¿Qué cosas materiales te gustaría dejar atrás cuando ya no estés en este mundo? ¿Cómo podrías facilitar los trámites de la muerte a tus seres queridos? Si alguna vez te has hecho alguna de estas preguntas (o similares), quizá necesites poner en práctica el döstädning, un método de orden sueco que trata de liberación, de la búsqueda de la paz y de la felicidad.
¿Qué es el döstädning?
Esta compleja palabra procede de la unión de dö, que en sueco significa muerte, y städning, que es limpieza. Para simplificar podría traducirse como la limpieza de antes de la muerte, pero no andaríamos acertados porque, en realidad, es mucho más que eso.
La idea procede de Margareta Magnusson, una anciana sueca que, tras el fallecimiento de su marido, se dio cuenta de todo el tiempo, esfuerzo y dolor que tuvo que invertir en ordenar y dar una finalidad a todas las pertenencias que él dejó. Pensó que debería existir otra manera de hacer las cosas y escribió el libro El arte sueco de ordenar antes de morir (Ed. Reservoir Books).
En él explica que el objetivo del método no es solo encontrar la clave del orden, sino aprender a elegir la libertad de desprendernos de todo lo que nos sobra, de lo que no necesitamos, como un camino para ser más felices. Lo haremos pensando en aquellos que nos sobrevivirán, pero en realidad encontraremos una forma de vivir más liberados, con más espacio y menos quebraderos de cabeza.
Limpieza consciente
Pensar en el momento en el que ya no estaremos en el mundo no es sencillo para la mayoría de nosotros. Sin embargo, para Margareta es un ejercicio fundamental que no tiene por qué ser traumático. Entender el orden y la limpieza de la casa en estos términos es una manera de normalizar el hecho de que todos vamos a morir.
El döstädning nos aboca a guardar solamente aquellas cosas que creemos que harán felices a nuestros seres queridos cuando ya no estemos. Curiosamente, son las cosas esenciales para nosotros. Lo demás, sobra.
¿Cuándo comenzar?
El método döstädning, aunque pueda parecer solamente para personas mayores, puede practicarse a cualquier edad adulta.
Una buena idea es hacer coincidir este tipo de limpiezas puntuales con acontecimientos que sucedan en tu vida: una mudanza, la jubilación, la llegada de un bebé, etc. Estos momentos son perfectos para liberarnos de cosas innecesarias que nadie querrá si nosotros no estamos ya.
Manos a la obra
¿Cómo se deshace uno de las pertenencias de toda una vida? Siguiendo con calma las claves y consejos del döstädning:
- Para empezar has de clasificar todas tus cosas por categorías (muebles, ropa, libros, etc.) e ir trabajando una por una.
- Dentro de cada una de ellas, agrupa todas las cosas que quieres por un lado, y por otro las que no quieres. A medida que el segundo grupo aumente te darás cuenta de que hay cosas que no necesitas para mantener tus recuerdos intactos (son inmateriales).
- Empieza por deshacerte de los elementos más grandes (como los muebles) y nunca por los objetos emocionales (como fotografías o cartas personales). Así irás avanzando y te animarás. Si comienzas por lo más emotivo, te bloquearás y no podrás seguir.
- Un consejo de la creadora del método: ponte metas como, por ejemplo, tirar todo lo que te parece feo y todo lo que no usas. Fuera los “por si acaso”.
No lo hagas a lo loco
Cuando te decía que el döstädning es más que un método para ordenar tu casa me refería a que aboga por reflexionar al tiempo que haces la limpieza. No se trata de hacerlo en poco tiempo, sino en hacerlo de forma consciente y liberadora.
Reflexiona antes de tirar cosas que en otro momento te parecieron muy importantes. Piensa en los sentimientos que te generan y decide.
En lo que se refiere a aquellas cartas y documentos que contengan secretos inconfesables que deseas llevarte a la tumba, Margareta Magnusson es expeditiva: piensa en tu familia y deshazte de ellos cuanto antes.
Compártelo con los tuyos
Cuando decidas practicar el döstädning, cuéntaselo a las personas que te rodean. No solo porque así podrás preguntarles si quieren quedarse con algunas de las cosas que tú ya no necesitas, si no porque te brindará la oportunidad de hablar de otros temas importantes como el fin de la vida.
Hablar siempre es buena idea para facilitar las cosas, aunque las conversaciones se originen en torno a un método de orden en casa.
¿Qué hacer con las cosas que ya no quieres guardar?
Tienes varias opciones a tu alcance: comienza por preguntar a tus amigos y familiares si desean quedarse con algunos de estos objetos. Puede que algún mueble, los libros, etc., sean útiles para ellos. Lo demás lo puedes donar a una asociación benéfica, si es útil y está en buen estado.
Actúa en consecuencia
Cuando hayas conseguido liberarte de todas las cosas que no necesitas y que sobran en tu casa, no se te ocurra salir a comprar otras… Comienza a vivir de una manera más acorde a la esencia döstädning y aléjate del consumismo exacerbado. La clave está en comprar de una manera más racional y consciente.
No hace falta que lo tires todo…
No se trata de convertirse en un talibán del orden y dejar la casa completamente vacía, al más puro estilo minimalista. Puede que encuentres muchas cosas de las que podrías prescindir más adelante, pero no en este momento. Haz una lista con ellas para tenerlo presente y consérvalas por ahora.
Otra cosa importante: cuando termines una de estas limpiezas de la muerte, date un premio solo para ti. Así te animarás a continuar y disfrutarás de la vida, un buen objetivo a perseguir.