Kristen Stewart ha encontrado nuevo hogar. Tras poner a la venta su refugio de Malibú unos meses atrás, la actriz se despide de las playas de aguas cristalinas para instalarse en otro lugar que conoce bien, y que, aunque no se encuentra a ‘un paso’ del mar, está rodeado de naturaleza, es igual de exclusivo, y se sitúa, también, en Los Ángeles -California-. Se trata de Los Feliz, uno de los barrios predilectos de los celebrities , donde tiene otra mansión y ya residió hace casi una década junto a su compañero de profesión, Robert Pattinson .
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La intérprete, que dará vida a Diana de Gales en la esperada película Spencer, dirigida por el cineasta Pablo Larraín, regresa, así, a este popular vecindario, pero no a la misma mansión. En esta ocasión, se ha decantado por una preciosa vivienda, de estilo mediterráneo , que fue construida en los años 20 del siglo pasado, y por la que ha pagado casi 5 millones de euros (unos 6 millones de dólares).
Cuatro dormitorios, cinco baños, jardín, garaje y piscina
La vivienda, que dispone de 462 metros cuadrados útiles, cuenta con cuatro dormitorios, cinco baños, un amplio salón, una espaciosa cocina, varias terrazas, un jardín con piscina y hasta una casa independiente, donde Kristen podrá alojar cómodamente a sus invitados. A su nueva casa, en efecto, no le falta detalle, pero no por ello deja de llamar la atención su elección, sobre todo, por un estilo decorativo muy diferente al de las anteriores propiedades de la actriz.
Cabe recordar la decoración ‘surfera’ del interior de su inmueble de Malibú, donde convirtió cada rincón en un fiel reflejo de su personalidad ‘rompedora’, y en un constante guiño al mar, con el que conectaba a través de los amplios ventanales.
Esta vez la protagonista de la saga Crepúsculo nos sorprende apostando por un estilo clásico, un tanto austero y vintage, que nos traslada a otra época.
Fresco y natural
El estilo mediterráneo se respira en los alrededores de la casa, de fachadas blancas y suelos que combinan la piedra con las baldosas de tonalidad tierra.
Como si se tratase casi de un patio andaluz, se han colocado unas mesas y unas sillas en uno de los espacios que se crean en el exterior. Un pequeño refugio en el que la actriz podrá disfrutar al aire libre, rodeada de plantas de todo tipo. Desde enredaderas hasta palmeras que desfilan alrededor de la piscina, a cuyas orillas se encuentran varias hamacas.
Las vigas, al descubierto
El hall es una de las estancias más importantes de una vivienda. Al fin y al cabo, es el que se encarga de dar la bienvenida, y, también, el que, normalmente, anticipa cómo será el estilo decorativo dominante. En este caso, nos encontramos con un recibidor minimalista, donde no sobra ninguna pieza. Más bien, todo lo contrario, ya que se ha dejado solamente lo necesario. La madera es el material principal. Basta con echar un vistazo no sólo al mobiliario, sino al techo, en el que las vigas quedan al descubierto. Un recurso muy común en las casas de estilo rústico, y que logra aportar calidez y naturalidad al ambiente.
El suelo se suma a la tonalidad de la madera oscura, con unas baldosas que nos demuestran, una vez más, que los límites que separaban la decoración de interiores y la de exteriores se han diluido.
Todo a la madera
El salón confirma lo visto en el recibidor. La madera inunda las dependencias de la vivienda de Kristen Stewart, y podemos encontrarla en la consola, vintage, que se sitúa junto al sofá, las vigas y el suelo, protegido, en parte, por una alfombra de color crema.
En el centro, se sitúan tres sofás, dos, que se miran frente a frente, de color oscuro, y otro blanco, que ‘cierra’ este rincón, pero que se abre a la chimenea, también de una tonalidad oscura. Sobre ella, se ha colocado una fotografía en blanco y negro , a juego con la tonalidad de la habitación. Y, al fondo, se divisa un pequeño escritorio y un piano.
Aunque las puertas acristaladas permiten el paso de la luz natural, del techo cuelga una lámpara, que parece de hierro forjado, con varias velas que, en realidad, son bombillas, y que potencian ese aire vintage que se respira en la casa. Un detalle que, también, nos encontramos en el comedor, con una mesa alargada y unas sillas, robustas, de madera.
Aires ‘retro’
Su interior se mantiene fiel a sus orígenes -su construcción data de los años 20-, y fe de ello da la decoración ‘retro’ que viste sus dependencias. De este modo, de nuevo, al adentrarnos en uno de los baños, nos topamos con numerosos azulejos, la mayor parte azules (en la ducha y en el lavabo), mientras que el suelo ha sido adornado con otras blancas, con pequeños detalles en negro.
El mueble principal se divide en dos lavabos, con grifería de plata, vintage, con dos manillas para el agua caliente y fría, así como dos espejos tallados, que disponen de luz propia.
Espacios amplios y luminosos
Con la madera, una vez más, cubriendo el suelo, los dormitorios se presentan amplios y luminosos, lo que se ha logrado gracias a los ventanales que las rodean y al blanco que cubre sus paredes. De hecho, es gracias a este color que aumenta la sensación de amplitud.
A pesar de que ese alma vintage se mantiene (como en el cabecero de hierro forjado), lo cierto es que en estas habitaciones hay otros elementos actuales, como las láminas decorativas o varios jarrones que se encuentran en las baldas de la estantería.
Al aire libre
Con una pérgola -que da la impresión de ser bioclimática- adosada a uno de los laterales de la vivienda, se ha conformado un porche ideal para estar al aire libre en cualquier época del año. Así que sus anteriores propietarios dividieron el espacio en dos áreas bien diferenciadas.
Por una parte, un rincón de descanso, con un banco , dos sillas y varias mesas auxiliares -todos ellos con cojines de tonalidades marrones-. Por otro, otro destinado a desayunos, comidas o cenas, con una mesa y sillas a juego en plena naturaleza.
Tampoco se olvidaron de la iluminación. En cuanto caiga la noche, una moderna guirnalda de bombillas ayudará a crear un ambiente acogedor perfecto.