Aunque se trata de una planta fácil de cultivar, el helecho necesita algunos cuidados especiales para crecer y desarrollarse correctamente. Conocerlos es la clave para acertar, ya que no son difíciles de llevar a la práctica. Descubre cómo cuidar tus helechos para que sean todo un espectáculo de frescura y verdor.
Una planta de sotobosque
Esta es, seguramente, la característica que define al helecho: que crece en los bosques, a la sombra de los árboles.
Se trata de una planta perenne, perteneciente a la categoria Filicopsida, de hojas grandes y con forma de pluma, aunque esto puede variar en función de la especie, ya que existe una gran variedad de helechos.
Los helechos no tienen semillas ni flores (se reproducen por esporas) y son plantas de tamaño medio, aunque algunas especies pueden alcanzar grandes dimensiones. Crecen de maravilla en entornos húmedos y cálidos, de clima tropical, y aunque necesitan algo de luz, esta ha de ser indirecta.
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Para jardineros principiantes
Apostar por los helechos como plantas de interior para decorar la casa es una gran idea, ya que son bellos y bastante fáciles de cuidar, incluso aunque tus conocimientos de jardinería sean escasos todavía.
Para conseguir que estén perfectos debes buscarles el lugar más apropiado, a salvo de corrientes de aire y de temperaturas extremas bastante perjudiciales para ellos.
Tampoco les gustan a los helechos los ambientes secos; aman la humedad y la necesitan para vivir. Aléjalos de radiadores y otras fuentes de calor, así como de los aparatos de aire acondicionado.
Las especies que triunfan en casa
De entre la inmensa variedad de helechos que se dan en la naturaleza, hay dos que son especialmente comunes para su cultivo como plantas de interior. Se trata de los helechos Nephrolepis exaltata y “nido de ave” o Asplenium nidus.
El helecho Nephrolepis exaltata, también conocido como helecho rizado, es característico de climas tropicales. Crece muy rápido, lo que es un aliciente para cultivarlo en casa.
Por otro lado, el helecho “nido de ave” (Asplenium nidus) procede de las selvas australianas. Es muy resistente y tiene unas hojas grandes con forma de lanza.
Otras especies de helecho que puedes encontrar son: Dryopteris cycadiana, Dryopteris lepidopoda, Dennstaedtia punctilobula, etc.
Cuidado con la luz
Hay quienes creen que los helechos son plantas que no necesitan luz para desarrollarse y eso no es del todo cierto. Sí la necesitan, pero siempre debe ser indirecta.
Nunca debes exponer a tus helechos a los rayos del sol de manera directa, ya que perderían sus hojas o se podrían amarillas. Ten en cuenta que son plantas que nacen y crecen en las zonas sombrías de los bosques.
Que no les falte humedad
Es uno de los requisitos esenciales para cultivar los helechos en perfectas condiciones, ya que necesitan una alto grado de humedad ambiental. De hecho, seguramente habrás oído alguna vez decir que el cuarto de baño es el entorno perfecto para los helechos, ya que suele darse una atmósfera cálida y muy húmeda.
Para conseguir la humedad adecuada, sin tener que meter a tus helechos en el baño, puedes poner un humidificador o colocar una bandeja con grava o arcilla granulada mojada debajo de las macetas.
La temperatura ideal para los helechos ronda los 20ºC, aunque pueden aguantar que esta descienda hasta los 15 ºC, por lo que se cultivan bien en interiores.
El riego, que sea regular
Con lo que ya sabes de estas plantas silvestres y frondosas te imaginarás que necesitan un riego constante y adecuado para estar en plena forma. Tienes que regar tus helechos a diario pero sin pasarte con la cantidad de agua para evitar los encharcamientos, nefastos para ellos.
Debes estar atenta a los signos que te envíen las plantas que tienes en casa. Si la punta de sus hojas de seca o se vuelve marrón es que las estás regando poco o que les falta humedad ambiental.
Un consejo
Los helechos prefieren el agua de lluvia para sus riegos. Si no puedes conseguirla, deja reposar al menos 24 horas el agua del grifo para que se evapore el cloro.
¿Hay que trasplantar los helechos?
Solamente debes hacerlo cuando tu planta sea demasiado grande y las raíces queden aprisionadas por una maceta demasiado pequeña. Entonces has de pasar la planta a una maceta más ancha y de mayor tamaño. La primavera es la mejor época del año para trasplantar un helecho.
El mejor sustrato
Los helechos prefieren los suelos ácidos y necesitan un sustrato ligero y bien drenado, para evitar que se encharquen las raíces. La mezcla de turba y arena es perfecta.
También es importante añadir una capa de mantillo o moho de hojas, o un poco de abono de tipo orgánico.
Técnicas para multiplicarlos
Si tienes que trasplantar tu helecho para cambiarlo de maceta puedes aprovechar la ocasión para dividir la planta. Es la forma más sencilla de multiplicarla.
Para ello sácala de la tierra y sepárala en dos partes, cada una con sus raíces y rizomas (la base desde la que surgen las raíces). Después coloca cada parte en una maceta con tierra de jardín y riégala abundantemente.
Otra manera de multiplicar los helechos es hacerlo mediante sus esporas, que es el método natural por el que se reproducen estas plantas. Es más difícil, pero se puede conseguir.
Comienza por cortar una hoja grande de tu helecho y déjala sobre una hoja de papel blanco toda la noche. Al día siguiente comprobarás que en el papel hay un polvo amarillo; son las esporas.
Recoge ese polvillo y ponlo sobre la tierra de una maceta. Riega generosamente y cúbrela con film transparente. La naturaleza hará el resto, aunque tendrás que esperar varios meses hasta ver cómo nacen los nuevos helechos.