Salir de la ducha y envolverse en una gran toalla suave y esponjosa, con cuerpo y textura, es uno de los placeres más sencillos y a la vez más especiales que podemos disfrutar cada mañana. Y para ello solo necesitas unas buenas toallas: gruesas y de tacto agradable.
¿Cómo distinguir las toallas de calidad?
Son varios los factores que debes tener en cuenta a la hora de elegir las toallas para el baño. Debes fijarte en:
- El material: las mejores son las de algodón 100%, pero además hay que observar el rizo, el peso y la densidad de la toalla, que viene determinado por el gramaje.
- El tacto: debe ser suave y agradable.
- La capacidad de absorción: si seca más o menos.
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¿Cuántos juegos necesitas?
No es aconsejable comprar demasiadas toallas, sobre todo si tu casa no es demasiado grande y te falta espacio de almacenaje. Bastará con tener dos juegos por cada miembro de la familia, más un par más de reserva para las visitas (cuando podamos volver a recibir a amigos y familiares en casa).
Es mejor invertir en pocas toallas buenas, en lugar de tener muchas de calidad dudosa. En cuanto a los tamaños necesarios, las de baño son las más grandes (100 X 150 cm), seguidas de las de ducha (70 X 140 cm), de lavabo (50 X 100 cm) y de tocador (30 X 50 cm). Puedes comprar juegos completos o solo las que utilices.
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El algodón, el material estrella
Si estás pensando en comprar un juego de toallas y lees en la etiqueta que lleva mezcla de fibras sintéticas y algodón, mejor piénsatelo dos veces. Debes saber que las mejores toallas son las que están confeccionadas con algodón 100 %.
Por eso, lo primero que debes hacer es corroborar este dato mirando la etiqueta. Después debes valorar otros aspectos, ya que dentro del conjunto de toallas de algodón también encontrarás diversas calidades.
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Ten en cuenta el origen
No todos los algodones son iguales ni presentan la misma calidad, por lo que no basta con cerciorarnos de que la toalla no lleva mezcla de fibras. También hemos de tener en cuenta de dónde procede la materia prima, entre otros aspectos.
El algodón egipcio es, de hecho, el mejor valorado ya que se considera que presenta la calidad más alta. Posee una gran capacidad de absorción, mucho mayor que el algodón de otras latitudes. Esto ha logrado encumbrarlo y darle fama y relevancia.
También está muy reconocido el algodón que se produce en Turquía, porque presenta unas fibras largas y una suavidad extraordinaria. Las toallas que se confeccionan con algodón turco son gruesas y duraderas.
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El gramaje, otro factor a considerar
El gramaje es el peso de la toalla medido en gramos de hilo por metro cuadrado. De esta manera, a mayor cantidad de hilo, mayor gramaje. Y a mayor gramaje, mayor capacidad de absorción (o nivel de hidrofilidad) y, por tanto, mayor calidad.
A la hora de comprar tus nuevas toallas, elígelas a partir de 500 gr/m2, lo que querrá decir que tendrán una calidad aceptable que no te defraudará. No solo su textura será mucho más agradable, sino que además te durarán más tiempo como el primer día.
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Fíjate en el tipo de rizo
Convencional, americano, de baja torsión… Si alguna vez has oído estos términos aplicados al rizo de las toallas pero no sabes qué significan exactamente, presta atención porque son conceptos importantes a la hora de determinar la calidad.
- Rizo convencional: se emplea en toallas de fabricación sencilla, más económicas, que no suelen presentar gramajes muy altos. El hilo es doble y las fibras cortas.
- Rizo americano: el hilo va torsionado, lo que aporta mayor volumen y densidad a la toalla, y las fibras son más largas, más suaves y de mejor calidad.
- Rizo de baja torsión: el hilo no va torsionado, pero las fibras son mucho más largas, por lo que el tacto de la toalla es de gran suavidad.
Otros tejidos por descubrir
Aunque el algodón es el material más importante en materia de toallas, podemos encontrar otros tejidos interesantes.
Como el lino, una fibra natural que transmite una hgran sensación de frescor y que, además, resulta de lo más decorativo en el cuarto de baño.
O el modal, una fibra fabricada a partir de celulosa que hace gala de una asombrosa capacidad de absorción, un 50% mayor que la del propio algodón. O la fibra de bambú, hipoalergénica y antibacteriana.
Todas ellas son opciones que podemos explorar en un momento dado. ¿Por qué no?
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El diseño, el color, los estampados…
La calidad es un factor clave a la hora de elegir las toallas, pero también lo es el diseño, el color y los detalles como remates, bordados y aplicaciones.
Opta por toallas decorativas que se conviertan en un punto de atención en tu cuarto de baño.
Una alternativa es elegir toallas blancas o de colores neutros: sencillas y sobrias, se integran de maravilla en baños de todos los estilos.
También puedes decidirte por toallas de colores intensos, aunque debes saber que suelen estropearse antes de tiempo si no las lavas de la manera adecuada.
Además del color, las toallas pueden ir bordadas, llevar remates de encaje o de otros materiales, estar decoradas con diseños en relieve, etc.
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Revisa tu técnica de lavado
Las toallas de calidad están preparadas para soportar los lavados continuos y frecuentes, siempre que tengas en cuenta ciertos cuidados que te ayudarán a mantenerlas perfectas. No te servirá de mucho invertir en toallas de calidad si después las lavas de cualquier manera: acabarán estropeándose en poco tiempo.
- Para cuidarlas al máximo lávalas por separado según el color y no mezcles las blancas con las oscuras. Estas últimas debes lavarlas en agua fría.
- No cargues demasiado el tambor de la lavadora: te quedarán peor.
- Selecciona un programa a baja temperatura, no superior a 30º C.
- No centrifugues en exceso, ya que las fibras sufren con la fricción.
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Detergentes y suavizantes: úsalos con acierto
Además de elegir el programa de lavado adecuado, de no centrifugar mucho y de lavar a baja temperatura, también es importante poner cuidado a la hora de emplear el detergente.
Opta uno neutro para ropa delicada y tus toallas quedarán perfectas. Es importante no poner demasiada cantidad de detergente, ya que no conseguirás que lave mejor y quedarán restos de jabón.
Tampoco es recomendable utilizar suavizante, ya que impermeabiliza las fibras de la toalla y hace que esta pierda capacidad de secado. Un truco casero efectivo para sustituirlo y lograr que las toallas queden mullidas es poner en el cajetín de la lavadora un vaso de vinagre.
Puedes secar las toallas al aire, aunque en la secadora a temperatura media te quedarán perfectas.
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