Descubrimos el que fuera el refugio de Robin Williams en San Francisco

Robin Williams fue uno de los actores más queridos de la gran pantalla, que nos dejó, de forma inesperada, hace seis años. En todo este tiempo, se han sucedido los homenajes al intérprete, y ahora ha vuelto a acaparar, una vez más, los titulares. Pero en esta ocasión, en lo respectivo al mercado inmobiliario.

Su preciosa casa con vistas a la Bahía de San Francisco acaba de venderse por más de 4 millones de euros (5.35 millones de dólares), un precio bastante inferior a los más de 6 millones de euros (7.25 millones de dólares) que se pedía por ella inicialmente.

Sea como fuere, lo cierto es que, por fin, el antiguo refugio de Robin Williams ha encontrado un nuevo dueño, que disfrutará de una sofisticada propiedad, elegantemente decorada. ¡No te la pierdas!

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Un salón 'en sintonía' con el mar

En líneas generales, toda la vivienda ha sido decorada teniendo en cuenta un elemento de excepción: el mar. Muchas de las estancias disponen de unas vistas privilegiadas que el actor decidió aprovechar, tal y como muestra el salón principal, con detalles aguamarina, blancos y crema. 

El espacio está claramente dividido en dos. Por un lado, al fondo, al calor de la chimenea, enmarcada en piedra y 'coronada' con un llamativo cuadro contemporáneo, se sitúan dos sofás alargados blancos, acompañados de una mesa de centro, de madera, y dos sillas de cuero, a juego. 

Y por otro, se ha creado otro rincón, totalmente distinto, conformado por un sofá que es todo un clásico del universo decorativo, el Chester, en color crema. Justo delante, se han situado dos butacas blancas con líneas doradas, así como una mesa acristalada, con líneas oscuras, que parecen de hierro. 

Una alfombra aterciopelada, con fondo aguamarina, protege gran parte del suelo, de madera, y unas cortinas de un tono muy similar, protegen los ventanales.

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Un majestuoso comedor con detalles 'raw'

A tan sólo un paso del salón, y conectando directamente con el mismo (sin puertas), se abre el comedor, 'presidido' por una original lámpara de techo, con base verde, y unos 'tentáculos' dorados que se abren hacia sus lados.

Al igual que la mayoría de espacios de estas características, la mesa principal es alargada, y de madera oscura, acompañada por varias sillas cubiertas por una tela blanca. Todo ello se alza sobre una majestuosa alfombra de estilo persa.

Llama la atención también la incorporación de una piedra sin tratar. Como si de una consola se tratase, se ha colocado sobre ella una orquídea blanca, y aporta, de este modo, un aire 'raw' al estilo de la habitación.

Mármol y color blanco, una combinación infalible

La cocina puede que sea la estancia de menor tamaño, sin embargo, se le ha sacado el máximo partido a cada uno de sus rincones. En el centro, se ha instalado una isla, en la que, además, se encuentran los fogones, y sobre la que planean tres lámparas de techo. Su encimera es de mármol, a juego con la que también cubre las otras piezas de mobiliario, que se presentan en color blanco.

Lo único que irrumpe en la escena es la nevera plateada. 

Cada vez hay menos límites entre la decoración de interiores y exteriores, de manera que los elementos característicos de una 'invaden' la otra. Prueba de ello es esta estancia, cuyo suelo está compuesto de baldosas color tierra, como si de una terraza se tratase.

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Al calor del fuego... y de la madera

Queda claro que la madera es la gran protagonista de esta pequeña biblioteca. Todas las piezas de mobiliario han sido fabricadas con este material. Desde las baldas de las estanterías hasta el suelo o las paredes, que se presentan en madera, e incluso las ventanas.

En el centro de esta gran estructura de madera, se ha instalado una chimenea, enmarcada en mármol oscuro.

Para disfrutar al calor del fuego, se ha colocado un cómodo sofá, y, ejerciendo de mesa auxiliar, un baúl de madera. 

Delante, se encuentra otra mesa, también de madera, con un sillón grisáceo. 

En cuanto a la iluminación, se han incluido dos lámparas de techo, así como una de pie, junto al sofá, y otra de mesa, en el escritorio.

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Una baño con aires vintage y vistas al mar

Si en el salón se podía disfrutar de unas inigualables vistas de la Bahía de San Francisco, en el cuarto de baño, también. Por ello, el actor no dudó en colocar, justo delante de la ventana, una bañera de diseño, de aires vintage y con grifería de plata. 

Así, mirando directamente al mar, su próximo inquilino podrá disfrutar de un baño de lo más relajante.

Tampoco podían faltar en este cuarto los lavabos, con encimera de mármol en color crema, y mobiliario de madera. Dos espejos idénticos, con marco circular y acristalado.

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Habitaciones llenas de luz

El refugio del actor dispone de nada menos que seis habitaciones, entre las que se incluye ésta. Un cuarto lleno de luz, desde el que, al igual que las anteriores estancias, se divisa el mar, y por ello, en sintonía con su paisaje, ha sido decorado en tonos claros para potenciarlo.

A un lado, nos encontramos la cama, con un cabecero aterciopelado, y adornada con cojines de diversas tonalidades. 

A sus pies, dos sillones de tono marfil, con una pequeña mesa auxiliar que los une.

El color llega, sin embargo, de la mano de las cortinas, decoradas con motivos florales.

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Una sala de estar 'bañada' en azul

Tal y como se ha podido observar con anterioridad, la vivienda del actor puede presumir de estar en plena conexión con el mar. Y, una vez más, en un intento de potenciar esa sensación marina, se ha decantado por incorporar diversas tonalidades de azul. Sobre todo, a través de los cojines del sofá gris, con forma de 'V', y las cortinas, de color verde aguamarina.

La mesa de centro, acristalada, permite ver una base de lo más natural: se trata, en realidad, del tronco de un árbol. Todo un guiño al estilo 'raw'.

A esto se suma un mueble alto de madera, con una lámpara con base de cristal.

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Un estudio con toques 'salvajes'

A la biblioteca anterior se suma, también, una zona de estudio, que se distancia del estilo decorativo del resto de la vivienda. En este espacio, destacan varios elementos 'salvajes' y naturales: una alfombra de piel, y una mesa principal, con encimera de cristal y patas hechas con cañas de bambú. Dos elementos naturales que, sin duda, confieren un ambiente más casual al hogar.

A un lado, se levanta una pieza de mobiliario de madera, antigua, y al otro una majestuosa butaca vintage.

Por último, como elementos decorativos, encontramos un cuadro (que cuelga de una de las paredes), y hasta una bola del mundo.

A los pies del mar

La terraza se abre, directamente, a la bahía. Tanto es así que, a sus pies, se observan las 'piedras' en las que rompen las olas del mar. 

Para organizar comidas y cenas al aire libre, en esta terraza, se ha colocado una mesa, blanca, con unas sillas de exterior fabricadas con materiales naturales.

Y, justo al lado, está la piscina, de forma rectangular.

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Escutluras originales

La piscina, además de ofrecer una vista excepcional del skyline, cuenta con detalles como esta original escultura, elaborada en piedra, que representa a un hombre nadando.

Para apreciarla mejor, el intérprete la dotó de luz propia, de manera que se refleja en el agua, dando la sensación de que va a lanzarse y nadar en sus aguas.

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Un rincón chill out

La amplia terraza también tiene espacio para crear una zona chill out como ésta. Bajo la tenue luz, se encuentran un banco y varias sillas, con cojines rojos, así como una mesa auxiliar baja, de la misma tonalidad oscura.

Un rincón prefecto para desconectar, al tiempo que el mar invita a la calma.

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