Una cuestión fundamental en decoración de interiores: combinar bien estampados. Nos centramos en enumerar de manera concisa y clara las claves para hacerlo bien. Con esta master class podrás aplicar los conocimientos a cualquier estancia de la casa tanto en los textiles -principalmente- como en otros elementos -papeles pintados en las paredes o láminas-. ¿Te incorporas al curso?
Un estampado sobresaliente
Al combinar estampados en decoración, puede suceder que uno de ellos destaque deliberadamente respecto al resto. Puede que sea porque es de motivos más grandes, porque ocupa una superficie mayor (como en este caso el de la pared) o porque tenga un color más vistoso. ¿Cómo combinar? Puedes optar por otros colores lisos y entonces convertirlo en protagonista total, lo que es una opción segura -como se ha hecho en este salón-; o bien añadir más estampados aunque no tengan nada que ver en motivos pero deben ser de diseño más pequeño y en la misma gama cromática o en neutro.
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Dos colores opuestos en todos los estampados
Sobre una base neutra, otra de las claves que debes anotar para combinar estampados es que se mezclen todos, de muy variados motivos en dos colores únicamente y que estos sean opuestos o complementarios. También funciona apostar por los mismos colores opuestos pero en el mismo tipo de estampado. ¿Qué son los tonos opuestos? Los que en la rueda cromática están enfrentados. Funcionan amarillo y violeta, azul y naranja, verde y rosa… Sin duda, el blanco o neutro con el gris oscuro o pizarra son infalibles, como en este salón decorado por Becky Shea.
Diferentes y variados colores y patrones
¿Cómo es posible combinar aquí con esta idea y que se sienta el ambiente equilibrado? Porque otro tip es crear una base vibrante y atrevida multicolor, usando el mismo tipo de estampado -como aquí los motivos geométricos- en muchos colores. Las opciones más seguras son jugar nuevamente con los colores opuestos o complementarios o bien escoger un color y jugar con sus tonalidades e intensidades, combinándolas en el mismo tipo de estampado (aquí es geométrico, pero puede ser floral, animal, óptico…).
Apostar por la misma gama de color
Esta es una lección de base y segura a la hora de decorar: una misma gama de color, muy similar, sin intensidades o estridencias que sobresalgan y mezclar motivos muy distintos. Y aquí la riqueza es precisamente la que aportan los motivos, que pueden ser lisos, rayas, puntos, flores…
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El equilibrio de los números impares
A la hora de combinar estampados también importan las matemáticas. No te asustes, es una importancia relativa que nada tiene que ver con derivadas. Solo debes saber que un número impar de elementos agrupados en decoración funciona y aporta dinamismo. Con dos elementos o estampados, estos compiten entre sí. Basta añadir un tercero para que esa sensación se desdibuje. Así que: decora con tres estampados. Y una anotación más, tres estampados y tres tamaños diferentes para ellos.
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¿Quieres decorar con más de tres estampados?
Aquí empieza la complicación para crear un buen resultado y, de nuevo, hay que echar mano de los números. Para vestir un ambiente con más de tres estampados, usa tres motivos o patrones de tres tamaños distintos pero agrúpalos por pares. El estampado de tamaño más grande tendrá el protagonismo y el balance lo pondrán los otros.
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Un elemento de contraste
Vamos con una nueva clave para saber cómo combinar estampados en decoración. Juega con los motivos, mézclalos, pero luego "desvía" la atención en el conjunto con un tono vibrante y diferenciador que acapare miradas, que sea en liso. Este desvía la atención de los estampados, puede estar presente en un elemento más grande como en la tapicería de un sofá o una pared o alfombra pero también en dosis más pequeña, el mismo color liso, en otros elementos distribuidos por la estancia.
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La idea de decorar con un nexo en común
Otra opción a tener en cuenta es que los estampados sean distintos entre sí, pero que haya un nexo de unión a través del color, tipo de tela, estilo decorativo o, como ya hemos indicado, motivo en sí (geométrico, óptico, naturaleza, flores…).
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Una paleta de colores corta y diferentes estampados
Esto también funciona. Puedes combinar estampados que pienses que a priori son atrevidos y no casan (como aquí flores y un geométrico tipo étnico) en una paleta cromática corta de no más de tres colores. Así la armonía reinará. Además, si tienes respeto por la combinación de motivos o patrones dispares, sepáralos en la estancia para que no se "toquen" entre sí.
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Juega con los estampados según el estilo decorativo que quieras lograr
Hay estampados atemporales, otros más atrevidos, étnicos muy marcados como el ikat o tradicionales como el cuadro vichy o el campestre toile de Jouy. No están reñidos entre sí algunos de ellos pero sí debes usar los patrones según el estilo decorativo que quieras crear en el ambiente. Hay estampados florales más clásicos y otros actuales o contemporáneos con flores abstractas o pop art. No las mezcles. Tampoco con los más opuestos como un toile de Jouy y un ikat. Mantén la línea de tendencia decorativa para potenciar el estilo. Los geométricos son los que sirven para rebajar el tono, para equilibrar; y , por supuesto, los tonos lisos incorporados en tejidos que aporten trama.
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