Uno de los principales problemas de los iniciados en la jardinería es que no saben qué plantas son las más adecuadas ni cuáles sus cuidados. De hecho, la mayoría de las veces, pecamos de un exceso de riego, frente a un defecto, lo que provoca enfermedades en la planta como el oídio (que provoca que le salgan manchas blancas en las hojas) o que las raíces se pudran. La humedad es una de las principales enemigas de las plantas.
También es importantísimo tener en cuenta que cada planta tiene unas necesidades hídricas diferentes y que los plazos de riego pueden no funcionar de igual manera en climas cálidos que húmedos. Por ese motivo, es aconsejable empezar con plantas superresistentes, que soporten casi cualquier tipo de condición de riego. Eso sí: sea cual sea tu planta comprueba siempre la humedad del sustrato antes de regarla. Puedes hacerlo introduciendo un palo (o el dedo) en la tierra para comprobar su nivel de humedad. Si sale húmedo, es que aún no necesita que la riegues.
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1. Aloe Vera
El aloe vera es una de las plantas suculentas más populares y no solo por su porte esbelto y elegante verdor, sino por la cantidad de propiedades que tiene. De hecho, es conocida como ‘planta milagrosa’, ya que es favorece la cicatrización, alivia el dolor, es antiinflamatorio y es perfecta para hidratar y proteger la piel. Además es una planta que se propaga ella sola muy fácilmente, ya que con el tiempo le salen pequeñas plántulas, que podrás trasplantar a otra maceta para que prospere.
Cuidados
Hay tres cosas básicas que necesita un aloe vera para crecer fuerte: un buen drenaje, mucho sol y agua.
Drenaje: asegura un sustrato con buen drenaje: puedes emplear roca volcánica. Se coloca en la base de la maceta, antes de introducir la tierra. También puedes mezclar la tierra con arena, de manera que las raíces puedan oxigenarse.
Luz: necesitan tantas horas de sol, aunque en verano es mejor protegerla del sol directo que podría quemar sus carnosas (verás que se ponen marrones).
Agua: aunque requiere que el sustrato esté siempre un poco húmedo, evita encharcarla o dejar agua en el plato.
Temperatura: mantenla entre 17 y 27 °C. Si se expone a temperaturas inferiores a 10 °C, podría pudrirse.
2. Costilla de Adán (Monstera Deliciosa)
Si te gustan las plantas grandes en el interior de tu casa y quieres iniciarte en la jardinería, una Costilla de Adán es una planta con muchísimo poder decorativo y con unos cuidados muy sencillos. Se caracteriza por sus grandes hojas partidas, como imitando a unas costillas, de un atractivo verde intenso y brillante. Esta planta de origen tropical, en realidad, es una planta trepadora, que necesitará de unos tutores para mantenerse erguida.
Cuidados
Aunque es una de las plantas más sencillas de cuidar e ideal para iniciados en la jardinería, deberás prestarle ciertas atenciones. Además, puede cultivarse en interior (aunque no florecerá) y exterior:
Luz: si la tienes en una maceta dentro de casa, colócala en una estancia luminosa, pero sin sol directo, donde pueda aprovecharse de toda la luz que entra por ella. En cambio, en el exterior, prefiere condiciones de semisombra.
Temperatura: no es adecuado exponerla a temperaturas inferiores a 5 °C. De hecho, las heladas podrían abrasarla por el frío. La temperatura ideal para una Monstera Deliciosa es unos 25 °C.
Riego: necesita un riego moderado, dejando secar el sustrato entre riego y riego y aumentando la frecuencia durante los meses de más calor. Aguanta bien los ambientes secos, aunque agradecerá que la pulverices de vez en cuando.
Una precaución: ten cuidado si tienes gatos, ya que es una planta tóxica para ellos.
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3. Espatifilo (Spathiphyllum)
Conocido como lirio de la paz o cuna de Moisés, el espatifilo es una planta con flor muy agradecida y que llenará tu casa de una belleza sin igual, gracias al contraste entre sus grandes y brillantes hojas verdes y sus brácteas blancas, que protegen sus características flores. Y es que lo blanco no es, en realidad, la flor de esta planta, sino su espata. Sus flores brotan en la pequeña asta blanca que surge de ella (espádice) y que, cuando alcanza su madurez, comienzan a tornarse verde pálido.
Cuidados
Para que crezca frondosa y muy verde, además de favorecer su floración, presta atención a estas indicaciones:
Luz: requieren grandes dosis de luz indirecta tanto en invierno como en verano, por lo que conviene colocarla en una estancia muy luminosa pero sin sol directo, que podría quemar sus hojas.
