Parece que Cameron Diaz y su marido, Benji Madden, han decidido darle un nuevo hogar a su pequeña Raddix, a la que dieron la bienvenida a finales del año pasado. La actriz y el músico acaban de comprarse una mansión en el exclusivo barrio de Beverly Hills Post Office, en Los Ángeles, California, por más de 12 millones de euros (unos 14.7 millones de dólares).
La propiedad, que lleva el sello del prestigioso estudio 'ANR Signature Collection' (responsable del diseño de mansiones de otras caras tan conocidas como Kylie Jenner o Demi Lovato), se presenta como una vivienda que se inspira en el estilo más rústico. De hecho, su fachada y techos abovedados recuerdan a los de una granja.
Sin embargo, la decoración de su interior consigue un aire de lo más moderno y elegante. ¿Entramos?
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Espacios abiertos
Nada más entrar en la vivienda, nos encontramos inmediatamente con el salón principal. Una estancia compuesta por tres sofás, dispuestos en forma de 'U', que, en verdad, son tres bancos de madera con unos colchones blancos que han sido adornados, a su vez, con cojines negros.
En el centro, además de una alfombra en tonos grisáceos que cubre parte del suelo de madera, se ha dejado una mesa circular acristalada. Sobre la misma, observamos, además de varios libros, un jarrón del que sobresalen unas ramas oscuras, contribuyendo, así, a crear ese aire de sofisticación que gobierna el salón.
Justo detrás, se divisa una consola de líneas negras, y al otro lado, un espejo, todo un aliado decorativo para ganar más metros.
Otro de los detalles más llamativos es que esta parte de la casa conecta, de forma abierta y directa con el piso superior. Una escalera con barandilla de hierro, en negro, conduce al siguiente nivel, que se abre a la parte inferior, y anticipa un tipo de distribución que se puede apreciar en el resto de la mansión.
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En torno a la chimenea
Desde otra perspectiva, se descubre que los bancos no sólo se organizan en torno a la mesa, sino a la chimenea, enmarcada en piedra, y 'presidida' por un moderno y colorido cuadro.
Al fondo, en una esquina, se ha instalado la zona bar, formada por dos muebles: una barra con encimera negra, que se alza sobre una base de color verde militar oscuro, y una estantería acristalada, que consta de un espejo vertical en medio.
De nuevo, se comprueba que el salón se abre tanto al espacio exterior como a la cocina y al comedor, que quedan a tan sólo un paso.
Por último, el suelo, de madera, no sólo aporta calidez, sino que también sirve como nexo de unión entre todo el piso inferior de la vivienda.
Una cocina con aire francés
Si algo caracteriza al estilo francés son sus aires románticos y vintage, así como su apuesta por las tonalidades claras. Lo que se aprecia en esta cocina.
En el centro de la misma, nos topamos con una isla con encimera de mármol, que se levanta sobre un mueble blanco, y está acompañada por varias sillas altas, en marrón oscuro. Dos lámparas redondeadas, que cuelgan del techo, completan la escena.
Alrededor de la estancia, se aprecian otros muebles blancos, a juego con la isla central, y una campana extractora que se ha fusionado con el resto de la decoración, y está protegida por una estructura también blanca, con carácter vintage.
Al igual que el salón, el suelo vuelve a ser, una vez más, de madera.
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Un pequeño comedor dentro de la cocina
En el interior de la cocina, se ha creado un área destinada a convertirse en un pequeño comedor, ideal para el día a día.
De este modo, se ha colocado una mesa alargada, de madera oscura, que combina con unas sillas con cojines acolchados grises.
Y a tan sólo un paso, separado por los ventanales, se encuentra la terraza exterior, lo que permite el paso de la luz natural en esta estancia.
Toque rústico y chic
Tal y como aventuraba la parte exterior, esta vivienda también bebe del estilo rústico, y prueba de ello es esta sala de estar. Basta con echar un vistazo al techo para comprobar que las vigas de madera, lacadas en blanco, se han dejado al descubierto. Un detalle propio de este estilo decorativo, y que, además, le da un toque casual e informal, que contrasta con el resto de elementos que componen este cuarto.
Su centro, de hecho, es muy similar al salón principal. Alrededor de una mesa auxiliar de cristal, con forma rectangular, se miran, frente a frente, dos sofás blancos, con cojines en tonos neutros, y dos mesas auxiliares a cada lado, de líneas negras. La alfombra, en tonos grisáceos, es casi igual que la del salón del piso inferior, y la chimenea que sirve de unión está enmarcada en una piedra que ha sido tallada. Sobre ella, descansa un cuadro, y a ambos lados, se ha reproducido una composición idéntica: espejos circulares y dos muebles de madera, oscuros, con una lámpara de diseño.
El suelo es, de nuevo, de madera, y una lámpara que se inspira en las del medievo, con varias bombillas descubiertas, ilumina todo el cuarto.
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Un comedor sofisticado
En el comedor principal sucede lo mismo que en la sala de estar: las vigas quedan al descubierto, y se ha apostado por una lámpara principal de estilo antiguo, con unas bombillas, con forma de velas, que quedan a la vista.
No obstante, la verdadera protagonista es la mesa alargada, de madera oscura, y el perfecto contraste que se consigue con las sillas, de base dorada, y cojines marrones. Esta tonalidad dorada le imprime un toque sofisticado y muy elegante.
Al fondo, dos espejos, de efecto antiguo, verticales, 'escoltan' el marco que da acceso a la siguiente habitación. Y, a la derecha, se ha instalado una auténtica bodega, protegida por unos cristales que permiten ver cada una de las botellas que hay en su interior.
