Pon a punto las zonas de exterior de tu casa y prepárate a disfrutar del buen tiempo

Con el buen tiempo llega el momento que tanto esperábamos: el de salir a disfrutar del aire libre y del sol. Y si tienes la suerte de contar con zonas de exterior en casa estarás deseando poder disfrutarlas. Pero antes hay que prepararlas adecuadamente, renovar lo que sea necesario y poner a punto estructuras, superficies y elementos. ¿Sabes cómo hacerlo?

Comienza por la terraza

Se ha convertido, por obra y gracia del pasado confinamiento que todos hemos vivido, en uno de los espacios más valiosos de tu casa. Sin embargo, para poder sacarle todo el partido es necesario organizarla.

Establece diferentes zonas en función de los metros cuadrados disponibles y de cómo quieres usarla: un rincón de comedor, una zona de estar, etc. Piensa en cómo te gusta usar tu terraza.

Después tendrás que revisar el pavimento, las estructuras como barandillas y los toldos.

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¡Ojo con los suelos!

El pavimento de la terraza o del porche es uno de los elementos que debes poner a punto. El gres porcelánico, la madera, el composite o el microcemento son materiales que soportan bien estar a la intemperie y no te darán muchos problemas.

En el caso de la madera, es mejor optar por aquellas más resistentes como las tropicales (teca, ipe o iroco). Puede que ahora muestren un color grisáceo y apagado, pero bastará con aplicarles un aceite protector específico para devolverles su color original y su belleza.

Si has optado por revestir el suelo de la terraza con césped artificial, es el momento de limpiarlo a fondo. Puedes utilizar un desinfectante específico o una mezcla de lejía diluida en agua.

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El jardín, en plena forma

Si eres de los que tienen la gran suerte de contar con un jardín, seguramente ya llevas un tiempo preparándolo para su época dorada: la primavera y el verano.

Además de proporcionar a las plantas los cuidados que necesitan ahora, es buena idea prestar atención al césped para que esté perfecto.

Revisa los sistemas de ocultación que te dan esa privacidad que tanto valoras: setos vegetales o artificiales, vallas de cañizo o bambú, paneles de madera, etc. Asegúrate de que el invierno no los ha deteriorado y que no necesitan reparación o mantenimiento.

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Espacio para guardar

Maquinaria de jardín, el cortacésped y la desbrozadora, las herramientas de jardinería, los productos para mantener y limpiar el agua de la piscina, los accesorios del sistema de riego, etc. Son muchas las cosas que necesitas para mantener tu jardín en perfecto estado de revista.

Para que no estén a la vista, tendrás que buscar un lugar donde guardarlos. Si tienes espacio de sobre en el jardín, puedes instalar una caseta. Otras opciones son arcones para exterior, armarios, etc.

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Los muebles de exterior, a examen

Sillas y mesas, sofás, butacas, tumbonas… Los muebles son el elemento imprescindible para disfrutar de forma cómoda del exterior, ya sea el jardín, el porche o la terraza. Ahora llega el momento de sacarlos de su escondite para ponerlos en forma.

Aunque los hayas guardado de la manera adecuada, necesitarán que los revises y los limpies. Aplica a tus muebles de madera un tratamiento protector (un lasur o un barniz) que los mantenga a salvo de la humedad, la acción del sol, etc.

Limpia los de fibras sintéticas, si no lo hiciste en su momento, con una solución jabonosa y aplica aceite de linaza a los de fibras naturales como el bambú y el mimbre para nutrirlos.

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Un cuidado especial para la madera

Es un material noble y natural que nos encanta y, siempre que la cuidemos como se merece, es perfectamente adecuado para estar al aire libre. Sin embargo, requiere un mantenimiento más exigente que otros materiales.

Por eso, si te apasiona la madera y la eliges para los suelos de la terraza, para los muebles del jardín o para una pérgola, debes saber cómo cuidarla para que esté siempre en perfecta forma.

Comienza por detectar cuáles son sus principales enemigos: la humedad y la lluvia, el efecto de la radiación solar, los hongos, el ataque de algunos insectos, entre otros. Para proteger la madera de todos estos peligros es importante aplicar los productos adecuados.

Puedes optar por barnices, que sellan la madera impermeabilizándola. Proporcionan un acabado resistente, pero con el tiempo se agrietan y tendrás que retirarlos y volverlos a aplicar. Otra alternativa son los lasures que protegen la madera desde el interior, sin sellar la superficie de la madera. A la hora de renovarlos, no es necesario eliminarlos ni decapar, sino simplemente volverlos a aplicar.

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Los textiles, listos para entrar en acción

Este es un capítulo importante a la hora de renovar las zonas de exterior. Contar con elementos textiles en los muebles es fundamental para ganar en comodidad.

Sin embargo, pocas cosas sufren más los efectos de la intemperie que las telas. El sol directo, la humedad, el uso intenso... Se estropean con facilidad, por lo que es esencial elegir tejidos preparados para estar al aire libre.

Si con cojines de tu sofá de exterior o las colchonetas de la tumbona están viejos y descoloridos, es el momento de renovarlos. ¡Verás qué cambio!

Eso sí, esta vez elige telas adecuadas, que cuenten con tratamientos específicos que las protejan de las radiaciones UVA y UVB, con propiedades fungicidas para evitar la proliferación de hongos, tratamientos antimanchas etc.

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¡Protégete del sol!

Elijas el sistema que elijas, en tu terraza o jardín no te puede faltar una zona de sombra. Es imprescindible a ciertas horas del día y te permitirá disfrutar del exterior más y mejor.

Una sombrilla grande y resistente puede ser la alternativa perfecta para espacios puntuales: junto a la piscina, un rincón de comedor del jardín, etc.

Para la terraza es buena idea elegir un toldo: hay distintos modelos en función del espacio: de cofre, de estor, para poner en una pérgola, etc. Lo importante es que sea de lona resistente, acrílica o de PVC, tejidos capaces de filtrar una buena parte de las radiaciones solares. Puedes elegirlo con cofre, que lo protege una vez recogido, o motorizado para desplegarlo fácilmente.

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Apuesta por una pérgola

Son la mejor opción para un porche, ya que puedes adosarlas a la fachada de la casa, y también son perfectas para terrazas amplias.

Elige entre los modelos de madera equipados con toldo, o las bioclimáticas capaces de regular la temperatura y la luz gracias a sus lamas orientables. Estas últimas suelen ser de aluminio y no requieren apenas mantenimiento, más allá de una limpieza periódica.

En cuanto a las pérgolas de madera, necesitarán protección como el restos de superficies de este material expuestos a la intemperie.

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Revisa la iluminación

Por último, es importante que repases la iluminación exterior del porche, el jardín o la terraza. Además de proporcionarte visibilidad y mayor seguridad a las zonas de acceso, contar con una buena iluminación te ayuda a crear espacios agradables en las zonas de estar, por ejemplo, o a conseguir una buena luz para cenar en las noches de verano.

Revisa lámparas, apliques y guirnaldas y cambia las que estén estropeadas, así como las bombillas fundidas.

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