Descubrimos la mansión que compartían Chris Pratt y Anna Faris

Aunque ya han transcurrido tres años desde que Chris Pratt y Anna Faris anunciaron su divorcio, la expareja tenía todavía un asunto pendiente de su anterior vida en común: la venta de la espectacular mansión que compartían en Hollywood Hills, California.

Pero parece que, al fin, han podido cerrar este capítulo. Tras dos años en el mercado inmobiliario, la casa de estilo mediterráneo acaba de venderse por más de 4 millones de euros.

Construida en 1979, la vivienda, que fue adquirida por los actores en el 2013, conserva una parte de su estructura original. Prueba de ello dan los techos con vigas de madera y las puertas arqueadas que se suceden en su interior.

No obstante, el matrimonio decidió modernizar la propiedad y equiparla con todo lo necesario para convertirla en un acogedor hogar en el que criar al hijo que tienen en común, Jack. El resultado fue, más que una casa familiar, una elegante y majestuosa mansión. ¡No pierdas detalle!

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Un 'hall' con una forma muy original

Lo más llamativo de la entrada que da la bienvenida a la vivienda (de hecho, conecta directamente con varias estancias) es su forma original, casi circular. 

En su centro, hay una mesa circular de madera, oscura, sobre la que se ha colocado una orquídea blanca, y, sobre todo ello, destaca una elegante lámpara que cae en cascada de una bóveda de madera, con las vigas al descubierto. 

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Salón con aire rústico

En el salón principal se ha querido crear un ambiente de lo más rústico, lo que se ha logrado gracias a la presencia de la madera, uno de los materiales estrellas de la vivienda, que cubre desde diversas piezas de mobiliario hasta el techo. Este último evoca al que se vio en el hall: con las vigas de madera al descubierto, lo que aporta naturalidad a la estancia.

En el mismo centro del cuarto, siguiendo la distribución de la mayoría de salas de este tipo, se ha instalado una mesa auxiliar de madera oscura, que sirve de nexo de unión entre el resto de muebles. A sus lados, se presentan dos sofás en color crema, adornados con cojines en tonos tierra (acorde al ambiente del salón). 

Y, justo delante, una chimenea que se enmarca en una estructura tallada en madera, con dos lámparas vintage, y un espejo, con forma de sol, que también tiene carácter retro. 

Por último, demostrando que siguen las últimas tendencias, una alfombra de fibra natural protege el suelo.

Comedor en clave minimalista

Justo al lado de la entrada, se encuentra este comedor, con un estilo sencillo, en clave minimalista. Tanto es así, que apenas una robusta mesa alargada, de madera, acompañada de unas sillas blancas, componen su decoración.

Un cuadro que juega con las tonalidades blancas y oscuras es el único elemento decorativo junto a las plantas que están encima de la mesa y la alfombra, de materiales naturales, que cubre el suelo. 

La estancia también se caracteriza por su luminosidad, de la mano de las ventanas, blancas, que se 'camuflan' con la pared, que conectan con el exterior y la vegetación que hay a su alrededor.

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Modernidad y tradición en la cocina

La cocina condensa esa combinación de detalles modernos y vintage que se aprecia a lo largo de la vivienda. El espacio viene dividido en dos partes bien diferenciadas.

A un lado, la zona de los fogones, totalmente rodeada de muebles de madera, con encimeras de granito, y separada por unas majestuosas lámparas de techo acristaladas. En el centro de este mismo área, destaca una isla que combina, a su vez, con el resto de mobiliario. 

Por otro lado, se encuentra una mesa de cristal, con forma circular, con sillas de cojines blancos y líneas negras. Una pieza más moderna, que se desmarca del estilo tradicional, rústico, que se observa en la otra parte de la cocina. Aunque bien es cierto que sobre ella sobrevuela una lámpara que recuerda a las medievales, con velas. 

El suelo, conformado por baldosas en color crema, es típico de exterior, y continúa, en efecto, más allá de la cocina, llevando a los alrededores de la propiedad.

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Madera, la gran protagonista

Tal y como se podía intuir en las primeras estancias de la vivienda, la madera es uno de los materiales estrella. Y esta acogedora sala de estar lo confirma. Desde los techos hasta las paredes y el suelo. La madera inunda y rodea cada uno de los rincones de este amplio espacio.

En cuanto al mobiliario, resalta un sofá crema, con forma de 'L', adornado con cojines de colores oscuros, y que cuenta con dos mesas auxiliares en ambos extremos, y una mesa de cristal en su centro. Para delimitar bien esta zona, se ha vuelto a recurrir a una alfombra natural.

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Zona de bar 'chill out'

Esta sala de estar incluso dispone de una zona de bar, con una barra con marco de madera, cuyas paredes son, en realidad, una bodega: tiene diferentes cajones para albergar un sinfín de botellas de vino.

