No hay nada más apagado que una pared en blanco, virgen, vacía, desangelada… ¡Y más si es en el salón! Y es que es la estancia en la que más tiempo pasamos en casa, en la que nos reunimos con amigos y familia, donde nos juntamos en familia a ver una serie o una película un domingo por la tarde. Por eso, para darle vida, devolverle esa importancia que tiene y enmarcar nuestro sofá, te ofrecemos 10 ideas para decorar la pared del sofá.
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Una composición de cuadros tradicional
De tres, cuatro o seis. Lo que prefieras. Puedes hacerlo de dos maneras. O bien eligiendo una serie, como ha hecho aquí la interiorista Mónica Garrido para el espacio de La Redoute de Casa Decor 2021; o bien creando la composición tú mismo. Emplea láminas decorativas de la misma serie, del mismo tamaño y, después, elige para todas un marco igual. Los de madera clara no fallan y lo mejor es que no pasarán de moda. En cualquier caso, antes de empezar a hacer agujeros en las paredes, pon cinta de carrocero simulando la posición de los cuadros. ¡Así no fallarás!
Con estantes en la pared
Una pared estrecha y alta pide con ganas unos estantes que potencien la horizontalidad. Además, si te falta espacio para guardar los libros es una idea genial para aumentar el almacenaje de tu casa. También puedes utilizar esas baldas para colocar unos cuadros apoyados, una opción muy en tendencia. Y, cómo no, añade unas plantas de interior que den vitalidad y alegría al ambiente. Si, incluso, la pared está pintada de un color llamativo, como esta verde que ha elegido Eva Mesa de Tindas Project para este salón, los estantes adornados destacarán, aumentando el dinamismo del ambiente.
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Un gran cuadro que acoja las miradas
Tal vez parezca la opción más fácil, aunque la elección del cuadro que vas a poner es básica. Elige uno que tenga la misma gama cromática que el resto de la decoración del salón y encajará perfectamente. Debe ser más bien grande para que no parezca que la pared siga vacía. Al elegirlo, ten en cuenta siempre el tamaño de la pared y mide siempre antes de colgarlo. Al hacerlo, recuerda que lo mejor es que la mitad del cuadro se sitúe a la altura de los ojos. Y más cerca del sofá que del techo, o parecerá que está flotando en medio de la nada.
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Unos adornos originales y únicos
Las bandejas de fibras son una de las últimas tendencias en la decoración de paredes. ¡Salte de la norma! Además, las fibras naturales son un recurso muy decorativo para dar calidez y frescura a las paredes, sea del color que sea que estén pintadas. Puedes combinarlas con unos espejos, también redondos, que formen un dinámico conjunto. También puedes colocar las bandejas un poco separadas, pero no demasiado, o parecerá que están nadando solas en un océano blanco que es la pared. ¿Más objetos que pueden decorar la pared de tu sofá? Unos sombreros, elegir unas pequeñas macetas, unas baldas geométricas… Apuesta y gana.
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Una pieza especial hecha por ti
Como un tapiz de macramé, un cuadro que hayas pintado tú o, incluso, un objeto especial con el que te hiciste en un viaje especial. Haz que la pared cobre vida y sea parte de los recuerdos de tu vida. Sea como sea la decoración de tu salón, no desencajará. De hecho, mira qué bien queda ese tapiz de macramé en un salón contemporáneo en el que triunfan los terciopelos y los dorados, muy glam. La mezcla de estilos, si es con mesura, puede ser superdecorativa.
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Los versátiles espejos
Lo cierto es que para decorar la pared del sofá o en cualquier otra, los espejos son un recurso decorativo que no falla. La clave está en hacerlo como cuando la decoras con un cuadro: el tamaño importa. Así que no pongas un espejo pequeño. Lo mejor es que sea grande, para que multiplique la luz y ayude a ampliar el espacio. Para que el efecto sea doble, ponlo allí donde el reflejo multiplique la imagen que entra por la ventana.
Unas fotografías con arte
No solo unos cuadros bonitos hablan de tu buen gusto. Unas fotografías artísticas en blanco y negro no fallan a la hora de dar elegancia y subir el nivel de tu salón. Incluso puedes combinarlo con un cuadro, también en blanco y negro, e incluso de un mayor tamaño. ¡No les restarán protagonismo! Incluso puedes hacer una composición de fotografías familiares que te lleven a tus mejores momentos. Ahora, en blanco y negro no desentonarán con la decoración y combinarán con cualquier estilo.
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Varios cuadros que den colorido
Aunque la opción de elegir los cuadros con la misma gama cromática es muy decorativa, lo cierto es que es poco arriesgada. ¿Quieres color en el salón? Llévalo a la estancia a través de la decoración de las paredes. Elígelos de diversos tamaños e, incluso, cuélgalos sin un marco –dependiendo de la elección, pueden restarles protagonismo–. Mira cómo lo ha hecho aquí la interiorista Eva Mesa de Tindas Project. Después completa la deco de tu salón con los mismos colores de los cuadros, con pequeñas pinceladas mediante los textiles de los cojines o algún que otro adorno.
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Una pared de cristal
Si la pared del sofá se comunica con la cocina u otra estancia que no tiene mucha luz, no dudes en colocar un panel de cristal a media altura. Si lo eliges de barrotillos negros, el resultado será muy moderno, elegante y no pasará de moda. Las paredes de cristal están en auge que vemos cada vez más en la decoración de interiores y es que la tendencia se dirige a hogares con menos separaciones en las que la luz pueda viajar libremente entre estancias.
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Y cuando no hay pared…
Si el sofá está colocado en medio del salón, como separador de ambiente, también puedes decorar su trasera. Coloca un mueble bajo que ocupe todo el espacio y pon encima de él varios adornos que te ayuden a dar personalidad al espacio. Añade también alguna planta y, cómo no, una lámpara de sobremesa que ofrezca una iluminación suave y ambiental. De esta manera podrás prescindir de las mesas auxiliares a cada lado del sofá, una opción estupenda si tu salón es pequeño.
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