Cómo lograr un salón tan cálido y apetecible como el de una cabaña de montaña

Si siempre soñaste, y con el coronavirus lo pensaste seriamente, irte a vivir a un pueblo o a la cima de una montaña, estás de enhorabuena porque, aunque no podamos hacer realidad tus sueños, sí podemos acercarnos a ellos. Estas ideas de decoración atraparán en el salón de tu casa en la ciudad, la sensación de vivir en un chalet, creando una atmósfera 100% ‘cocooning’.

Pero no te confundas, no hablamos de un estilo rústico, ni siquiera actualizado, ya que las (nuevas) casas de pueblo ahora son modernas, funcionales y algo austeras. Se trata más bien de crear un verdadero refugio, vivas donde vivas, con muebles de madera, textiles cálidos y luces tenues. ¿Te apetece cambiar de aires ‘deco’? ¡Pon en práctica estas ideas de decoración!

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Más madera

¡Quién dice chalet en la sierra, dice madera! Este material natural es fundamental para calentar el ambiente de una habitación, con permiso de la chimenea. Para mantener vivo ese espíritu de cabaña de montaña, opta por muebles de madera naturales (en bruto), como estas espectaculares mesas de centro, o por accesorios, como la lámpara de pie. Cuanto más auténtica se vea la decoración, más cerca estarás del campo. Recuerda que, si comparte espacio con el comedor, debes elegir una mesa de roble o haya con cierto aire rústico, que intensifique el efecto ‘cocooning’.

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Abriga tus suelos con una alfombra

Mullidas, calentitas, apetecibles para andar descalzas, aislantes… Las alfombras son uno de los básicos de las casas de montaña, especialmente cuando las temperaturas bajan y necesitas aumentar la sensación de confort térmico. Además, son requisito imprescindible de una decoración ‘cocooning’, ya que invitan a quedarse en casa. Las de pelo largo y los kilim (una de las tendencias de decoración de 2021) son dos buenas opciones.

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Di sí a un sofá de cuero

Para recrear el espíritu de un chalet en casa, hay que combinar comodidad con rusticidad. El cuero es el material ideal para la pieza central del salón: el sofá. Inmediatamente crea una atmósfera acogedora y muy 'chic'. En salones XL, opta por un modelo de tres plazas en piel marrón, mientras que en los minis, mejor uno XS sin apoyabrazos, que ocupe poco espacio, pero ofrezca un plus de confort. Haz que tu sofá de cuero sea más envolvente agregando cojines y mantas de piel sintética o lana.

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Accesorios imprescindibles

Piensa en todo lo que es capaz de estimular tus sentidos y ponlo en práctica para recrear ese ambiente ‘cocooning’, tan cabaña de montaña. Las velas no pueden faltar tanto por su capacidad para crear una atmósfera envolvente como por motivos prácticos: en la montaña suele irse la luz. Pero también podemos colocar plantas en lugares estratégicos, ramos de flores que den color y aroma, un leñero para tener la madera a mano de forma ‘chic’…

Busca la calidez de las ‘piezas peluche’

En piel sintética, ¡‘of course’! ¿Qué mejor que sentarte en un sofá de pelo o pisar una alfombra de pelo para sentirte en plena montaña? La piel sintética de piel de oveja ha estado muy de moda durante años, gracias a sus rizos suaves, tan apetecibles como calentitos. Puedes incorporarla en muebles como sofás o sillas, o en accesorios como alfombras, mantas y cojines.

Crea atmósfera con la luz

Para crear ambiente, recurre a una iluminación tenue, algo austera, con varios y pequeños puntos de luz, como una bonita guirnalda con bombillas o una lámpara de sobremesa, por ejemplo. También puedes añadir velas y candelabros, distribuidos tanto por los muebles como por el suelo, que te ayuden a crear una atmósfera mágica, llena de encanto.

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Mantas y cojines: un plus de confort

Si quieres adaptar la decoración tanto al código del invierno como al estilo de una cabaña, sin gran dificultad, nada mejor que abusar de los accesorios (mantas, cojines, alfombras...) en materiales cálidos y acogedores. Además, como no es necesario cambiar el resto de la decoración, te permiten dar vida al sofá y poner un punto ‘cocooning’ a la decoración en cuestión de minutos.

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Ten tu propio rincón

Tan especial y confortable como personal. Recupera el placer de la siesta con un viejo (aunque son tendencia de decoración) sillón orejero, una mecedora como la que tenía tu abuela en el cuarto de estar o un sillón colgante que ponga un toque exótico a tus interiores, sin perder la esencia de alta montaña. Sitúa una luz cerca, que te permita leer, una mesita para dejar la taza de café, un revistero, para mantener el orden… En fin, todo lo que necesites para no tener que levantarte del asiento en toda la tarde.

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Pon una chimenea 

Casi resulta imposible pensar en un chalet en la montaña sin una chimenea en el salón o, incluso, en la cocina. Las chimeneas proporcionan calor de hogar, además de calentar la estancia. Sabemos que instalar una al uso en un piso de la ciudad puede acarrear algún problema estructural, ya que necesita ventilación. Por ese motivo, es mejor recurrir a diseños portátiles de bioetanol, que se pueden colocar donde quieras y solo producen el humo de dos velas encendidas.

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