12 maneras para delimitar una cocina abierta al salón o al comedor

Aunque las cocinas abiertas, y en general los espacios comunes, son una de las tendencias de decoración del momento, lo cierto es que ahora se llevan juntos, pero no revueltos, estableciendo delimitaciones espaciales más claras, que les permitan la interconexión de las funciones y de los ambientes, pero sin perder su propia personalidad decorativa. Estas 13 ideas de decoración te ayudarán a separar los distintos ambientes (cocina, salón y comedor), sin tener que levantar un tabique.

1. Con suelos distintos 

Una forma sencilla de delimitar sin empequeñecer es jugando con pavimentos diferentes, que permiten de un simple vistazo delimitar visualmente la cocina del salón y del comedor. Puedes hacer que sean del mismo color o crear contraste, como en este proyecto de Cartelle Design. Eso sí, recuerda elegir siempre un suelo resistente y fácil de limpiar para la cocina.

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2. A través de los materiales y los colores

Para mimetizarse con la decoración, la cocina abandona los códigos tradicionales (armarios altos, zócalos…) y se acoge a los del salón. Esta simbiosis decorativa de ambos espacios dificulta, en parte, la tarea de delimitar visualmente uno del otro sin levantar un tabique, por lo que es preciso jugar con el ingenio y establecer diferencias a través de factores como los materiales y el color. Así, en esta propuesta de Santos, la cocina se viste de negro, mientras que el salón se decanta por la madera y las telas grises, logrando un conjunto muy potente visualmente. La librería baja tras el sofá también actúa como elemento separador.

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3. Instalando una corredera de cristal

Las puertas correderas actúan como tabiques móviles, que puedes cerrar o dejar abiertas, según el momento. Así, cerradas, independizan la cocina cuando estás cocinando, por ejemplo, para que no salga el humo y los olores; mientras que abiertas potencian la función social de la cocina, permitiendo que los invitados estén contigo. Si las pones de cristal traslúcido, como en esta propuesta de Dekton, tendrás independencia sin renunciar a la luz y a la sensación de amplitud.

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4. Con una estantería

Si no tienes problemas de espacio, una buena manera de marcar límites espaciales entre la cocina y el salón o el comedor es colocando una librería alta sin trasera, que haga las veces de tabique y de lugar de almacenaje. Si además las pones a continuación de la isla central, como en esta propuesta de Next125, crearás una ‘pared’ visual perfecta. Toma nota de la alfombra del comedor: es otro detalle diferenciador.

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5. Una barra fronteriza

Tan fácil de ejecutar como resultona, esta solución te permitirá sacar partido a la barra de la isla y separar ambos espacios de forma natural. Lo más idóneo es que los taburetes den la espalda a la zona del sofá, para mantener en todo momento cierta privacidad. Recuerda que las islas centrales necesitan, al menos, 15 metros cuadrados y que la iluminación, como la que ofrece esta lámpara de Vibia, te ayudará a crear atmósferas distintas.

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6. Con un tabique corredero

Esta solución dos en uno de Protek permite aprovechar al máximo los metros, al mismo tiempo que establece límites visuales y espaciales entre la cocina y el salón. Un ‘todoterreno’ que se oculta dentro del tabique cuando no lo usas y que al abrirse se transforma en mesa con cajón inferior.

7. Estableciendo dos alturas

Basta un escalón para separar la cocina del salón, incluso cuando tienen el mismo estilo decorativo y juegan con los mismos colores, como ocurre en esta propuesta de Keraben. La cocina se sitúa en el nivel inferior, mientras que el estar se muestra algo más elevado, realzando su papel principal en la vivienda actual. Solo un ‘pero’: ten cuidado con el escalón y evita tropezarte.

8. ‘Amueblamiento barrera’

Son un básico en las distribuciones abiertas, ya que, además de cumplir su función natural (como asiento o lugar de almacenaje), ayudan a delimitar visualmente el espacio. En esta cocina de Ikea, el sofá actúa como ‘amueblamiento barrera’, ya que se ha ubicado estratégicamente en el centro de la estancia común, que alberga cocina, salón y comedor. Es importante que coloques los muebles de manera que no obstaculicen el paso de la luz y permitan moverse cómodamente.

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9. Con una distribución en ‘U’

Esta distribución en ‘U’ y sin isla central, hace que, aunque estén juntos y no haya puertas ni tabiques entre ambos, desde el salón o el comedor no veas lo que ocurre en la cocina y viceversa, manteniendo la privacidad entre ambos, sin perder la sensación de unidad ni de amplitud. Las pinceladas de color se repiten en ambos, buscando siempre una mayor conexión estética.

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10. Colocando una alfombra

Si, para favorecer la sensación de continuidad, has instalado el mismo suelo en ambos ambientes, una buena idea de ‘romper’ y marcar límites visuales es colocando una alfombra en la zona de comedor o en el estar. Así, no solo crearás una especie de ‘isla’ en el espacio común, sino que también protegerás el pavimento y darás un plus de calidez.

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11. Con un vano

A veces, la mejor solución te la ofrece la propia casa, como ocurre en esta cocina de Kvik, donde el amplio vano separa una estancia de la otra, sin necesidad de recurrir a puertas o elementos separadores. Eso sí, para que el efecto decorativo funcione, el hueco tiene que ser suficientemente grande. No valen las medias tintas. 

12. Delimitando su perímetro

Este proyecto de Iconno crea una especie de ‘isla’ independiente, que se transforma en parte de la ‘península’ simplemente abriendo sus paneles correderos de cristal. Los muebles de cocina de SieMatic mantienen el mismo estilo decorativo que el salón, para que la fusión entre ambos sea perfecta. Además, al abrirse los paneles correderos, el exterior y la luz llega a todos los rincones.