Unas sillas altas, con cojines blancos, y unas láminas decorativas completan la elegante estancia, que incluso incorpora una luz tenue que invita a la relajación.

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Un estudio de diseño

La mansión dispone de su propio estudio, que sigue un estilo 'de revista'. En vez de optar por un estudio con muebles robustos, el matrimonio se decantó por darle otro aire moderno, lleno de elegancia, con una mesa principal de cristal, con base plateada, y que se alza sobre una alfombra grisácea. Frente a ella, se han colocado dos cómodas sillas, que incluso disponen de un cojín para apoyar la zona del cuello. 

Y, más allá, se ha instalado un televisor. De este modo, cuando ya se haya acabado con la recepción de visitas, el inquilino podrá relajarse y disfrutar de algún programa de televisión.

De nuevo, las paredes blancas combinan a la perfección con el suelo de parqué. 

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Los espejos, los grandes aliados decorativos

El baño principal destaca por su amplitud, gracias, en gran parte, a los espejos. En la mayoría de baños, hay uno para cada lavabo, pero en esta estancia, se ha cubierto toda la parte del tocador con ellos, delimitando, con marcos dorados, unos rectángulos que servirían como espejos individuales.

Este recurso aprovecha la luz natural que entra en el cuarto, y también ayuda a ganar más metros.

Por otro lado, la combinación de tonalidades es clara: se suceden los blancos y el granito, que enmarca el baño del fondo, y sirve como encimera para el resto de mobiliario.

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Habitaciones amplias y luminosas

La mansión tiene cuatro amplias y luminosas habitaciones como ésta. En esta ocasión, se ha sustituido la madera que cubre el resto del suelo de la vivienda por una moqueta grisácea, lo que se suma a la paleta de tonalidades neutra que domina en el cuarto.

A la izquierda de la imagen, se encuentra la cama, adornada con cojines de difrentes colores y una manta verde. A sus pies, se ha colocado un banco.

Más allá, se ha creado la zona de descanso: un sofá blanco con cojines en azul marino, que se presenta acompañado de un espejo con marco circular dorado, y una pequeña mesa alta auxiliar.

Al fondo, se divisa una chimenea eléctrica, instalada en un panel con papel pintado. Y a su izquierda, una estrecha estantería.

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Piezas retro con personalidad

Otro de los baños de la mansión es éste que, a juzgar por los pocos elementos que presenta (apenas un inodoro y un lavabo), se trata de un cuarto de baño de invitados.

Aun así, no se ha querido perder la esencia de la casa, y por este mismo motivo, se ha puesto este mueble de estilo antiguo, de madera, con encimera de mármol gris. A la grifería, dorada, se unen dos lámparas de pared y un sencillo espejo de líneas negras.

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Un porche con toques de color

En el exterior de la vivienda, vemos una pequeña explosión de color que no se apreciaba en su interior. Y es que, bajo el porche, con techo de madera, se ha compuesto este espacio para el descanso, donde hay varias sillas y un banco de hierro, lacados en negro, con colchones de un color rojo intenso y cojines a rayas. Una mesa auxiliar, a juego con el resto de mobiliario, completa la escena. 

Justo al lado, se ha instalado otra mesa alargada, de madera, con sillas del mismo material, para organizar comidas al aire libre.

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Un baño de exterior

Para no tener que acceder al interior de la vivienda cada vez que se quiera ir al aseo, se ha instalado este baño en la parte exterior, que tiene hasta una ducha para darse un baño después de la piscina.

El lavabo principal es de madera, con encimera de mármol clara, y con un espejo con marco de madera, enmarcado por dos lámparas vintage.

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Barbacoa con clase

A tan sólo un paso de la sala de estar, se halla esta barbacoa, bañada en tonalidades claras. A pesar del carácter informal que suelen tener este tipo de reuniones, la expareja apostó por no perder un ápice de la elegancia, instalando una barra de mármol claro, con una barbacoa, en tono metálico, que se incrusta en la misma estructura.

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Una piscina rodeada de naturaleza

Puede que dentro de la mansión no hubiese demasiadas plantas, pero en su exterior, se han reunido numerosos árboles para crear un oasis en medio de la naturaleza.

A orillas de la piscina, enmarcada en piedra, se ha instalado un fuego de exterior en una estructura de piedra circular. Y para aprovechar al máximo el calor del fuego, un banco, con forma de 'L', y varios cojines de color claro.

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Una cancha de tenis 

En las inmediaciones de la propiedad se incorpora también una gran cancha de tenis para practicar deporte a cualquier hora.

Y, a un nivel más alto, para disfrutar de la competición, se observa una pérgola, con cortinas para dar mayor intimidad. Un pequeño refugio en el que, si así se desea, también se podrá descansar y reponer fuerzas tras un duro partido.

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Un garaje con tres plazas

Por último, en uno de los laterales de la casa, está un garaje que hará las delicias de los amantes del motor: con tres plazas independientes para dejar el coche.