En la decoración de la cocina es fundamental planificar la distribución y esta debe estar en consonancia con la forma de la planta y sus dimensiones. En este artículo queremos centrarnos en las particularidades de una cocina estrecha. Puede ser más o menos alargada, con o sin ventana. Pero hay una serie de consejos que te ayudarán a sacar partido al espacio, tanto estética como organizativamente. ¡Empezamos!
Distribución del mobiliario en forma de L
Una de las opciones que funcionan para organizar el mobiliario en una cocina estrecha es pensar en una disposición en L (como en esta cocina propuesta de Ikea). De esta manera siempre hay un lado más largo y otro corto pero que favorece que visualmente la cocina se acorte. Así la sensación de tubo se desvanece. Para que esta distribución de los muebles de cocina tenga sentido, la cocina estrecha debe tener al menos 1,30-1,50 m de ancho. De esta manera crearás un frente largo de fondo 60 cm y otro corto que complete la distancia hasta la pared.
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Distribución en dos frentes paralelos
Las cocinas estrechas también pueden distribuirse en dos frentes, como es el caso de este proyecto de Natalia Zubizarreta Interiorismo. Para que esto sea posible, el pasillo central ha de tener 70 cm como mínimo, solo así es posible abrir la puerta del lavavajillas, por ejemplo. Un frente de muebles puede tener 60 cm de fondo -que será en el que se instalen fregadero, placa y frigorífico- y otro puede ser de fondo reducido 40 cm. Para evitar el efecto tubo, que podría potenciarse al crear un pasillo entre muebles de cocina, ubica al fondo un comedor de diario.
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Distribución de la cocina estrecha en forma de U
Como estás viendo una cocina estrecha puede ser alargada de planta rectangular o algo más "cuadrada" o ancha. En este último caso la distribución en U también está permitida. Es similar a la del caso anterior, con módulos de cocina enfrentados en dos lineales; pero se aprovecha el largo de la planta con muebles al fondo. Para reducir la sensación de tubo, escoge un revestimiento de pared diferente para esa pared. También puedes jugar ópticamente con un suelo con motivos circulares como esta baldosa hidráulica que ha usado la interiorista Pia Capdevila. Es un truco para decorar cocinas estrechas que reduce la sensación de líneas verticales paralelas.
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Distribución en U para ganar superficie de apoyo
Puede que la cocina estrecha no permita ubicar muebles de fondo 60 a ambos lados. Entonces una buena idea es prolongar la encimera en un ancho de 30-40 cm que se convierta en barra de desayunos, como en esta propuesta de Círculo Cuadrado Design. Con esta solución, además del office ganas superficie de apoyo para trabajar mientras cocinas.
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¡Fuera una de las paredes!
Toma nota de esta idea para decorar cocinas estrechas: derriba una de las paredes. De esta manera la sensación de cocina alargada se diluye. El espacio gana amplitud y aunque quede delimitado por un mueble, península o isla de cocina en el lugar donde se ubicaría el tabique, la ausencia del mismo hace crecer la cocina. Fíjate en este ejemplo de Cartelle Design: la cocina en sí no deja demasiado espacio entre módulos enfretados de muebles y, sin embargo, su estrechez pasa indavertida por el concepto abierto del ambiente.
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Trucos decorativos bien usados
Este proyecto de Eva Mesa de Tinda's Project es otro ejemplo de cómo una cocina estrecha deja de serlo cuando se usan los trucos decorativos adecuados. La cocina se abre, quedando integrada en una zona de paso. El tabique desaparece pero se delimita con una barra que es comedor de diario y espacio de trabajo al mismo tiempo. Así que eliminar una pared es posible sin que la cocina quede totalmente abierta o sin delimitar.
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Con tabique de cristal
Si no quieres abrir por completo la cocina estrecha pero sí darle amplitud, opta por abrir un vano o crear un cerramiento interior. Ganarás luminosidad y conectarás ambientes. La vista, en cierta medida se prolonga y esto hace que el espacio parezca más ancho. Es lo que ha hecho aquí Pia Capdevila. Si la cocina es suficientemente ancha para colocar muebles en dos frentes paralelos, opta por mantener la parte inferior del tabique e instalar el cerramiento solo en la superior, lo que te permite adosar muebles en la parte baja y sacar partido al espacio.
