Muchas cosas han cambiado a lo largo de este vertiginoso 2020 que estamos viviendo. Hemos comprendido que todo puede cambiar en un instante y que las cosas sencillas son muy importantes para nosotros. Es el momento de pensar en lo auténtico, de darle una segunda oportunidad a aquello que te gusta.
Por eso, si tienes un mueble de madera viejo que te apasiona, plantéate restaurarlo para cambiar su apariencia y dejarlo como nuevo. Lo primero que tendrás que hacer es prepararlo de la manera adecuada.
Una nueva vida gracias a la pintura
Pintar un mueble de madera es la forma más sencilla, y también una de las más creativas, de cambiar totalmente su apariencia. Incluso puede ayudarte a renovarlo por completo, si está muy viejo y destartalado.
Existe un amplísimo universo de técnicas, colores y acabados para lograr resultados increíbles. Sin embargo, el éxito pasa por preparar previamente la pieza a restaurar.
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Preparar la madera
En los últimos tiempos se ha avanzado mucho en la composición de los productos de restauración. Los esmaltes, acrílicos o sintéticos, de última generación son capaces de adherirse a las diferentes superficies con gran eficacia, que evitan el tener que utilizar una imprimación previa. Un ejemplo es la pintura a la tiza o chalk paint.
A pesar de esto, sigue siendo necesario limpiar y preparar la madera antes de restaurarla, en especial si es antigua y está pintada o barnizada. El decapado es el proceso que consigue eliminar todas las capas viejas de producto.
Un paso fundamental
Según la RAE, la definición de decapar es quitar por métodos fisicoquímicos la capa de óxido, pintura, etc., que cubre un objeto. En el caso de los muebles de madera el decapado consiste en eliminar la pintura vieja o el barniz que puedan tener para aplicar cualquier otro producto o tratamiento.
Pero, además, cumple otra función importante. Al retirar los restos viejos y deteriorados dejamos la madera a la vista. De esta forma podemos valorar si el mueble se encuentra en buen estado o si está afectado por algún tipo de hongo, xilófago, cárcoma, etc., y podremos aplicar el tratamiento necesario antes de pintarlo.
El método químico
Existen varios métodos para decapar un mueble de madera. Uno de los más empleados por su efectividad es el método químico, que consiste en aplicar a la superficie de la madera un producto específico capaz de eliminar la capa de pintura vieja.
Lo primero que has de tener en cuenta es que los decapantes químicos son bastante agresivos, por lo que es necesario manejarlos con cuidado. Antes de comenzar tendrás que proteger el entorno de trabajo colocando plástico en el suelo y sobre la mesa. Utiliza ropa adecuada, guantes y gafas de protección.
Un consejo
Utiliza una brocha de cerdas de nylon para aplicar el producto. Es un material que aguanta su agresividad y no se estropeará.
El proceso, paso a paso
Aplica el decapante sobre la superficie de la madera con ayuda de una brocha plana. No escatimes con el producto, porque puede perder efectividad si no pones la suficiente cantidad. Espera el tiempo indicado por el fabricante (suele oscilar entre 10 y 15 minutos). Elige un decapante con textura de gel, más fácil de aplicar ya que no gotea.
Una vez transcurrido el tiempo indicado verás que el decapante comienza a actuar. La capa de pintura o de barniz antiguo se va arrugando. Es el momento de retirarla con la espátula métalica, rascando en el sentido de la veta.
En los lugares más difíciles, donde hay recovecos, molduras o madera tallada o torneada, tendrás que utilizar un estropajo de lana de acero para retirar el producto.
Neutralizar el decapante
Cuando hayas eliminado toda la pintura es necesario neutralizar el efecto del decapante frotando la madera con un trapo mojado en alcohol. Así evitarás que continúe actuando. Si lo prefieres, existen productos sin aclarado que te evitan este paso.
Un consejo
Si en alguna parte del mueble han quedado restos de pintura, puedes repetir la operación aplicando el decapante de nuevo en dicha zona.
Con pistola de calor
Además del decapante químico, existe otra manera de eliminar la capa vieja de pintura de un mueble: utilizando una pistola de calor o decapadora. Se trata de una herramienta sencilla, bastante habitual en bricolaje y que también se usa de modo profesional.
Las pistolas de calor emiten un flujo de aire a alta temperatura, que puede oscilar entre 50 y 600º C (o incluso más). Suelen llevar un regulador para que puedas adaptar la herramienta al tipo de trabajo a realizar.
Extremar la precaución
Aunque utilizar una decapadora eléctrica es muy sencillo, resulta fundamental tomar ciertas medidas de precaución. No puede faltarte un equipo de protección que incluya unos guantes resistentes al calor.
El aire que emite esta herramienta puede alcanzar temperaturas extremas, por lo que hay tener mucho cuidado con las superficies inflamables. Nunca trabajes con la pistila de calor cerca de productos químicos ni de objetos peligrosos susceptibles de arder con facilidad.
Derretir y retirar
Coloca la pistola de calor a unos centímetros de la superficie de la madera y manéjala en constante movimiento para evitar que una misma zona se caliente demasiado y se queme.
En seguida observarás que la capa de pintura se va derritiendo y ablandando por efecto del calor. Es el momento de rascarla con la espátula, ya que se desprenderá con facilidad.
Un consejo
Si la pieza es muy grande, lo mejor es ir trabajando poco a poco, delimitando zonas más pequeñas.