Baño de diseño
La sofisticación que reina en el resto de la casa encuentra aquí su máximo exponente. Al fondo, se encuentra un mueble con líneas doradas y encimera de mármol claro, al que no le falta su espejo, vertical, iluminado por dos lámparas de pared.
Sin embargo, el alma del cuarto es, sin lugar a dudas, la bañera de diseño, blanca, de estilo minimalista, que tiene una grifería dorada, a juego con la anterior. Y también merece la pena pararase en el taburete que la acompaña, transparente.
Un original papel pintado, que alterna varias líneas horizontales y verticales sobre un fondo crema, se suma a la elegancia del cuarto, y el suelo que, por primera vez, no es de madera, sino que imita el mármol blanco.
Ducha en mármol
Contigua a la bañera, se ha instalado esta ducha, que sigue el estilo del espacio anterior. Unas puertas acristaladas la rodean y protegen, y en su interior se percibe una pared cubierta por mármol, cuyas líneas prácticamente se funden con las teselas del suelo, en tonos grises, y el banco, también de mármol. La grifería vuelve a presentarse en color dorado, al igual que el toallero que hay a su lado.
Aunque no hay ninguna puerta que separe este cuarto de la siguiente estancia, el suelo sirve para delimitar cada zona, de forma que, a tan sólo un paso, se transita del suelo blanco al de madera.
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El dominio de los tonos neutros
La nueva mansión del matrimonio tiene nada menos que 7 habitaciones. Entre ellas, ésta, que ha sido decorada en tonos neutros, al igual que el resto del hogar. Tan sólo el suelo, de madera, se desmarca de estas tonalidades.
A un lado, la cama, en blanco, se ha adornado con varios cojines beige y oscuros, y a sus pies, en lugar de colocar un banco, se ha dejado dos butacas en color crema. Una alfombra blanca, con toques grisáceos, protege esta zona, situada al calor de la chimenea. En esta ocasión, el marco que la rodea es de mármol, y sobre ella no se ha colocado un cuadro, sino una televisión.
A sus lados, dos baldas, en color gris, funcionan como estanterías, y bajo ellas, se instalan dos muebles en la misma tonalidad, con tiradores plateados, que cuentan con su propia iluminación.
No obstante, la lámpara principal vuelve a ser de estilo antiguo, y con formas circulares.
Explosión de arte en el estudio
Este otro cuarto se ha reservado para crear una zona de estudio. La mesa principal, al fondo de la imagen, es de critstal, y cuenta con unas patas de color blanco. Esta pieza alargada tiene capacidad para dos personas, y por ello, se han colocado dos sillas en cuero marrón.
Detrás, queda una consola de madera y una butaca. Todo ello separado del resto gracias a una alfombra aterciopleada en tono crema.
A continuación, una original mesa bicolor, en blanco y negro, se encuentra acompañada de dos sillas grises, situadas frente a un cuadro. Ésta, junto a la del salón principal, es una obra que supone una pequeña explosión de color en una estancia dominada por las tonalidades neutras. Sin embargo, aunque en otros colores más tímidos, encontramos varios cuadros que cuelgan de las paredes del cuarto.
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En plena naturaleza
La propiedad se sitúa en un entorno privilegiado, ya no tanto por el exclusivo barrio (Beverly Hills Post Office), sino por los frondosos árboles y plantas que componen su exterior. Así, en medio de toda esta naturaleza, los anteriores dueños de la vivienda crearon varios espacios de descanso y hasta un rincón para disfrutar de comidas al aire libre.
Más allá, se divisa un rincón con varias sillas de madera y un banco, adornados con cojines y colchones con rayas marineras, y a unos escasos metros, una barbacoa instalada en una estructura de piedra.
Es por ello que, a tan sólo un paso, se halla esta mesa circular de cristal, con unas sillas blancas, que parecen de ratán.
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Una piscina de aguas cristalinas con cascadas
El exterior también cuenta con una piscina, a la que se accede por unas escaleras que se sumergen en sus aguas cristalinas. Y, por si fuera poco, del muro grisáceo que la rodea, emana más agua, creando unas pequeñas cascadas que contribuyen a crear ese aire de refugio natural (logrado también gracias a sus árboles y plantas).
A sus orillas, se han dispuesto varias hamacas para tomar rayos de sol y descanser tras un buen chapuzón.
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Una pequeña sala de cine
Aunque en los últimos años Cameron Diaz se mantiene alejada de los focos, no significa que siga siendo una de las estrellas más conocidas de la gran pantalla, y disfrute de una buena sesión de cine. A juzgar por este cuarto, seguro que la actriz ya ha pensado en preparar alguna que otra maratón junto a su marido y su pequeña.
Ésta, además, trae incorporadas todas las comodidades para conseguir una experiencia inolvidable: un sofá gris, aterciopelado, con forma de 'U', y varias butacas del mismo estilo. Bajo la pantalla de la televisión, hay un banco negro, acolchado, ideal para reposar alguna que otra bebida y las palomitas.
Además, cuenta con un detalle muy importante para este tipo de cuartos: la iluminación que se puede hacer más tenue para el visionado de la cinta.
Un vestidor en madera
En una mansión como ésta no podía faltar un buen vestidor, que, en esta ocasión, ha sido cubierto de madera, desde los muebles hasta el suelo.
Tal y como se puede observar en la imagen, se suceden varios armarios y vitrinas, así como una isla central, en la que se han dejado dos piezas de diseño en blanco. Todo con suficiente espacio para que Cameron Diaz y su marido guarden todas sus prendas.
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