Estamos ante una Navidad diferente, con menos excesos, también decorativos. Por ese motivo, recuperar ciertas tradiciones, como poner el Belen o regalar un calendario de Adviento a los más pequeños de la casa, puede ser una buena manera de recuperar la ilusión y la emoción de esta época. Además, al margen de su simbolismo, se trata de un elemento clave en la decoración navideña, que este año recupera protagonismo en nuestros interiores, sin perder su significado religioso. Para ayudarte, hemos preparado una selección con diferentes opciones (tradicional, moderno, nórdico, infantil, DIY…) y los consejos para montarlo. Por cierto, según los más puristas, debes mantenerlo montado hasta el 2 de febrero, coincidiendo con la celebración de la Candelaria.
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1. Buena situación
Ante todo, debe estar en una estancia donde celebres la Navidad y se pueda contemplar a la primera. El salón, el comedor o el recibidor son tres buenas opciones, aunque si se trata de una versión XL en la que no faltan casas, ríos o montañas, quizás tengas que ubicarlo en una habitación solo para él. Lo idóneo es que esté en alto, para que se pueda ver bien y no corra peligro de caer al suelo, como en esta propuesta de Knowhaus.
2. Cómo lo decoro
Montar el Belén o hacerlo DIY con los más pequeños de la casa puede ser una buena manera de pasar un rato en familia y de implicar a los niños en todo lo que rodea y significa la Navidad. Si vas a poner uno grande, el musgo, los elementos vegetales o la madera son buenos acompañantes, mientras que, si es uno pequeño o solo un Misterio, puedes poner coronas, velas, bolas del árbol y alguna guirnalda de luz blanca, que cree atmósfera o, incluso, juegue con el efecto día/noche. Puedes colocarlo directamente encima del mueble elegido o situarlo sobre una bandeja, un mantel o una tela especial. Este con aire escandinavo de Alinea se ha vestido con una guirnalda y árboles de papel.
3. Dónde lo coloco
Una vez elegida la mejor ubicación, debes encontrar su ‘lugar’, en función de su tamaño, procurando siempre que no moleste ni que ocupe una superficie que vayas a necesitar. Si se trata de uno grande, un buen sitio puede ser el aparador del comedor, mientras que los más pequeños pueden ir en una mesa auxiliar, sobre la chimenea, en la librería o en cualquier superficie lisa. Otra opción es usar dos borriquetas y un tablero, que puedas situar en un rincón.
4. De qué material
Aunque originalmente las figuras del Belén eran de madera y el pesebre también, una opción cara, actualmente conviven otros materiales, como el plástico (mucho más barato), la resina y la cerámica, ideal para dar un toque de distinción, junto con otros como el fieltro, el acero o el corcho. Sin olvidar, los modelos más caseros, que hacen niños y mayores con cápsulas de café, piezas de Lego, cartón, botellas recicladas, origami, ‘patchwork’… El de la imagen es de Alessi y reinterpreta en metal el original, para quienes quieran crear un ambiente especial.
5. Pasos previos
Una vez elegida la ubicación, es preciso montar la escenografía. Es importante que tengas claro cómo va a ser, sobre todo si es grande, y proteger la base del mueble donde va, para que no se arañe o deteriore. Para que quede perfecto, mejor no improvises. La clave del éxito está en saber qué vas a necesitar y dónde va cada figura. Ante la duda, toma papel y lápiz y dibuja cómo quieres que sea y no olvides escoger las figuras según las dimensiones del pesebre, para que todo esté proporcionado.
6. Reinterpretaciones modernas
Las versiones minimalistas, de aire nórdico, como esta de Aarikka hecha a mano con materiales naturales, o de diseño contemporáneo conviven con modelos originales en parajes invernales, divertidos tiovivos o modelos con personajes de dibujos para los niños. Todos son bienvenidos, siempre que seas capaz de integrarlos de forma natural en la decoración de casa, haciendo que sean parte de la atmósfera navideña.
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7. Belenes tradicionales
El Belén reproduce a pequeña escala el nacimiento de Jesús. Se dice que fue San Francisco de Asís quien, en 1223, creó el primero en una iglesia italiana. El Belén napolitano, en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid se encuentra el mayor de España y uno de los más valiosos de Europa con 620 figuras, es el que conocemos de siempre, con muchos personajes, figuras realistas, escenas con costumbres de la época y muchos detalles. Los Belenes tradicionales, como el de esta propuesta de El Corte Inglés, poseen el encanto y la magia de esta época y nunca pasan de moda.
8. De autor
Tanto modernos como tradicionales, los Belenes de cierta calidad suelen estar hechos a mano y llevan detrás un trabajo artesanal. Hay algunos que son verdaderas obras de arte, piezas únicas de colección realizados por artesanos belenistas de reconocido prestigio internacional, entre los que se encuentra Fontanini, Moranduzzo, Angela Trippi, Deruta y Landi. El de la imagen es de Landi y lo puedes adquirir en Holyart.
9. Haz revisión
Una de las cosas más emocionantes de montar el Belén es desembalar las cajas del trastero con la decoración navideña y pasar revista. Antes de ir de compras, salir a los mercadillos o a las tiendas especializadas suele ser un momento especial para disfrutar en familia, comprueba qué figuras y adornos están en buen estado, qué necesitas (musgo, madera, luces…) o qué vas a incorporar nuevo: es tradición ampliar el Belén cada Navidad con una o varias figuras a estrenar.
10. De menos a más
Si no tienes demasiado espacio o únicamente quieres montar un pesebre sencillo por su significado, los modelos compactos o los Misterios con figuras separadas son la mejor solución, ya que podrás moverlos fácilmente de un lugar a otro y te permiten colocarlos (casi) en cualquier lugar. Lo bueno de esta propuesta de Lladró es que, aunque solo conste de las tres figuras principales, puedes ir añadiendo alguna más, si quieres completarlo.