Aunque decorativo y agradable, el césped tiene algunos inconvenientes que debemos tener en cuenta antes de sembrarlo en el jardín. Para empezar, resulta bastante delicado y necesitará que lo cuidemos mucho para estar saludable y mantenerse en buen estado.
Por eso no está de más explorar otras opciones que resulten más cómodas, más asequibles y que no nos exijan tanto esfuerzo.
El césped, bello pero exigente
No solamente debes segarlo de forma frecuente. También tienes que regarlo abundantemente, abonarlo cuando toque, hacerle escarificados puntuales para airearlo, y vigilar que no le ataquen plagas ni enfermedades. Toda una batería de cuidados que puede resultar, cuando menos, laboriosa.
Además de trabajo, también hay que invertir tiempo y dinero. Es buena idea buscar soluciones más sostenibles que te permitan disfrutar de una alfombra vegetal mullida sin tanto esfuerzo.
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Oreja de ratón (Dichondra repens), una pradera mullida
Si te gusta caminar descalza por el césped de tu jardín, tendrás que sustituirlo por una planta tapizante que cubra el suelo con hojas suaves, como la Dichondra repens, también conocida como oreja de ratón por la forma de sus hojas.
Se trata de una planta perfecta para sustituir al césped, que crece a ras de suelo (apenas unos centímetros en altura) gracias a sus tallos horizontales. Si la siembras en tu jardín tendrás que trabajar mucho menos que con el césped, aunque será necesario cortarla de vez en cuando para procurar que el suelo esté uniforme.
Por lo demás, todo son ventajas: necesita poca agua, puedes ponerla en zonas de sombra, su mantenimiento es escaso y es una planta resistente, tanto a las plagas y enfermedades, como a las heladas y las bajas temperaturas.
Descubre las festucas
Las festucas pueden convertirse en la alternativa que necesitas para suplir al césped en tu jardín. Se trata de plantas muy sufridas, que no requieren grandes cuidados, y que están disponibles en diversas variedades para que puedas elegir. La de la foto es una Festuca glauca, aunque también puedes elegir una Festuca gautieri.
Además de soportar el frío y las temperaturas bajas, no necesita que las riegues demasiado. Un inconveniente: no la siembres en zonas de mucho tránsito porque no aguanta bien las pisadas.
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Musgo, perfecto en jardines umbríos
La sombra en el jardín no es siempre un inconveniente. De hecho, si el tuyo no es muy soleado, el musgo puede ser una interesante opción para sustituir al césped.
Necesita humedad, pero es fácil de cultivar y el mantenimiento es escaso. Además, es una estupenda alfombra que resiste muy bien las pisadas.
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Trébol enano (Trifolium repens), una especie versátil
Además de decorativo, el Trifolium repens es una planta estupenda para alfombrar tu jardín. No tendrás que preocuparte de cuidarlo, ya que es resistente y no necesita atenciones, más allá de regarlo y segarlo de vez en cuando.
En cualquier caso, se adapta bien a todo tipo de suelos, aunque no sean ricos en nutrientes, y no necesita mucha agua ni fertilizantes.
A pesar de las muchas ventajas que te trae el trébol enano, también tiene algunos inconvenientes: es algo resbaladizo y cuando florece, a pesar de estar bonito, suele atraer a las abejas. Aunque estos insectos polinizadores cumplen una función muy útil en el huerto o en la zona de plantas y flores, en la pradera pueden resultar molestas. Para evitarlo, basta con segar la pradera para eliminar las flores.
Cynodon dactylon o grama de hoja fina
Esta es una de las formas más habituales de sustituir al césped, en especial en zonas de clima mediterráneo, ya que se desarrolla muy bien cuando las temperaturas son cálidas, por encima de los 27 ºC. De hecho, si vives en un lugar de clima frío lo mejor es que busques otra opción, porque el Cynodon dactylon no aguanta las bajas temperaturas y mucho menos las heladas.
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Una pradera florida con Lippia nodiflora
¿Necesitas una planta tapizante de bajo mantenimiento? Apuesta por la Lippia nodiflora, también conocida como Phylla nodiflora. Apenas necesita agua y es muy resistente, por lo que estará perfecta aunque no la cuides mucho, tanto a pleno sol como en semisombra. De hecho, puedes sembrarla, incluso, en zonas de tránsito, ya que soporta las pisadas sin inmutarse.
Además, hace gala de una abundante y aromática floración desde mediados de la primavera hasta el final del verano. ¡Todo un hallazgo para tu jardín!
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Convalaria (Ophiopogon japonicus), decorativa y original
Aunque no se parece mucho al césped común, puede ser una buena idea para tapizar espacios en pendiente o zonas acotadas de tu jardín. No conseguirás una pradera al uso, pero le darás una apariencia muy decorativa a esos rincones y, además, sin tener que esforzarte demasiado.
La convalaria nace en pequeñas matas. Si las plantas lo suficientemente juntas, terminan uniéndose para cubrir el terreno. Puedes sembrarlas en zonas de sombra ya que prefiere los lugares frescos y húmedos que estar a pleno sol.
Herniaria glabra, capaz de resistirlo todo
No importa si el suelo de tu jardín es pobre, si le faltan nutrientes o si llueve poco. Quizá el césped no resistiría todo esto, pero hay otras plantas capaces de crecer en esas condiciones y, además, ofrecerte una pradera mullida.
Como la Herniaria glabra, una especie tapizante todoterreno, y nunca mejor dicho. Soportará sin problemas la falta de riego y la sequía, si es puntual, aunque tiene un inconveniente: necesita estar a pleno sol para desarrollarse de manera saludable. No la elijas para zonas umbrías.
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