La seguridad en el hogar es un aspecto esencial que no debemos descuidar. Es necesario dotar a nuestra casa de sistemas que nos ayuden a incrementarla. Además de elegir alarmas, modernas cerraduras o puertas blindadas, una simple mirilla puede ayudarnos a estar más seguros. En especial si sustituimos las viejas de antaño por un modelo digital propio del siglo XXI. Descubre por qué merece la pena elegir una de estas mirillas actuales y cómo puedes instalarla tú misma.
La importancia de la mirilla
Muchas cosas han cambiado en las últimas décadas relacionadas con la tecnología digital que todo lo inunda, y las mirillas de las puertas de entrada son una de ellas. Lejos de ser un elemento irrelevante, disponer de una buena mirilla es fundamental a la hora de garantizar la seguridad en tu casa. Elegir un modelo digital te brindará un mayor campo visual y una inmejorable calidad de imagen, para que puedas ver sin ningún problema y con mayor comodidad quién está llamando a tu puerta. Esto cobra especial importancia si en casa hay personas mayores.
La era digital
En la actualidad el mercado ofrece un amplio panorama de mirillas por las que te puedes decidir, según sean tus necesidades. En principio, optar por un modelo sencillo con una buena relación calidad-precio puede ser suficiente, aunque conviene fijarse en el tamaño de la pantalla (pensando, sobre todo, en personas mayores con menos agudeza visual).
En cuanto a las prestaciones, existen mirillas digitales que sirven simplemente para ver quién está al otro lado de la puerta de entrada, y otras más avanzadas que graban y hacen fotos. Las encuentras con sensor de movimiento (se activan en cuanto detectan la presencia de alguien), con cámara de infrarrojos de visión nocturna e, incluso, con conexión wifi para que puedas ver desde tu smartphone quien llega a tu casa aunque tú no estés.
Hazlo tú misma
Cambiar tu mirilla antigua por un modelo digital es una tarea de bricolaje de lo más sencilla. Tan solo tendrás que desmontar la primera para colocar la segunda aprovechando el orificio existente y sin ninguna complicación.
- Comienza por retirar el visor antiguo aflojando las ranuras con ayuda de una moneda, una espátula o un cuchillo romo.
- Las mirillas digitales suelen traer un kit que incluye todos los elementos necesarios para su instalación: el elemento interior con pantalla, una pletina metálica para fijarlo, una llave para ajustar el dispositivo, la cámara exterior y una pieza cilíndrica o tubo (suelen venir tres tubos de diferentes longitudes para que utilices el necesario según el grosor de la puerta). No necesitarás más herramientas, salvo un metro y un destornillador.
Fija el elemento interior
- La pantalla digital se fija por la parte interior de la puerta mediante una pletina o soporte metálico autoadhesivo. Antes de colocarlo conviene limpiar la superficie con alcohol para conseguir la máxima adherencia.
- Introduce el tubo por el agujero de la pletina y después por el orificio. Para saber qué tubo necesitas, has de medir el grosor de la puerta. Presiona la pletina para que quede bien pegada.
Coloca la lente
El siguiente paso consiste en introducir la cámara con forma de lente por la parte exterior de la puerta, ajustándola por el interior con la llave que viene incluida en el kit de instalación.
Coloca las pilas en la unidad interior con pantalla y conéctala a la cámara. Por último, fíjala a la pletina con ayuda de un destornillador.
¿Y si tu puerta no cuenta con una mirilla antigua?
Si no tienes mirilla, la instalación de un modelo digital puede resultar algo más compleja aunque no deja de ser un proyecto totalmente asequible. En ese caso tendrás que hacer tú misma el orificio con ayuda de un taladro.
- Mide la altura a la que has de hacer el agujero, ni demasiado alto ni muy bajo. Ha de estar un poco por encima de la altura de tus ojos, o de los de la persona que vive en la casa, de forma que la mirilla resulte accesible.
- Comprueba el grosor de los tubos que vienen en el kit de instalación y hazte con una broca del mismo ancho.
- Es importante tener en cuenta el material de la puerta de entrada para elegir la broca adecuada. Para las de madera lo mejor es utilizar una broca de pala. Comienza a taladrar despacio, colocando el taladro en posición perpendicular. Después pasa una lija por los bordes para que queden lisos.
- En el caso de que la puerta sea metálica tendrás que usar una broca de acero específica para metal, manejando el taladro a velocidad baja.