Tras más de diez años juntos y tras poner punto y final a su relación, Jota Peleteiro ha puesto a la venta el que fuera su hogar en el País Vasco junto a Jessica Bueno y sus hijos. Un casa localizada a las afueras de Bilbao que cierra ya las puertas -y una etapa- para la expareja y que supone un antes y un después en la separación definitiva que viene acompañado del anuncio del compromiso del exfutbolista con Miriam Cruz, con la que hizo pública su relación hace unos meses.
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Ha sido la joven la que lo ha hecho a través de su perfil social en el que ha mostrado una fotografía en la que luce un impresionante y lujoso anillo de diamantes. Junto a la instantánea ha escrito: “Dije que sí”. Una imagen que minutos después también ha compartido la expareja de Jessica Bueno.
Un hogar lleno de recuerdos
Jessica Bueno y Jota Peleteiro nos abrieron, en un excepcional reportaje, las puertas de su casa en Bilbao. Una fabulosa vivienda, de diseño vanguardista, que convirtieron en su hogar el pasado mes de octubre, cuando regresaron a la capital vizcaína después de tres años viviendo en Inglaterra.
Jessica Bueno y Jota Peleteiro nos enseñan su fabulosa casa
Desde entonces, la modelo y el futbolista (que esperaban su segundo hijo en común, Alejandro) vivían en esta propiedad, alejada del bullicio de la ciudad, que se encuentra en plena conexión con la naturaleza, y que dispone de cuatro habitaciones, tres cuartos de baño, un aseo de cortesía, un amplio salón y una cocina. Unas estancias que rezuman elegancia, sencillez, y que tenemos la oportunidad de recorrer, descubriendo cada uno de sus detalles decorativos.
Vista desde el exterior, la vivienda de Jessica Bueno y Jota Peleteiro parece ‘suspendida’ sobre el suelo. La propiedad puede presumir de un diseño de lo más moderno, rodeada por amplios ventanales que, además de permitir el paso de la luz, reflejan toda esa naturaleza que la rodea.
La propia Jessica Bueno nos confiesa que su rincón preferido de la vivienda es el salón, debido a que ofrece unas “vistas panorámicas al exterior”. Pero, más allá de sus indudables vistas, otra de sus características principales esla amplitud. Aunque esta estancia se encuentra dividida en diferentes espacios, no existe ninguna pared ni muro que los separe. Todo está conectado entre sí.
Diversas obras de arte adornan las paredes del salón. Además de una muy llamativa que ‘preside’ el espacio (y que se puede observar en la imagen anterior), a un lado encontramos otra que, pese a ser menos colorida, es igual de actual. Pero éste no es el único detalle decorativo de lo que se ha tornado en una acogedora sala de estar. Asimismo, se han colocado un par de sofás en colores neutros, acompañados de varios cojines en tonos mostaza y blanco, y, en el centro, se sitúa una mesa baja, cuadrada, de color blanco.
Otra de las características más llamativas de la vivienda son sus paredes de hormigón. Un claro guiño al estilo industrial que contrasta con la calidez que aporta la madera, presente, además de en el suelo, en varias piezas de mobiliario. A ello se une, también, una chimenea delimitada por una estructura que parece ser mármol, en tonalidad oscura.
La luz inunda cada rincón de este hogar, a través tanto de los ventanales que lo rodean como los que se encuentran en su interior, tal y como muestra esta imagen del acceso a la cocina.
La cocina se divide en dos zonas separadas por una puerta acristalada. A un lado, un pequeño comedor compuesto por una mesa circular de color blanco, con sillas a juego. Y, al otro, los fogones.
A diferencia del salón, aquí se ha apostado por un efecto más cálido. Por ello, a la madera se han unido muebles de color naranja, siguiendo las últimas tendencias.
El naranja es uno de los colores que más frescura puede aportar a una cocina y que, en esta ocasión, cubre tan sólo una parte de ella. De la mayoría de electrodomésticos, como la nevera o la campana extractora, se ha respetado su tonalidad metalizada, que combina a la perfección con el resto de la decoración.
Mientras, en el centro, nos topamos con una isla con encimera blanca, y varias sillas, del mismo coor, pero también, de fibra natural.
En el dormitorio de la pareja reina el estilo minimalista. Apenas hay elementos decorativos, tan sólo una cama, de planta baja, con un sencillo cabecero blanco y dos mesitas de noche (y lámparas) idénticas. En plena armonía con las paredes y el suelo, otra lámpara, de pie, se sitúa al lado de un cuadro y una fotografía, de menor tamaño, de Jessica y Jota, que, siguiendo la corriente actual, no cuelgan de la pared, sino que se apoyan en ella.
“La casa se encuentra sumergida en la Naturaleza. Transmite tranquilidad y libertad”, nos cuenta Jessica, y si existe una habitación que represente ese alma chill out, ésa es el cuarto de baño del matrimonio. Principalmente, gracias a la cristalera que conecta al exterior, pero también al lavabo, con tonalidad verde.
Los pequeños Fran (fruto de la relación de Jessica Bueno con Kiko Rivera) y Jota Jr. comparten este divertido cuarto. Cada uno cuenta con su propia cama (de un material similar al ratán), conectadas por una mesita de noche de madera. La pared, de hormigón, ha sido decorada con varios dibujos infantiles, que recrean cohetes, planetas... del espacio exterior.
En otro rincón de la habitación, los niños cuentan con su propio espacio de juegos al que no le falta detalle: desde una estantería con libros fácilmente accesibles hasta varias cestas para guardar los juguetes. Y, en la esquina, una tienda ‘tipi’. En esta parte también encontramos detalles infantiles, como las alfombras, de color gris, hasta la puerta, de cuyo marco destacan varios emojis sonrientes.
‘Brandon’ y ‘Lucas’, sus dos golden retriever, pasean por una de las pasarelas de al casa, protegida por un techo de cristal, y que conduce a la zona de la piscina.
Tampoco podía faltar una piscina, que se integra en la tarima del suelo. A su alrededor, para disfrutar al máximo al aire libre, se han dispuesto varias hamacas de color blanco.
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