Temperatura: a no ser que vivas en una zona muy cálida, esta planta tropical prefiere el interior. Lo ideal es mantenerla entre 18 y 25 °C y nunca superar los 30 ni bajar de los 15 °C. Si consigues mantenerla a 18 °C por las noches y entre 20 y 25 °C por el día, conseguirás una floración constante desde primavera hasta otoño. Evita exponerla a fuentes de calor o corrientes de aire.
Riego: mantén el sustrato siempre húmedo, pero sin encharcarlo. Un truco: coloca un plato con guijarros y agua debajo de la maceta, de manera que la planta se aproveche de la humedad. También puedes pulverizar sus hojas con agua templada.
4. Anturio (Anthurium)
Esta planta tropical es otra de las perfectas para principiantes, debido a sus escasas necesidades. Lo más llamativo del anturio son sus brácteas o espatas, rojas o rosadas, con forma de corazón, que confieren un toque exótico a cualquier rincón de tu casa. Sus flores crecen el espádice, donde cada puntito es una diminuta flor. Una de sus particularidades, que se suma a su belleza, es que es de las plantas purificadoras capaces de limpiar el aire del interior de tu hogar.
Cuidados
Con unos cuidados determinados, podrás disfrutar de su floración durante todo el año. Son los siguientes:
Temperatura: evita someterla a cambios bruscos. Será capaz de mantener la flor durante todo el año si la mantienes entre 18-20 °C y 28 °C, evitando siempre temperaturas inferiores a 15 °C y superiores a 35 °C. Protégela de fuentes de calor (calefacción o radiadores) o corrientes de aire.
Luz: colócala en un lugar luminoso, pero donde reciba luz indirecta, evitando el sol directo, que podría quemar sus hojas.
Humedad: la clave para que el Anturio prospere es la humedad. Recuerda que es una planta tropical, por lo que no estará de más que, de vez en cuando, pulverices sus hojas con un poco de agua (a unos 15 cm de distancia). Otra opción es colocar un plato con guijarros y agua debajo de la maceta, de manera que aproveche la humedad que produce.
Riego: no tolera el exceso de riego, por lo que lo ideal son riegos moderados –una vez a la semana en invierno–, aumentando la frecuencia en verano. Si tienes dudas, antes de regar comprueba si el sustrato está ligeramente seco.
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5. Pie de elefante (Yucca Elephantipes)
El pie de elefante, también conocido como yuca, es una planta tropical (una más), perfecta para los iniciados en la jardinería, ya que es muy resistente y necesita pocas atenciones. Lo más característico es su tallo, con forma de pata de elefante, de ahí su nombre. Además, su porte esbelto la hace ideal para decorar cualquier esquina de tu casa.
Cuidados
La yuca es una planta muy agradecida que es capaz de soportar incluso situaciones de ‘abandono’.
Luz: colócala junto a una ventana donde reciba mucha luz, incluso con sol directo. De hecho la falta de luz provocará que sus hojas amarilleen.
Temperatura: mantenla a temperaturas entre 18 y 38 °C. Hay que tener especial precaución con el frío extremo, ya que podría dañarla.
Riego: la yuca es una de esas plantas que sufren cuando las riegas de más. Antes de echarle agua, comprueba que el sustrato esté seco. En estas plantas es muy importante asegurar un buen drenaje, para ello coloca en el fondo de la maceta unos guijarros.
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6. Bambú de la suerte (Dracaena Sanderiana)
El Bambú de la suerte o Lucky Bamboo pertenece a la familia de las Drácenas y recibe su nombre por su alargado tallo, que se parece al de los bambúes. De hecho, su tallo puede medir entre 10 cm y un metro y cuenta con unos nudos de donde salen los brotes. Se caracteriza por un rápido crecimiento y gran resistencia. Aunque es habitual que los veamos en agua, lo ideal es trasplantarlos a la tierra, donde prosperarán mucho mejor gracias a los nutrientes que esta les aporta.
Cuidados
Esta planta es perfecta para principiantes por sus sencillos cuidados. Son los siguientes:
Luz: aunque necesita estar en un lugar luminoso, es mejor no exponerla directamente a los rayos del sol.
Riego: aunque cuando la compres venga en agua, una vez trasplantada hay que evitar encharcar la tierra.
Temperatura: lo ideal es mantenerla a una temperatura de unos 20 °C, aunque se aclimata bien si la expones a temperaturas inferiores.
