Ahora que las vacaciones han llegado a su fin, ¿estás lista para la nueva temporada? ¿Y tu casa? Después del verano se hace necesaria en el hogar una puesta a punto en profundidad.
Además de una limpieza general, es importante descubrir qué cambios conviene hacer en cada espacio para adaptarlo al otoño que llegará antes de lo que piensas. Así podrás disfrutar de una casa mucho más acogedora y confortable.
Planifica para triunfar
Cuando tenemos ante nosotros un trabajo complicado, lo primero que debemos hacer es organizarnos. Una buena planificación de las tareas es importante para alcanzar el éxito.
Además, puede que estés sufriendo el síndrome postvacacional y no te apetezca nada ponerte a limpiar. Disponer de una hoja de ruta te ayudará a encontrar la motivación que te falta.
Comienza por hacer una lista de todas las cosas pendientes, estableciendo tus prioridades y el tiempo que vas a dedicar a cada tarea. Ten en cuenta que seguramente no puedas hacerlo todo en un solo día.
Un consejo
Revisa los elementos y productos básicos de limpieza que tienes y los que vas a necesitar por si tuvieses que reponer algunos.
La cocina, el punto de partida
Una de las primeras cosas que hacemos cuando llegamos de vacaciones es llenar la nevera, por lo que comenzar por la cocina puede ser una buena idea a la hora de preparar la casa tras el verano.
Antes de hacer la compra grande y aprovisionar el frigorífico y la despensa, es conveniente limpiarlas a fondo. En el caso de la nevera, repasa las paredes con agua jabonosa, así como los elementos extraíbles y las juntas de goma de las puertas.
Es el momento de hacer inventario de los alimentos y productos que tienes en la despensa para comprar lo que te falte y tirar todo lo que esté caducado.
Trabajar por habitaciones
A la hora de hacer la limpieza general de la casa es más efectivo trabajar por habitaciones. Limpia de arriba abajo, comenzando por las paredes y el techo, las lámparas, los muebles, etc. Tendrás que eliminar el polvo que se ha acumulado mientras has estado fuera. No te olvides de los rincones que pasan más inadvertidos: rodapiés, interruptores, etc. El último paso será pasar el aspirador y fregar los suelos.
Repara y renueva
Aprovecha la puesta a punto de la casa para valorar en qué estado real se encuentra: instalaciones, equipamientos, mobiliario, etc. Seguro que descubres más de una cosa que está estropeada desde hace tiempo y otras que necesitan una renovación.
No lo pienses más y dedícate a la tarea, reparando (o mandando reparar si no puedes hacerlo tú misma) todo lo que está roto.
Por otro lado, septiembre nos brinda la ocasión perfecta de hacer alguna apuesta decorativa aunque sea modesta, como cambiar los cojines del sofá, la alfombra del salón o la tapicería de las butacas, que tan viejas están.
Revisar el aislamiento
Conseguir y mantener un aislamiento óptimo en tu vivienda es una de las claves para ahorrar en casa, sobre todo cuando llegue el frío y tengas que encender la calefacción. La puerta de entrada y en especial las ventanas son los puntos esenciales a revisar. Aprovecha que ahora tendrás que limpiarlas para comprobar que cierran bien.
Comienza por el exterior de las ventanas, sin olvidar las persianas, y continúa por la parte interior.
Si ya tienen unos años y presentan pequeños huecos por los que se cuela el aire, puedes colocar burletes para mejorar el aislamiento (cambiar las ventanas sería la solución definitiva, pero no siempre es posible).
Haz limpieza en el baño
Comienza por revisar todo aquello que guardas en el cuarto de baño para tirar lo que sobra: cosméticos que ya no usas, productos pasados de fecha, restos, botes vacíos, etc.
Renueva tus básicos de higiene, el maquillaje y el botiquín (recuerda que los medicamentos caducados debes llevarlos a la farmacia, donde tienen un punto específico para recogerlos).
Limpia y desinfecta a fondo el cuarto de baño y aprovecha para sustituir las toallas que estén muy viejas y estropeadas.
Pon orden en tu armario
La limpieza de después de las vacaciones incluye uno de los trabajos domésticos que más nos cuesta realizar a la mayoría de nosotras: el cambio de armario. Sin embargo, ahora que estamos inmersas en la tarea de deshacer maletas, hacer coladas y colocar nuestra ropa podemos aprovechar para ir organizándonos.
Puede que las temperaturas todavía veraniegas retrasen el momento de cambiar la ropa, pero es buena idea ir apartando todo aquello de lo que tendrás que deshacerte después. ¿En serio piensas que vas a ponerte alguna vez aquello que no has utilizado en todo el verano?
Ve haciendo hueco en el ropero para las prendas de entretiempo y, sobre todo, mejora la distribución del interior para poder ordenarlo todo de una forma más práctica.
Prepara la zona de trabajo
Si el teletrabajo se ha convertido en una de tus rutinas laborales, ahora es el momento de preparar un espacio adecuado en el que puedas concentrarte y rendir al máximo.
Los meses pasados han sido vertiginosos y la mayoría de nosotros nos hemos tenido que adaptar a nuevas situaciones a marchas forzadas. Ahora tienes la oportunidad de organizarlo todo para comenzar la nueva etapa laboral de la mejor manera posible.
Además, de los muebles adecuados (los que mejor se adapten a tus rutinas) debes encontrar soluciones de orden que te resulten efectivas. Revisa el material de oficina para que no te falte nada.
Un trastero lejos del caos
La sombrilla de la playa, las sillas de la terraza, la parrilla para la barbacoa… Recoge todos los accesorios de verano que ya no vas a necesitar y búscales un hueco en el trastero.
Pero antes aprovecha para hacer limpieza y, sobre todo, para poner orden. De lo contrario, el trastero se convertirá en ese punto negro en el que todo se pierde y donde es imposible encontrar nada.