Jennifer Lopez y Alex Rodriguez no dejan de acaparar noticias del sector inmobiliario. Según la publicación estadounidense TMZ, la pareja se habría comprado recientemente una casa en la exclusiva zona de Star Island en Miami. Una mansión frente al mar valorada en 40 millones de dólares (más de 33 millones de euros), con una extensión de 3.700 m2 y puerto privado. No es, ni mucho menos, su única propiedad, como tampoco la única que tienen actualmente en movimiento dentro del mercado.
Jennifer Lopez tiene a la venta un ático-dúplex en Nueva York, que no se ha vendido hasta la fecha, y ambos acaban de poner el cartel de disponible a una espectacular casa en Malibú. Se trata de un inmueble que compraron el pasado año al actor Jeremy Piven por 6,6 millones de dólares (5,6 millones de euros), un precio inferior al que cotiza actualmente, 7,99 millones de dólares (6,7 millones de euros).
Un salón con unas espectaculares vistas
La casa, que fue construida en 1949, ofrece unas impresionantes vistas sobre el Océano Atlántico que se pueden disfrutar desde la mayoría de las estancias. Una fusión con los elementos naturales que también están integrados en la decoración de interiores. Se ve en los suelos de madera, las alfombras de fibra natural o las originales barras de cortinas de caña.
Una sala de proyecciones
Para rendirse en familia a una buena película, la casa cuenta con una sala en la que hay una gran pantalla y un proyector. También un amplísimo y cómodo sofá, suelos enmoquetados y alfombra. Un espacio en el que decorativamente se ha jugado con los contrastes al incorporar un armario de estilo asiático.
Una cocina abierta, muy práctica y luminosa
La zona de salón está comunicada con un espacio para comedor y con la cocina. Esta ha sido diseñada con los muebles en blanco, en armonía con el resto de la casa, y encimeras de piedra negra. Es amplia y funcional y en ella se vuelve a recurrir a la madera como elemento predominante, ya no solo en el suelo, también en complementos como los taburetes o el espectacular aparador bajo la ventana.
Un dormitorio minimalista y funcional
La propiedad cuenta con más de 400 m2 distribuidos en tres plantas. Cuatro baños, un aseo y cinco dormitorios. Todos ellos guardan más o menos el mismo estilo, con tonos neutros y suaves en textiles, la madera como hilo conductor, mucha luz y poca ornamentación. En este caso, la mesilla de madera maciza y la silla de metal son los elementos más potentes de la decoración.
Baño donde priman los materiales naturales
Las vistas al océano no podían faltar tampoco en el baño, donde la piedra toma todo el protagonismo, tanto en la pared de los lavabos como en la construcción de la bañera. Se recurre al gris en los textiles, como en otras estancias, y nuevamente hay madera, material empleado en el detalle de la persiana veneciana.
Un jacuzzi con vistas al Pacífico
Las tres plantas de la casa están rodeadas de terrazas, donde hay diferentes muebles como sofás, tumbonas, un gran jacuzzi y hasta un columpio de madera. Todas ellas se asoman a los 15,24 metros de playa privada con los que cuenta la propiedad, a la que se accede desde la propia casa, dado que está, literalmente, construida sobre la arena.