elegir estufa pellets© Palazzetti

Cosas de casa

¿Por qué elegir una estufa de pellets para calentar tu casa?

Un sistema de calor sostenible, eficiente y barato


14 de octubre de 2020 - 15:26 CEST
© Bestove

Las estufas de pellets son uno de los sistemas de calefacción más eficientes y sostenibles que existen, ya que te permiten disfrutar de un calor agradable y limpio en cualquier habitación (o incluso en toda la casa).

Gracias a las cualidades del combustible con el que funcionan, resultan una solución muy asequible para conseguir un ambiente cálido y agradable en casa.

 

Aire cálido para crear ambiente

Aunque existen otras variantes, la mayoría de las estufas de pellets funcionan de manera automática emitiendo aire caliente que se reparte por toda la habitación en la que se encuentran. De esta manera caldean el espacio de manera agradable.

El aire frío entra en la estufa, se calienta y sale por el frontal. Además, gracias a una turbina o ventilador, se regula la intensidad del calor expulsado. También lleva un termostato programable para controlar la temperatura del ambiente.

Aunque estas estufas funcionan gracias a la combustión de pellets en una cámara cerrada, su encendido es eléctrico (mediante una resistencia que enciende el combustible y pone en marcha la ventilación).

Para ti que te gusta

Lee 8 contenidos al mes solo con registrarte

Navega de forma ilimitada con nuestra oferta

1 año por 49€ 9,80€

Este contenido es solo para suscriptores.

Celebramoscon un 80% de descuento.

Suscríbete 1 año por 49€ 9,80€

TIENES ACCESO A 8 CONTENIDOS DE CADA MES POR ESTAR REGISTRADO.

Recuerda navegar siempre con tu sesión iniciada.

© Adobe Stock

Pellets, un combustible limpio y sostenible

Los pellets son un tipo de combustible totalmente renovable que se fabrica a partir de residuos vegetales: serrín y restos de madera prensados y sin ningún tipo de aditivos.

Tienen un gran poder calorífico y además son muy económicos, por lo que resultan altamente eficientes y sostenibles.

 

Un consejo

Conviene elegir pellets de calidad. Para saber si lo son, puedes hacer una prueba sumergiéndolos en agua: se hundirán de inmediato y a los pocos minutos se habrán deshecho.

© Palazzetti

Un tipo para cada necesidad

No todas las estufas de pellets son iguales. Aunque funcionan de forma similar, existen diferentes tipos:

- De aire. Calientan la habitación en las que están instaladas expulsando el aire caliente por una rejilla frontal. Cuentan con una salida de humos en la parte trasera.

- De aire canalizables. Se trata de un tipo de estufa de pellets que funciona emitiendo aire caliente, igual que las convencionales, pero además este aire se puede canalizar por unos conductos a otras estancias de la casa, gracias a un ventilador que lo impulsa.

- Termoestufas. Funcionan a modo de calderas que se conectan con un circuito de radiadores o de suelo radiante capaz de calentar toda la casa. También pueden servir para producir agua caliente sanitaria.

© Chimeneas Impormade

La salida de humos

La gran mayoría de las estufas de pellets tienen una salida de humos en la parte trasera. Se trata de una tubería de acero de unos 80 mm de diámetro que llega hasta el exterior, por lo que es conveniente instalar la estufa cerca de una pared que dé a la calle, para evitar que el tubo sea demasiado largo.

Existen modelos que no cuentan con salida de humos. Son más ecológicas ya que producen emisiones muy bajas de CO2.

© Suministros HSF

¿Qué potencia necesito?

Existen diferentes factores que determinan la potencia que necesitamos para nuestra estufa de pellets: la superficie de la vivienda en m2 (considerando una altura estándar de los techos de 2,5 m), el nivel de aislamiento térmico de la casa, y la zona climática en la que se encuentra son los tres más relevantes.

El análisis de los mismos determinará los kW/m2 que necesitamos para calentar nuestra vivienda. Como norma general, por cada kW de la estufa se calientan de forma efectiva 10 m2, por lo que para calentar una casa de 80 m2 necesitaremos una potencia de 8kW.

© Bestove

La seguridad ante todo

Las estufas de pellets disponen de ciertos mecanismos de seguridad que evitan que puedan producirse accidentes, como sensores y sondas que detectan un mal funcionamiento o un fallo en la salida de humos.

Por otro lado, a pesar de que el exterior de la estufa no alcanza temperaturas muy altas, no conviene colocar sobre ella objetos que puedan quemarse y provocar un incendio. Es importante dejar libres unos 30 o 40 cm alrededor.

La puerta de cristal sí se calienta mucho, por lo que es importante no tocarla y evitar que los niños se acerquen demasiado.

© Bestove

De fácil instalación

Instalar una estufa de este tipo no es un trabajo complicado. Sin embargo, si queremos evitar posibles problemas, lo mejor es delegar esta tarea en un profesional especializado que lo haga de forma correcta.

- Por seguridad. Un instalador cualificado nos ayuda a conseguir una estufa segura capaz de calentar la casa de forma efectiva, y de evacuar correctamente los humos.

- Una colocación correcta de la estufa alarga su vida útil, evita problemas de funcionamiento y respeta la garantía del fabricante.

- El circuito de evacuación de humos debe estar bien instalado para evitar fallos de combustión.

© Bestove

Modelos sin electricidad

Existe una versión de estufas de pellets que no requieren conexión eléctrica. Funcionan sin electricidad y eso conlleva determinadas ventajas.

Además de suponer un ahorro, energético y económico, estas estufas tienen menos riesgo de sufrir una avería, ya que son más sencillas y carecen de componentes electrónicos.

Son más silenciosas porque no cuentan con ventilador ni extractor alguno. Funcionan por convección natural: los pellets caen por efecto de la gravedad a la cámara de combustión donde se queman.

Como desventajas, para ponerlas en marcha es necesario recurrir a pastillas y líquido de encendido. Además, no es posible programarlas ni controlar la temperatura ambiental.

© Bestove

Limpieza y mantenimiento

El mantenimiento de este tipo de estufas es bastante sencillo. Bastará con que limpies a diario (o cada dos días) el cenicero, aspirando las cenizas con un aspirador especial.

También es importante repasar la cámara de combustión de forma semanal. Una vez al año hay que limpiar los tubos de evacuación de humos, eliminado el hollín y los restos que puedan depositarse en ellos (esta limpieza se realiza de forma mecánica, mediante un cepillo especial, o química con pellets deshollinadores que se queman en la estufa y consiguen despejar los tubos.

Asegúrate de que los conductos no tienen fisuras ni grietas y, en caso de tenerlas, repáralas con masilla especial refractaria.