Una casa inspirada en el espíritu culinario de su propietaria

La reconversión de esta casa tiene como centro de atención en su decoración de interiores la concepción de la cocina. Esta es el centro de la vivienda y su peso se siente no solo en su ubicación dentro de la casa, a la que se le dedica una buena superficie en metros; sino en su reflejo en el patio exterior. La decoración de la cocina dentro tiene continuidad fuera; con una idea similar. Esa es la particularidad de este proyecto que te presentamos en profundidad.

Un proyecto a la medida de un chef

La chef, emprendedora y empresaria Carine Ottou se puso en manos de Yoko Kloeden Design, un estudio de interiorismo reconocido en Londres por crear santuarios en las casas. Este proyecto trabaja sobre la idea de una crear una cocina auténtica de cocinero. Era fundamental crear un ambiente inspirador en el que este ambiente de la casa fuera clave. La chef camerunesa Carine Ottou dirige varios clubes de cenas e imparte clases de cocina desde su casa de Brixton. Al trabajar en la reforma de esta casa victoriana de tres plantas con patio, la decoradora tuvo claro que la clave sería la cocina y la concepción de su ubicación en la planta baja con una proyección en el exterior. Allí se crea una pared verde con jardín vertical que llena de exotismo la cocina al aire libre.

"Los clientes creen que no existe el mal tiempo, solo ropa inadecuada (hay que tener en cuenta que el marido de Carine es escandinavo), por lo que su jardín se considera una extensión vital de la casa", señalan desde el estudio encargado del proyecto. En el suelo destaca el uso de un tipo de madera elegida por la forma en que envejece, adquiriendo una pátina plateada.

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Un elemento móvil que es nexo de unión

La chef quería una cocina que se pudiera usar durante todo el año. De ahí que se creara en el patio un espacio completo con cocina al aire libre y zona de descanso con bancos a medida. Este elemento tiene su continuidad también en el interior de la vivienda en la zona del comedor. Los toques de diseño de Yoko en este proyecto incluyen una isla de cocina móvil y materiales naturales de líneas limpias (roble vintage, pintura de cal belga, zinc, hormigón y latón) que reflejan el estilo de una cocina vinculada con la naturaleza. Aquí se aprecia la isla móvil, con ruedas, que se desplaza desde la cocina interior al exterior. A continuación del banco, que favorece la reunión en este ambiente; se dispone un frente de cocina al aire libre con un módulo abierto con estantes que acoge superficie de trabajo, fregadero y cocina.

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La conexión con el exterior

En el interior, en la cocina, en el centro de la estancia entre los dos frentes de muebles, la isla móvil que veíamos en el patio. Destaca al fondo el cerramiento de apertura plegable en acordeón que permite crear el juego in & out con una sensación de apertura total cuando así se desea. Además, al tratarse de un cerramiento acristalado, aún cerrado, la conexión visual permanece. El jardín vertical se cuela dentro de la cocina en cualquier época del año. "Una de las mejores características de la cocina es una isla móvil que no solo se adapta a la perfección, sino que también se puede reubicar según las necesidades del cliente", comentan desde el estudio encargado del interiorismo.

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Los acabados de la cocina interior

La cocina original de la casa antes de la reforma era la mitad en tamaño que la actual. Era necesario que ganara metros. Y también, Yoko creó una conexión con el patio mucho más patente que la que existía. Organizada en dos frentes, ambos tienen una concepción bastante simétrica lo que crea un efecto espejo a ambos lados de la planta. La madera y el color gris son los acabados escogidos. Los muebles con frentes en madera resulta cálidos, nobles y duraderos. Ahí está la conexión con la naturaleza de la que se hablaba. El gris es el contrapunto, el toque de contemporaneidad. Está presente en la encimera en un tono suave y en el revestimiento del antepecho.

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Zona de lavado y de cocción, similares pero no idénticas

Mientras que en la imagen anterior veíamos la zona de cocción en uno de los laterales de la cocina, con el antepecho revestido con azulejos; la zona de lavado con el fregadero queda en el módulo opuesto. Aquí se varía el acabado y, aunque también en gris, se prolonga la encimera en un efecto hormigón pulido.

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El comedor, un espacio polivalente que también se traslada

En el comedor se mantiene una estética similar a la del patio exterior con un banco de nuevo como asiento. La idea es que esta mesa pueda ser llevada al exterior cuando se precisa. Carine quería que el comedor pudiera acomodar a 12 personas. Para lograrlo, Yoko eligió una mesa extensible, junto con un banco hecho a medida, que también tiene capacidad de almacenaje. La idea era que el comedor interior fuera una réplica del exterior o viceversa. La pared de ladrillo visto es un guiño a las fachadas y se incorporaron estantes colgados en el techo para exhibir plantas. Las lámparas colgantes antiguas se adquirieron en Brocantes, Francia, y las máscaras decorativas que adornan los estantes y los cojines de tela de barro se obtuvieron de África Occidental. Detalles vinculados a la vida de Carine, nacida en Camerún y criada en Francia.

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El salón, pura calma

Una vez que las presentaciones de las cocinas están hechas, en la planta baja hay espacio para un salón en un extremo de la planta. Se sitúa en un rincón tranquilo, con mucha luz natural. "La paleta de colores minimalistas realza esta sensación de tranquilidad que es esencial para Carine, que lleva un estilo de vida ocupado", indica Yoko. El acierto es jugar con las texturas a través de los materiales como el hormigón de la embocadura de la chimenea, los tejidos, la madera de la mesa de centro o la pintura de cal.

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El dormitorio principal

En la reforma, el dormitorio principal en suite y su baño se ganaron en el piso superior. Dado que el dormitorio recibe mucha luz natural, Yoko quería mantenerse fiel al resto de la casa mediante el uso de una paleta de colores apagados. En este ambiente el guiño a la raíz escandinava se siente en las mesitas de noche antiguas elegidas y las lámparas colgantes sobre una de ellas.

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El baño en 'suite'

Yoko eligió para este ambiente baldosas de zellige vidriadas a mano en tonos mezclados y tenues de verde y gris para agregar una sensación de encanto imperfecto a este pequeño baño. Cada uno es diferente, ya que están hechos a mano, y esa es su riqueza. Se han instalado en el frente del lavabo, donde luce un mueble en madera en bruto.

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Habitaciones relajantes

En el resto de las habitaciones de la casa (cuenta con otros dos dormitorios en la planta que queda entre la zona social y el dormitorio en suite) también son relajantes por las tonalidades que lo decoran. En ellas también se cuidan los detalles que aportan calidez pero haciendo gala de un interiorismo sencillo de mínimos. L apareja propietaria cuenta con dos hijas. En este nivel, además de los cuartos hay otro baño.

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El baño de invitados y familiar

Este baño está asignado a las dos hijas de Carine, así como a los invitados, y se mantiene en línea con el resto de la casa en su uso de una paleta de colores minimalista y monocromática y madera vintage. Yoko ha apelado hábilmente a los gustos de las jóvenes y al mismo tiempo salvaguardando la estética de los usuarios adultos. Con mucha originalidad, ha usado baldosas con dibujos aparentemente colocados al azar. El resultado es dinámico.

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La zona de la bañera

Mientras que el suelo y el frente del lavabo está decorado con azulejos en tonos grises, la bañera y su frente aportan luminosidad con un juego de baldosas en tonos neutros con un efecto envejecido y diferentes formas geométricas en gris intenso que aportan dinamismo. Entre las formas geométricas se cuelan lunas y estrellas que dan el aire más desenfadado y juvenil a este espacio.

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