Madonna está de mudanza. La cantante acaba de adquirir una lujosa mansión, en la exclusiva zona de Hidden Hills (Los Ángeles), por 16 millones euros. La propiedad, de 1,2 hectáreas, rodeada de secuoyas y con todo lujo de detalles, se la ha vendido su compañero de profesión The Weeknd, quien la compró, hace cuatro años, recién construida. La vivienda principal tiene 1.250 metros cuadrados, nueve habitaciones y once cuartos de baños, a los que se suman otros tantos de la casa de invitados. Además, tiene sala de cine, una gran bodega iluminada por leds azules, un teatro, un gran gimnasio y garaje para cinco vehículos. El eje central del cuidado jardín es una enorme piscina infinita de agua salada con su zona de relax y, adyacente a él, una cancha de baloncesto.
Esta casa se suma a las múltiples propiedades inmobiliarias de Madonna, que incluyen cuatro viviendas en Londres, una mansión del siglo XVIII en Sintra (Portugal), un apartamento en Nueva York y una casa con centro hípico en Bridgehampton (Nueva York). A sus sesenta y dos años, la cantante disfruta de pasar tiempo con sus seis hijos: la mayor, Lourdes María, a quien todos llaman Lola, nació en octubre de 1996, de su relación con el bailarín y preparador físico Carlos León; Rocco, el segundo, nació de su matrimonio con el director británico Guy Ritchie, en agosto de 2000. Antes de su divorcio, la pareja adoptó, en 2006, a David Banda, con trece meses, cuando el pequeño atravesaba una complicada situación de salud en un orfanato de Malaui. En 2009 llegó a la familia, también desde Malaui, la pequeña Mercy James, que tenía entonces cuatro años. Y en 2017, se unieron las gemelas Stella y Esther, de cuatro años, procedentes del orfanato Home of Hope, del país africano.