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7. Cheflera (Schefflera)
La Schefflera resulta una planta muy vistosa y fácil de cuidar, perfecta para principiantes por sus pocas necesidades de agua. Su origen es tropical y se suma a la lista de plantas purificadoras, ideales para tener en casa y hasta en la oficina. Se trata de una planta muy frondosa que se ve favorecida por la poda, que hará que salgan nuevos brotes.
Cuidados
Podrás encontrarla en arbusto, bonsái o incluso como un pequeño arbolito con la copa redondeada. Y lo mejor es que, sea como sea, sus cuidados son los mismos.
Luz: colócala en una estancia luminosa, donde pueda recibir sol directo durante el invierno. En cambio, cuando haga calor, es mejor evitar la iluminación directa.
Temperatura: mantenla entre 15 y 25 °C, y preferiblemente con algo de humedad ambiental.
Riego: esta planta aguanta bien situaciones de poca agua y de hecho el exceso puede provocar la aparición de hongos y la pudrición de las raíces. Es mejor regalar poco y varias veces que encharcarla. Asegúrate también que la maceta tenga un buen drenaje.
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8. Zamioculca (Zamioculca zamiifolia)
Según el Feng Shui, incluir una Zamioculca en la decoración de tu casa te ayudará a conseguir un espacio más positivo y más sano emocionalmente hablando. Lo cierto es que es una planta con un porte esbelto y gran belleza que, además, es muy resistente y fácil de cuidar. Pertenece a la familia de las suculentas y por eso es capaz de almacenar agua tanto en sus hojas como en sus raíces.
Cuidados
Si te decides por añadir esta planta originaria de África a tu set de plantas para principiantes, ten en cuenta estas indicaciones:
Luz: se adapta bien a condiciones de poca luminosidad, incluso con luz artificial. Pero si quieres que crezca y prospere, colócala en una estancia luminosa.
Temperatura: mantenla entre 15 y 30 °C. De hecho aguantará mejor condiciones de calor que de frío.
Riego: al ser una planta suculenta, no necesita mucha agua, ya que la acumula en sus hojas y raíces. Evita los encharcamientos, ya que podrían provocar que sus hojas se tornen amarillas.
Un consejo: trasplántala cada dos años, ya que su sistema radicular crece bastante y pronto se verán sin espacio. Hazlo en primavera.
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9. Palmera de salón (Chamaedorea elegans)
Esta planta es una de las más empleadas en la decoración de interiores por su vistosidad e increíble presencia. Es una planta de un solo tallo con hojas estrechas y alargadas, que la hacen muy atractiva. Es originaria de México, por lo que es perfecta para cultivar en el interior de nuestras casas. Se trata de una palmera de tallo único, por lo que lo ideal es plantar varias juntas.
Cuidados
Aunque sea una planta fácil de cultivar, requiere de unas atenciones mínimas.
Luz: ya esté plantada en una maceta en interior o en el exterior, es una planta que no aguanta bien el sol directo, ya que hará que sus hojas se pongan amarillas. Lo más adecuado es ubicarla en una zona de semisombra.
Temperatura: no es resistente a las temperaturas frías, pero si el clima de tu zona es templado, podrás plantarla en el exterior. De hecho lo ideal es mantenerla entre 18 y 25 °C.
Riego: evita regarla en exceso, ya que podrías ‘matarla’. Lo ideal es darle riegos moderados y hacerlo cuando la tierra esté seca. Le gusta la humedad, por lo que es aconsejable pulverizar sus hojas de vez en cuando, sobre todo en verano.
10. Planta china del dinero (Pilea peperomioides)
Esta planta de inspiración nórdica ha conquistado tableros de Pinterest y publicaciones en Instagram. Y es que es agradecida, bonita y muy vistosa. Y lo mejor es que sus cuidados son muy sencillos. Es originaria del sur de China y comúnmente se la llama Planta china del dinero o Planta del misionero. Se caracteriza por sus hojas redondeadas y carnosas, de un verde intenso con un punto amarillo en el centro.
Cuidados
Esta planta de interior es resistente, pero además muy decorativa. Mira cómo se cuida:
Luz: colócala en un lugar luminoso, pero sin luz solar directa, que podría quemar sus hojas.
Riego: deja que el sustrato se seque entre riego y riego. En invierno no necesitará casi agua. Si ves que las hojas más grandes un poco decaídas, es que necesitan una dosis de agua. Puedes mejorar su drenaje añadiendo en el sustrato un poco de perlita.
Temperatura: al ser una planta de interior, prosperará muy bien entre 15 y 25 °C, pero evita someterla a temperaturas inferiores a 10 °C. Tampoco la coloques cerca de fuentes de calor ni de corrientes de aire.
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