¿Quieres saber cuál es tu colchón ideal? ¡Contesta estas preguntas!

Si hay una ‘pieza inversión’ (muebles y elementos para el hogar que suponen un desembolso importante, aunque sobradamente justificado) en la que merece la pena invertir esa es el colchón, ya que tiene una vida útil de unos 10-15 años y no solo influye en la salud sino también en tu felicidad y en tu manera de enfrentarte al mundo. Piensa cuál es tu actitud tras pasar una mala noche… Por eso, y porque nos pasamos más de un tercio de nuestra vida durmiendo, hemos recopilado en estas 10 ideas de decoración todo lo que debes tener en cuenta a la hora de elegir tu colchón ideal, para poner un poco de luz a un universo donde las espumas y los muelles se mueven en un amplio abanico de modelos y precios.

Aunque al igual que ocurre con el sofá (otro ‘mueble inversión’) resulta fundamental que lo pruebes con tranquilidad, tomándote tu tiempo, incluso hay marcas que permiten que lo hagas en casa. Y para terminar que lo completes con una buena almohada y un somier o soporte a la altura. Carl Hansen & Son y DUX se han unido para crear una cama que aúna diseño y artesanía. El colchón con núcleo de muelles busca un sueño profundo más prolongado con un soporte lumbar y zona de confort ajustables y personalizados, tanto al peso y la altura como a las condiciones personales (problemas de espalda, embarazos…).

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¿Cómo duermes?

Tus hábitos de descanso son importantes, ya que si duermes boca arriba, necesitas un colchón duro para que la zona lumbar (en las mujeres la curva es más pronunciada) se apoye bien y descanse; si lo haces de lado, debe ser menos firme, para que tu hombro se hunda, no tengas cosquilleo en las manos y tus caderas encuentren la postura más cómoda; mientras que si es boca abajo, mejor de una firmeza media que brinde un buen soporte a tu columna.

En los colchones Premium Hästens la crin de caballo (que absorbe la humedad y regula la temperatura del cuerpo), la lana, el lino y el algodón son los protagonistas. Realizados a mano y a la medida de cada persona (hábitos, talla, necesidades…), los materiales naturales se utilizan y se distribuyen en capas distintas, según los beneficios y cualidades que se quieran obtener. ¿Su garantía? ¡25 años!

¿Eres calurosa?

Si sudas con facilidad, eres calurosa, estás en la menopausia o vives cerca de mar, lo ideal es que elijas un colchón de muelles, ya que se ventilan mejor y son más frescos, mientras que los viscoelásticos y los de látex guardan más el calor, por lo que son perfectos para frioleras o para una casa en la montaña.

Hecho a manos con materiales naturales y con un sistema de muelles ensacados, para una perfecta sujeción de caderas, hombros y columna, los colchones Premium de Vispring proporcionan un sueño reparador para dormir a pierna suelta. Su altura (más de 25 cm) da la primera pista, sus 30 años de garantía, la segunda.

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¿Te mueves durante la noche?

Tener en cuenta tus hábitos para dormir es clave para acertar. Así, si eres de las que te despiertas con la cabeza a los pies, mejor opta por un colchón firme que te facilite los 'desplazamientos' y girarte sin esfuerzo. Si, por el contrario, permaneces toda la noche en el mismo sitio y posición, los blandos no te plantean ningún problema.

Realizado con materiales 100% naturales, entre los que se encuentran la lana de oveja merino o la fibra de coco, proporciona un sueño reparador y diferentes estudios avalan que dormir en un colchón Hogo rejuvenece unos 15 años y mejora la función inmunitaria del organismo. Aunque su precio es elevado, cuenta con 30 años de garantía y famosos como Georgina Rodríguez aseguran que no lo cambiarían por ningún otro.

¿Eres alérgica?

Si sufres asma o eres alérgica al polvo, lo ideal es elegir un colchón de o espuma o de látex, mejor si lleva una funda lavable, que puedas meter en la lavadora regularmente, o que incorpore algún tratamiento. Muy versátil, el Emma Original posee tratamiento antiácaros y antibacterias, una funda de cremallera que facilita su lavado y sus tres capas de espuma de alta densidad proporcionan un efecto nube, muy relajante, que, sin embargo, evitan que te hundas. Además, ha ganado varios premios y si no te convence, tienes hasta 100 días (o 100 noches) para devolverlo de manera gratuita.

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¿Cuánto mides?

