Los rumores sobre la posible salida de Lionel Messi del Barça, el que ha sido su club durante dieciséis años, suenan cada vez con más fuerza. Especialmente desde que, hace unos días, trascendiera que el astro del balón ha adquirido, recientemente, un segundo inmueble en Miami, a través de Celromalina LLC, una empresa que, según medios estadounidenses, está ligada a la familia del argentino. Se trata de un apartamento de cuatro dormitorios y cuatro baños en el edificio Regalia, de Sunny Isles Beach, zona residencial al norte de Miami, por el que habría pagado seis millones de euros. El piso, ubicado a pie de playa, mide más de 500 metros cuadrados y cuenta con una terraza de casi 200. El edificio, de 39 plantas, está provisto de la última y más variada tecnología. Por ejemplo, un enfriador con capacidad para mil botellas de vino. A su vez, está equipado con seis piscinas, un spa, un salón para yoga...
Es la segunda propiedad que Messi adquiere en la ciudad. Hace dos años, desembolsó cuatro millones de euros por un piso en Porsche Design Tower, una comunidad de 60 plantas, en Miami Beach. La pasión de Messi por la urbe más emblemática de Florida coincide con otro rumor: el gran interés que tiene el Inter de Miami, equipo de David Beckham, por él. ¿Está planeando su aterrizaje en el club? Mientras amplía su patrimonio y piensa en su futuro, continúa con su presente en Castelldefells, cerca de Barcelona, donde reside junto a su mujer, Antonella Roccuzzo, y sus tres hijos, Thiago, Ciro y Mateo.