Ya hace unos cuantos días que hemos estrenado el nuevo año y, después de la festividad de Reyes, llega el momento de volver a la rutina.
Para ello lo primero que debemos hacer es desmontar los adornos y el árbol de Navidad y guardarlo todo de la mejor manera posible para encontrarlo en perfectas condiciones el próximo año.
¿Cuándo es el mejor momento?
No hay un día señalado para retirar el árbol de Navidad y el resto de elementos decorativos propios de las fiestas navideñas, sino que elegir el momento adecuado depende de cada uno, si bien es cierto que no conviene demorarlo demasiado porque la tarea cada vez nos resultará más pesada y menos atractiva.
Lo mejor es dejar la pereza a un lado y hacerlo cuanto antes. Una vez pasado el día de Reyes, cualquier momento es bueno.
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Planifica la tarea
Como en el resto de las actividades que tienen que ver con la limpieza y el orden en la casa, resulta muy efectivo planificar el trabajo con antelación. Busca el día adecuado para tener tiempo suficiente de terminar y no dejar las cosas a medias, y reúne lo necesario: las cajas de almacenaje, plástico de burbujas o papel de seda, cinta adhesiva, etc.
El árbol de Navidad
Guardar el árbol de Navidad no es una tarea que deba hacerse de cualquier manera. Piensa que si lo cuidas y lo recoges con cuidado te durará mucho más tiempo en perfectas condiciones.
Lo primero que hay que hacer es retirar todos los elementos que lo adornaban: adornos, guirnaldas, luces, etc.
Después conviene quitarle el polvo que haya podido acumularse con ayuda de un trapo o, mejor aún, con un aspirador de mano. Si está muy sucio puedes limpiar las ramas con una solución jabonosa, aunque esto no es necesario hacerlo todos los años. Espera a que se seque totalmente antes de guardarlo.
El embalaje es importante
Una vez bien limpio, ya solo tienes que desmontarlo y plegarlo para guardarlo. Utiliza la caja de cartón en la que venía cuando lo compraste, si la has conservado. En caso contrario, siempre puedes comprar una funda específica. Las encuentras disponibles en diversos tamaños y materiales.
Un consejo
Si tu árbol es muy frondoso lo mejor es que lo sujetes con una cuerda, una goma larga o un cinturón viejo.
Una segunda oportunidad
Si este año has apostado por tener en casa un árbol de Navidad natural con su cepellón, seguro que ya has pensado en cómo darle una segunda oportunidad para que no muera pasado el día de Reyes. Te habrás preocupado de que estuviese bien en casa, en un lugar fresco, y lo habrás regado de vez en cuando.
Ahora es el momento de replantarlo si tienes el lugar adecuado. Busca un emplazamiento amplio y fresco en tu jardín, donde no le de demasiado sol, y cava un agujero ancho. Planta tu arbolito y riégalo de forma abundante para favorecer que las raíces se asienten en la tierra. Cuídalo y abónalo cuando llegue la primavera.
Reutilizar o reciclar
Si tu árbol de Navidad es natural pero está cortado y no tiene raíces, tendrás que darle la mejor solución posible. Busca un centro o un vivero donde lo puedan reutilizar para hacer compost y que no termine en la basura. Seguramente el establecimiento donde lo has comprado te ofrece esta posibilidad.
También puedes informarte de si en tu localidad se organiza la recogida de árboles de Navidad naturales, cortados o con raíces, como un servicio público.
Conservar los adornos
Los adornos que decoran el árbol de Navidad pueden ser muy variados. De plástico, cristal, porcelana, etc., unos serán más delicados que otros. Cuando los hayas retirado del árbol, revísalos y desecha los que se hayan estropeado.
Protege los más delicados con plástico de burbujas o papel de seda, y guárdalos en cajas especiales de las que llevan compartimentos. Puedes utilizar contenedores de plástico transparente que dejan ver el contenido, o etiquetar cada caja para ahorrar tiempo el próximo año, cuando tengas que volver a decorar el árbol.
Las guirnaldas y coronas
Además de los adornos que decoran el abeto navideño, hay otros muchos elementos que guardar. Como las coronas o las guirnaldas vegetales con las que has adornado la chimenea, el pasamanos de la escalera o los ventanales.
Para conservarlos en buen estado, elimina el polvo antes de guardarlos. Mételos en cajas de cartón o en bolsas de plástico que queden bien cerradas.
Luces muy navideñas
¿Qué sería de la Navidad sin adornos luminosos que aporten brillo y fulgor a nuestra casa? Tanto en el árbol como en otros espacios, las guirnaldas y adornos con luz resultan muy especiales.
A la hora de guardarlos hasta el próximo año es importante tomar ciertas precauciones. Comienza por revisarlas para asegurarte de que funcionan correctamente y no tienen bombillas fundidas. De ser así, no tiene sentido que las guardes, sino que tendrás que desecharlas.
Guarda las tiras de luces enrolladas en un cartón para evitar que se enreden. Y no olvides retirar las pilas de aquellos adornos que las lleven.