con los muebles que vas a comprar. Es decir, hay que pensar en el conjunto final. Si eliges colores neutros para pintar las paredes, lo más seguro es que no tengas problema. Puedes comprar el mobiliario y después ya decidir si quieres darle intensidad a un frente o colocar un papel pintado que aporte color. Pero si pintas previamente, te puedes ver en la situación de haber escogido un tono verde en una pared y luego querer un sofá azul.
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No planificar la iluminación
La gran olvidad y es un error de principiante que no te debes permitir. Porque una iluminación adecuada viste el espacio que puede verse al principio algo más desnudo al tratarse de una primera vivienda. Las lámparas decoran pero su luz también añade calidez y confort. Es casi tan importante como los textiles. Así que no te olvides de reservar una partida del presupuesto para las lámparas o pedir como regalo de primera vivienda una luminaria (mejor la que tú elijas porque los regalos sorpresa a veces son difíciles de encajar).
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No pensar en las piezas más especiales
Esas que personalizan y hacen la casa más especial. Las que revelan mucho acerca de quién vive allí. Puede ser una pieza de arte, una fotografía, un objeto único… Si no piensas en esos detalles no tendrás ese aire chic que te gusta de una casa. Y tampoco hay que abusar ni llenar estantes. El equilibrio, la nota, el matiz, serán los que obren su magia.
No invertir en armarios
Otro error es centrarse en lo estético y más decorativo y olvidarse del día a día y de solucionar aquello que nos dará orden: los armarios. Conviene invertir en ellos para tener la capacidad que se necesita para guardar. Cada nueva casa debe adaptarse a sus nuevos inquilinos en soluciones de almacén; así que piensa qué necesitas. Los armarios roperos deben solventar el almacenaje de las prendas que tenga cada uno de los miembros de la familia, no han de ser idénticos. Así que abre los armarios si la casa ya cuenta con ellos y analiza si su distribución interior te cuadra.
No vestir las ventanas
A no ser que vivas en el campo o frente a un bosque o parque, es un error olvidarse de vestir las ventanas. Porque son el elemento decorativa que evitará que sientas las miradas de los vecinos dentro de tu casa. Si bien dejar ventanales desnudos es ideal cuando las vistas merecen la pena, cuando se cuela el paisaje, cuando son árboles o edificios a lo lejos lo que se ve a través de ellos… esto sucede en contadas ocasiones. En el resto, para sentirte cómodo, acuérdate de vestir las ventanas. No necesitas hacer una gran inversión. Lo seguro: cortinas lisas en tonos neutros.
Leer: Errores y aciertos al vestir las ventanas (lo que debes hacer y evitar)
Comprar una mesa de comedor más grande de lo que debes
Por si vienen invitados, para cuando se reúna la familia… ¡Error! La casa debes amueblarla para los que viven en ella. No hay que pensar en los que vendrán. Los muebles deben tener el tamaño que precisa la casa (recuerda lo importante que es medir). Siempre hay soluciones que te ayudarán a que te sientas cómodo en los casos puntuales. Y un error frecuente es comprar una mesa de comedor grande que luego a diario solo usáis dos o que ni siquiera lo hacéis porque cenáis en la cocina. Las mesas de comedor extensibles son tus aliados y en el día a día el ambiente se verá más despejado que si escoges un diseño grande y fijo.
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