Aunque las dimensiones del dormitorio decidirán en parte el tamaño de la cama, ten en cuenta que el colchón siempre debe medir 10 centímetros más, si no quieres que tus pies cuelguen y no puedas estirarte bien. Respecto al ancho, los modelos de 135 cm han caído en desuso, a favor del ‘queen size’ (150 cm) o el ‘king size’ (180 cm). Los ‘presidential king size’ (200 cm) han irrumpido con fuerza en los dormitorios modernos.

Con un aire muy ‘Bridgerton’, la Milano de Astral otorga a la cama un papel protagonista en el dormitorio, mientras que su colchón Nature es propio de una duquesa. Hecho a mano, sus materiales naturales garantizan un aislamiento y una climatización óptima.

¿Cuánto pesas?

Aunque hay modelos que se adaptan a diferentes pesos, ofreciendo siempre un buen apoyo, no es lo mismo pesar 50 kilos que 90, ni es cierta la creencia de que un colchón duro es lo mejor para todos. Por eso, las personas más gruesas dormirán mejor en colchones firmes, donde no se hundan; y las más delgadas en modelos menos firmes, que se adaptan mejor y permiten que se reparta el peso adecuadamente.

El material viscosoft del colchón Class Premier Edition de Mobelium reduce la carga electroestática del cuerpo, proporcionando un mayor descanso y alargando la fase REM del sueño. Además, cada cara cuenta con una firmeza (media y alta), para que elijas la que mejor se adapte a ti y a tus necesidades.

¿Duermes sola o en pareja?

Si compartes cama y ambos tenéis hábitos distintos, una opción es elegir dos colchones distintos que se adapten a cada uno; otra es optar por uno con lechos independientes, de manera que cada parte dé respuesta a vuestras necesidades, y una tercera es apostar por un viscoelástico, ya que evita que se note el movimiento de una parte a otra.

Antialérgico, duradero y con una gran capacidad de recuperación, el colchón Bultex (de espuma técnica de última generación) se fabrica en distintas firmezas, que se combinan entre sí, posee una gran estabilidad, por lo que es ideal para camas de matrimonio, ya que los movimientos de una parte no se notan en la otra y su permeabilidad, regula la temperatura de manera que es fresco en verano y agradable en invierno.

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¿Te duele la espalda?

Aunque siempre se ha dicho que si sufres dolores de espalda o practicas deporte de manera habitual, lo ideal es un colchón duro, lo cierto es que la mejor opción es un modelo de firmeza media, con un buen apoyo, que impida que te hundas. El Sojamax de Maxcolchon es perfecto para deportistas o para personas que tengan dolencias musculares, ya que sus 8 cm de viscoelástica de 90 kg de densidad otorgan un descanso firme y adaptable, que reduce las tensiones. El cabecero Astorga Premium es un buen compañero de habitación.

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¿Ha llegado el momento de cambiarlo?

Aunque se aconseja renovarlo alrededor de los 10 años (los Premium pueden llegar hasta los 30), pueden aparecer señales antes, y no hablamos de abultamientos, que aceleren la renovación. La más evidente es no dormir bien y levantarse cansado, sin ningún motivo emocional o de estrés que justifique este cambio en la rutina del sueño. Puestos a hablar de fechas de caducidad, recuerda que la almohada tiene dos años de vida útil y que es recomendable cambiar la base, al mismo tiempo que el colchón.

Natural, confortable y duradero, así son los colchones Kipli. Con la sensación de dormir en la naturaleza, sin sus inconvenientes, el látex natural y el algodón biológico favorecen la transpirabilidad y el confort. 100 noches de prueba, 10 años de garantía y una buena relación calidad-precio.

Limpieza y mantenimiento 

Dada que una correcta limpieza y mantenimiento no solo alargan su vida, sino que también mejoran la calidad del sueño, toma nota de cómo hacerla. 

1. No hagas la cama nada más levantarte, porque los ácaros (un gramo puede contener hasta 2.500) se quedarán para siempre entre tus sábanas y la cama. Lo ideal es que la dejes sin hacer durante el día (la luz y el aire fresco es su principal enemigo) y la hagas justo antes de acostarte.

2. Elimina las manchas lo más rápidamente posible, ya que, cuanto más tiempo pase, más complicado será hacerlas desaparecer. Para las de sudor, nada mejor que amoniaco, agua y jabón, mientras que para las de sangre, agua oxigenada.

3. Aspíralo de vez en cuando, agregando antes un poco de bicarbonato.

4. Recuerda que las fundas son la mejor protección, ya que pueden lavarse con regularidad, asegurándote una mayor limpieza.

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