¿Tienes la suerte de contar con una piscina en el jardín de tu casa? Con estas ideas de paisajismo podrás convertir la zona en un rincón especial en el que disfrutar todo el verano. Se trata de saber cuáles son las mejores plantas para decorar, los materiales más adecuados, cómo crear pantallas vegetales y qué puede ofrecer una pradera junto a la piscina. Cuestiones prácticas (y decorativas) que marcan la diferencia.
¿Por qué es importante el paisajismo de la piscina?
La piscina ha de ser un espacio para disfrutar. Un lugar en el exterior que puedas aprovechar al máximo en verano para nadar, refrescarte, descansar, tomar el sol (siempre con la protección adecuada) y relajarte.
Por eso no es suficiente con tener la piscina limpia y hacerle el mantenimiento correcto al agua. También hay que cuidar el entorno que la rodea, desde las plantas a los materiales del pavimento o la sombra que no puede faltar.
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No olvides la proporción
Es una de las reglas de oro que debes tener en cuenta a la hora de elegir la piscina para tu casa y, sobre todo, su tamaño. Este ha de estar en proporción con las dimensiones del jardín, si quieres conseguir el mejor resultado.
Elegir un vaso de tamaño olímpico para un jardín pequeño, en caso de que fuese posible, supone quedarse sin espacio para la zona de estar, además de romper cualquier atisbo de armonía.
Y la piscina es demasiado pequeña para el espacio en cuestión, perderás funcionalidad. ¿La solución? Adapta el tamaño de la piscina al del jardín y acertarás.
Leer: Pon a punto las zonas de exterior de tu casa y prepárate a disfrutar del buen tiempo
A prueba de resbalones
Contar con un pavimento antideslizante en torno a la piscina que resulte seguro es clave para evitar accidentes. Existen numerosas opciones para elegir: cerámica de exterior, piedra, madera, etc.
Además de que no resbale, es importante que no se caliente demasiado con el sol, para que puedas caminar descalzo sin problemas.
Por otro lado, el material elegido ha de guardar cierta armonía estética con el estilo del jardín.
Leer: Piscinas de arena: ¿Quieres recrear la playa en tu propia casa?
Elegir las mejores plantas
Si quieres marcar la diferencia de verdad entre una piscina del montón y un auténtico paraíso estival, la clave está en las plantas. No la dejes desnuda y viste la piscina con la vegetación más apropiada para convertir la zona en un oasis de frescor.
Como punto de partida, adopta una norma que suele funcionar: apostar, en lo posible, por especies autóctonas, totalmente adaptadas al clima de la zona. Además de que te resultarán más fáciles de cuidar, estarán esplendorosas y crecerán más saludables.
Leer: Todos los cuidados que debes darle a tu jardín en primavera
¿Qué especies es mejor evitar?
Aunque te gusten mucho algunas especies, puede que no sean adecuadas para poner en el entorno de la piscina. Aquí no tiene mucho sentido plantar, por ejemplo, especies caducifolias, si no quieres pasarte horas recogiendo hojas, y también frutos y otros elementos vegetales. Un trabajo añadido que es mejor ahorrarse.
Por otro lado, tampoco conviene plantar especies que atraigan a los insectos. Ya sabemos lo importante que es la función polinizadora que cumplen las abejas, pero no es agradable tenerlas revoloteando mientras te relajas después de darte un baño en la piscina.
La magia y el color de las flores
Si necesitas animar un poco el paisajismo del jardín porque presenta un estilo un tanto monocromo, nada como apostar por algunas especies de flor que llenen de color la zona de la piscina.
Elige ejemplares que florezcan en los colores que prefieras y siémbralos en parterres en el suelo del jardín, o en contenedores como macetas grandes o jardineras. Esta última opción tiene la ventaja de que podrás trasladarlas a otra ubicación cuando quieras.
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Árboles, ¿sí o no?
Poner árboles junto a la piscina puede ser una gran idea, ya que te regalarán un bien preciado: la sombra, que no puede faltar. La sombra natural de los árboles resulta muy agradable. Sin embargo, no vale cualquier árbol en esta ubicación.
Para empezar decídete por árboles del tamaño apropiado, ni demasiado grandes ni muy pequeños, y procura que se trate de especies autóctonas.
Elígelos de hoja perenne para evitar manchar el agua con los restos y, sobre todo, asegúrate de que se trata de árboles cuyas raíces crecen hacia abajo y no en horizontal. De ser así, podrían estropear el vaso de la piscina, provocando fugas de agua. Deja un espacio de al menos 6 metros entre la piscina y los árboles.
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Crear pantallas vegetales
Una buena manera de preservar la intimidad a la hora de bañarse en la piscina es crear pantallas vegetales con setos o enredaderas tupidas que te pongan a salvo de miradas indiscretas.
Hay muchas especies adecuadas, como trepadoras o arbustos. La hiedra (Hedera helix) puede ser una buena opción, así como el jazmín (Jasminum officinale).
Leer: Soluciones prácticas y decorativas para dar privacidad a tu jardín
El césped, el recurso perfecto para el área de descanso
Ya sabemos que es delicado, que resulta laborioso de cuidar, que es poco sostenible porque necesita mucho riego para estar bien, pero… ¿a que te encanta tumbarte en la hierba para secarte al sol después de nadar?
El césped es uno de los elementos más adecuados para crear la zona de relax junto a la piscina. Si te decides a sembrarlo, dale los cuidados que necesita para tenerlo perfecto.
Leer: Alternativas para sustituir al césped en tu jardín sin renunciar a la pradera