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Unificar espacios más pequeños
Si la cocina cuenta con una galería o tendedero contiguos, no lo dudes: conecta los espacios. Así, en cuanto la planta tenga algún recoveco o irregularidad, la forma alargada y estrecha de la cocina se diluirá a la vista. Fíjate en este otro proyecto de la interiorista Natalia Zubizarreta, la planta es irregular y se ha aprovechado para ubicar la zona de trabajo y almacenaje en la parte estrecha, con muebles que se prolongan adosados a las paredes hasta el office.
La luz de una cocina estrecha
Si la cocina tiene ventana, aprovecha esa fuente de luz natural. No encajones la ventana con muebles a ambos lados que creen un "pasillo" para el haz de luz entrante. Es importante que la zona quede despejada para que la luz natural alcance el mayor espacio posible. Puede quedar en la pared más corta o en una de las largas. Pero aprovecha su ubicación en función de la distribución que mejor le vaya.
Las barras, aliadas en las cocinas estrechas
Puede que no quieras renunciar a espacio de trabajo ni a mobiliario para guardar en tu cocina estrecha por un office. Pero te encantaría contar con un espacio en el que desayunar a diario o tomarte un café tranquilamente por la tarde. Y es posible si optas por una barra. Ellas son las grandes aliadas en los espacios estrechos. Sustituyen a las mesas pero dan mucho juego. Con un fondo de 30-40 cm es suficiente. Puedes instalarla a una altura de mesa tipo bar con taburetes altos o a la convencional para usar con sillas. Queda más estilizada y ligera si es alta, sin patas o con unas estructuras livianas. Mejor si la pared a la que se adosa cuenta con un vano o cerramiento de cristal porque siempre es más agradable poryectar la vista que ver una pared. No te olvides de planificar la iluminación sobre esta zona.
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El tipo de muebles altos
En una cocina estrecha los detalles son importantes. Por ejemplo, no siempre conviene instalar muebles altos en las paredes. Quizá, según las dimensiones, pueden favorecer la sensación de tubo. El truco es optar por módulos de diseño horizontal que no lleguen hasta el techo, por ejemplo. O dejar la pared despejada, sin muebles, solo con el revestimiento que elijas a la vista. Quizá, puedes completar como solución de almacenaje con algún estante o balda.
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Los colores de las cocinas estrechas
No hay colores prohibidos a la hora de amueblar una cocina estrecha. Pero sí que debes usar el sentido común y tener en cuenta la luminosidad del espacio. Cuanto más pequeña y estrecha es una cocina menos apropiados son los colores oscuros, pero la excepción la pone la luminosidad. Porque si la cocina es estrecha pero extra luminosa, puedes usar tonos más intensos. No lo hagas en los dos lados en el caso de muebles en paralelo. Solo en uno, e incluso, preferiblemente en la parte inferior para que la superior, más al nivel de la vista, sea más liviana. Los tonos neutros son siempre un acierto (no solo el blanco, hay matices de este color y otros como piedra, arena, topo, taupe…) y nada aburridos.
Los revestimientos y su disposición juegan a favor
Si antes mencionábamos la importancia de los colores, pero indicábamos que ninguno está prohibido a la hora de amueblar y decorar una cocina estrecha, lo mismo sucede con los revestimientos. La lógica marcará las decisiones. Pero los tonos suaves son más adecuados. Lo que sí debes tener en cuenta es que si quieres (y puedes permitírtelo por las condiciones de tu cocina) muebles oscuros, apuesta por revestimientos claros o medios. Y viceversa. Los revestimientos pueden jugar a tu favor en cocinas estrechas a la hora de acortar visualmente, por ejemplo, revistiendo la pared del fondo más estrecha en un tono diferente, más oscuro. O usando un suelo que no potencie las líneas estrechas y paralelas. ¿Ves el detalle de la pared en esta cocina? El salpicadero se polonga hasta la pared, el mueble termina antes y el espacio sobrante se reviste con papel pintado. Ese juego de líneas y cortes también engaña a la vista favorablemente.
Así que evita suelos de tablas, mejor baldosas con efecto continuo (o suelos continuos de microcemento) o cuadradas. Cuantas menos uniones haya a la vista mejor -al fin y al cabo son más líneas que se añaden a las inevitables del mobiliario-. Introducir formas redondeadas funciona -por ejemplo en un azulejo tipo sirena-. Y la ausencia de tiradores o la elección de diseños redondos también aporta al conjunto.